Cierre de frontera de Nigeria hace mella en optimismo de comercio intrarregional

Perfil de Lagos, 28 de febrero de 2015. Foto de Clara Sanchiz/RNW vía Flickr (CC BY 2.0).

En agosto de 2019, Nigeria cerró inesperadamente todas sus fronteras terrestres con Níger, Camerún y Benín, para detener todo movimiento de bienes, excepto petróleo, de importación o exportación. El cierre de la frontera Nigeria-Benín se hizo sin ninguna comunicación formal con funcionarios gubernamentales de los países vecinos.

La clausura forma parte de la estrategia económica de Nigeria para hacer frente al contrabando de mercancías a través de la frontera, aumentar la producción local y proteger a los productores locales, como se expone en su Plan de Crecimiento Económico y Recuperación 2017-2020. Las actividades de contrabando a través de la frontera entre Nigeria y Benin representan cada año una pérdida de ingresos comerciales de unos 110 000 millones de nairas (más de 300 millones de dólares estadounidenses).

Sin embargo, el contrabando no es nada nuevo en esas fronteras, con raíces históricas en las autoridades coloniales británicas y francesas, cuando los rivales coloniales aplicaban políticas comerciales para proteger las industrias locales de la competencia externa, lo que aumentaba las actividades de comercio ilícito a través de la frontera.

La activación de una restricción comercial prolongada para resolver el continuo problema del contrabando tendrá efecto económico negativo en Nigeria y frenará el tan esperado acuerdo de inversiones comerciales intrarregionales de África, la Zona Continental de Libre Comercio de África, conocida como AfCFTA, cuyo inicio está previsto para julio de 2020.

La AfCFTA –que según las previsiones añadirá un producto interno bruto (PIB) combinado de más de 3,4 billones de dólares a la economía de África– se centra en la creación de un mercado continental único de bienes y servicios, con libre circulación de personas de negocios e inversiones, y así facilitar el camino para acelerar el establecimiento de la Unión Aduanera Continental y la Unión Aduanera Africana. También se propone ampliar el comercio intraafricano mediante una mejor coordinación de la liberalización y la facilitación del comercio.

Impacto en Nigeria, países vecinos y África

El cierre de la frontera ha generado aumento del precio de alimentos, lo que ha causado que la inflación aumente a 11.24 %, la más altas desde junio de 2019, y se prevé que aumente más.

Actualmente, Nigeria produce cerca de 6.9 millones de toneladas métricas de arroz al año, pero el país debe importar arroz por el valor de 4000 millones de dólares estadounidenses para satisfacer la creciente demanda.

Cuando el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, asumió el cargo, uno de sus principales objetivos era mejorar el crecimiento del sector agrícola para reducir la dependencia del sector petrolero, con una política para restringir al Banco Central de Nigeria la distribución de fondos para facilitar la importación de alimentos, sobre todo arroz.

Además, el cierre de la frontera disminuirá aún más la capacidad de Nigeria de atraer inversiones extranjeras directas. El Banco Mundial clasificó a Nigeria como uno de los peores países del mundo en facilidad de comercio a través de las fronteras, lo ubicó en el puesto 182 de 190 países.

Como se esperaba, Benin se verá muy afectado por el cierre por la dependencia del comercio informal con Nigeria, que representa el 70 % del PIB de Benin. Sin embargo, es importante señalar que, además de la importación formal de petróleo de Nigeria, Benin también importa aves de corral, arroz y aceite vegetal que representan unos cien millones de dólares estadounidenses de ingresos para el PIB de Nigeria.

Nigeria podría perder esta importante fuente de ingresos si sigue cerrando sus fronteras con Benin y otros países africanos.

Los dirigentes de Ghana se están impacientando con el cierre de la frontera por consecuencias económicas negativas, que podrían dar lugar a posibles tensiones políticas entre los dos países. Nigeria podría perder unos 300 millones de dólares estadounidenses en ingresos por exportaciones de Ghana si este país toma represalias con restricciones comerciales similares a Nigeria. Ghana depende de la autopista Abiyán-Lagos para el acceso por tierra a los mercados del África Occidental, que ha sido cerrada debido al cierre de la frontera entre Nigeria y Benin.

En una reciente conversación en Abuja (Nigeria) entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Nigeria y el Ministro de Relaciones Exteriores de Ghana, Nigeria aseguró a Ghana que abrirían la frontera para el 31 de enero de 2020.

Sin embargo, el Gobierno de Nigeria hizo recientemente un anuncio que indicaba una extensión del cierre de la frontera hasta mediados de 2020, lo que llevó al ministro de Información de Ghana, Kojo Oppong Nkrumah, a condenar el plan y citar el riesgo para toda la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS). Nkrumah dijo:

It is very important for ECOWAS as a bloc to engage Nigeria on the closure of the borders because moves like this have a way of negatively impacting the West African Economic Integration project.

Es muy importante para ECOWAS como bloque comprometer a Nigeria en el cierre de la fronteras porque medida como esta pueden impactiar negativamente en el proyecto de integración económica de África Occidental.

La Asociación de Comerciantes Sindicales de Ghana (GUTA) ha pedido al Gobierno de ese país que cierre también sus fronteras comerciales en represalia por lo que denominan «trato injusto» de Nigeria.

Nigeria es un agente regional clave en el crecimiento económico del África Occidental y facilita el crecimiento del comercio informal en toda la región. Se espera que este cierre de fronteras afecte al sector no estructurado, que representa alrededor del 50 % del PIB combinado de África occidental.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Nigeria, Geoffrey Jideofor Kwusike Onyeama, anunció recientemente una lista de condiciones estrictas que deben cumplir todos los miembros de la ECOWAS para que se les acepte como socios comerciales de Nigeria.

El cierre de las fronteras y la estricta lista de condiciones envían una señal negativa al mundo y a otros Gobiernos africanos sobre el compromiso de África de impulsar las actividades comerciales intraafricanas al menos en un 53 % mediante el AfCFTA. Los tratados tienen por objeto facilitar un comercio intrarregional fluido para garantizar el crecimiento regional, pero las restricciones comerciales de Nigeria no lo logran.

Un artículo reciente publicado por el Grupo del Banco Mundial afirma:

Nigeria’s policy of food import substitution, a form of industrial policy, is often at odds with the idea of regional integration…The AfCFTA will only succeed if member countries make the regional strategy part of their national policy and proactively address the tensions that arise between the two. Countries should find the sweet spot that reinforces national economic goals and ensures maximum gains from increased integration, looking beyond a static assessment of their priorities.

La política de Nigeria de sustitución de importaciones de alimentos, una forma de política industrial, suele estar reñida con la idea de integración regional… El AfCFTA sólo tendrá éxito si los países miembros hacen de la estrategia regional parte de su política nacional y abordan de manera proactiva las tensiones que surgen entre ambos. Los países deben encontrar el punto óptimo que refuerce los objetivos económicos nacionales y asegure los máximos beneficios de una mayor integración, mirando más allá de una evaluación estática de sus prioridades.

Un paso adelante para Nigeria

La estrategia de cierre de fronteras de Nigeria no es nueva. Nigeria cerró su frontera con Benin en 1984 y 2003 por la misma razón – para frenar el contrabando – pero nunca tuvo éxito.

En 1987, el gobierno militar de Nigeria prohibió la cebada, un producto esencial para la producción de cerveza. El objetivo, como el de la actual prohibición del arroz, era detener el valor de la moneda del país, reducir el agotamiento de las reservas de divisas y encender el crecimiento económico.

Sin embargo, con la prohibición de la cebada ocurrió exactamente lo contrario. David Hundeyin, del African Report, afirma que destruyó la «industria cervecera local» de Nigeria, lo que dio lugar al despido de «miles de trabajadores nigerianos» y «entregó casi el 90 % del mercado local de la cerveza» a los fabricantes de cerveza dominados por extranjeros.

Para resolver la recurrente amenaza del contrabando a través de las fronteras, Nigeria necesita crear un marco institucional nacional o regional que pueda vigilar y garantizar el cumplimiento con respecto a la verificación, la certificación y la supervisión de las normas o acuerdos de ECOWAS o del Acuerdo de Libre Comercio de África y arreglar sus políticas económicas disfuncionales.

Como han propuesto muchos economistas, Nigeria debería adoptar medidas eficaces para diversificar la economía y dejar de depender excesivamente del sector petrolero y la agricultura, y aplicar medidas más favorables al mercado que alienten las inversiones extranjeras y locales en otros sectores generadores de ingresos.

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