En el corazón de Puerto España, frente a la recién restaurada Casa Roja, existe un oasis a la sombra de los árboles que, gracias a su historia de oratoria y protestas políticas, se conoce como la «universidad de la plaza Woodford» o el «Parlamento del pueblo».
El 25 de enero de 2020 se reunieron en la plaza Woodford activistas de género para dar voz a un problema que afecta hace tiempo al país: la violencia machista.
El acontecimiento, en recuerdo de las víctimas locales de feminicidios, se produjo el Día Naranja, que Naciones Unidas celebra el día 25 de cada mes para crear conciencia sobre la violencia de género.
Varias organizaciones de la sociedad civil y defensores de los derechos de la mujer, como CAISO (que lucha por la justicia y la igualdad entre sexos), Womantra (ONG dedicada a las mujeres), la Coalición contra la Violencia Doméstica, la Asociación de Planificación Familiar y el Instituto de Estudios de Género y Desarrollo del campus St Augustine de la universidad de las Indias Occidentales, se unieron para honrar a las víctimas y pedir al Gobierno que actúe para proteger la vida de mujeres y niñas.
Los convocantes, 20 organizaciones de la sociedad civil, también difundieron una petición en línea en la que exigen, entre otras cosas, una mayor responsabilidad y transparencia a la hora de prevenir y combatir la violencia de género, una mejora en los sistemas nacionales que proporcionan servicios a supervivientes y víctimas, la reforma de la Ley de Violencia Doméstica e inversiones en programas sociales que faciliten el cambio de la sociedad.
Según las estadísticas mencionadas en el evento, solo en 2019, murieron 20 mujeres en Trinidad y Tobago por violencia de género. En enero de 2020, tres mujeres fueron asesinadas en rápida sucesión, lo que motivó la celebración del «Día Naranja». Angelique Nixon, profesora universitaria y codirectora de CAISO, sugirió que algunas de estas muertes podrían haberse evitado, ya que la «gente sabía» que las mujeres estaban amenazadas. «Si los mecanismos de denuncia hubieran funcionado, esas mujeres estarían vivas».
En su alocución, Sabrina Mowlah-Baksh, directora general de la Coalición Contra la Violencia Doméstica, lamentó la muerte de las mujeres «cuyas vidas les fueron arrebatadas por hombres cuya noción de la masculinidad está vinculada al ejercicio del poder y el control sobre las mujeres».
El 21 de enero, solo unos días antes de la conmemoración, la policía de Trinidad y Tobago estrenó una nueva unidad contra la violencia de género, que se centrará en casos de violencia machista y en violaciones de órdenes de alejamiento. El comisario de policía Gary Griffith, señaló que informar a la policía ayuda a salvar vidas y animó a los testigos a denunciar los casos de violencia machista.
Shireen Pollard, jefa de la recién formada unidad contra la violencia de género de la policía, estuvo presente en las actividades del Día Naranja.
Culpabilización de las víctimas y socialización de los jóvenes
Lamentablemente, pocos días después de la conmemoración, el país perdió a otra mujer asesinada por su pareja. El diario Newsday, que publicó un artículo sobre esta historia con el título «Según sus familiares, al asesino lo habían llevado al límite», fue muy criticado por su decisión de enfocar de esta forma el incidente:
En un comentario público en Facebook, Kathryn Stollmeyer-Wight escribió:
Don't you dare blame the victim.
Fed up of people making excuses for violence.
No se atrevan a culpar a la víctima.
Estoy harta de que la gente busque excusas para la violencia.
En Facebook, Darryn Dinesh Boodan añadió:
This is a deplorable headline and overall deplorable report. Singh's relatives believe that he is the real victim — not the person he murdered in cold blood.
Es un titular deplorable y un artículo deplorable en general. Los familiares de Singh creen que la auténtica víctima es él, y no la persona a quien mató a sangre fría.
También intervinieron algunos hombres en los medios sociales. Ian Michado Royer publicó una lista de sugerencias de «qué hacer cuando te llevan al límite», y añadió:
We need to stop enabling toxic masculinity and justifying psychopathic behaviour by victim shaming! If you taught your […] son some real time coping mechanisms and how to be a decent human being he wouldn’t have murdered someone because he was stressed out. #MissMeWithThatBullshit
Tenemos que dejar de transigir con la masculinidad tóxica y de justificar el comportamiento psicopático culpando a las víctimas. Si hubieran enseñado a su (…) hijo mecanismos reales para enfrentarse a los problemas y a ser un ser humano decente, no habría asesinado a alguien simplemente porque estaba estresado.
Anthony Morgan Beach coincidió con esta opinión:
1. Men and boys need to learn to treat women better (and a lot of that falls to men to teach them);
2. We need to teach our men and boys how to cope in various aspects of their lives:
3. We men need to do more in being our brothers’ keepers.
1. Los niños y los hombres tienen que aprender a tratar mejor a las mujeres (y buena parte de ese aprendizaje depende de lo que otros hombres les enseñan)
2. Tenemos que enseñar a nuestros niños y hombres cómo superar algunos aspectos de sus vidas
3. Los hombres tenemos que esforzarnos más en vigilar a nuestros hermanos.
Una de las mejores amigas de la víctima, Christa Prevatt, también criticó el artículo y defendió enérgicamente a las víctimas de feminicidio.
En su columna semanal en Newsday, Gabrielle Hosein, instructora del Instituto de Estudios de Género y Desarrollo de la universidad de las Indias Occidentales, dio en el clavo al escribir:
In contrast to the argument of provocation being spuriously promoted, none of these women was having an argument, being violent or abusing the men who killed them. They were only attempting to get up in the morning, go to work and move on. […]
Men’s killing of women is not a response to relationship rejection. These women endured and escaped chronic treat and abuse, in forms which are criminal offences. They didn’t ‘jilt’ a lover. They rejected terror and harm. They left a crime scene. Call it for what it is.
En contraste con el argumento de la provocación que se está difundiendo falsamente, ninguna de esas mujeres estaba discutiendo, ejerciendo violencia ni maltratando a los hombres que las asesinaron. Solo pretendían levantarse por la mañana, ir a trabajar y seguir con sus vidas.
Que un hombre mate a una mujer no es la respuesta al rechazo en una relación. Estas mujeres soportaron y escaparon de maltratos crónicos en formas que son delito. No «dejaron plantado» a un amante. Repudiaron el terror y el maltrato. Abandonaron la escena de un crimen. Llámenlo por su nombre.
Llamamiento regional a «cerrar las piernas»
Mientras tanto, en un interesante giro, la activista Nazma Muller, afirmó que «no nos dejaremos abatir y no aceptaremos este feminicidio», y convocó una huelga de sexo para protestar contra la violencia de género. Una activista de Jamaica aceptó el reto y la historia se ha propagado a otras islas, como San Cristóbal y Nieves.
En su anuncio de la huelga publicado en Facebook, Muller reveló que el concepto se había tomado de una exitosa huelga de sexo que se produjo en Liberia, y que fue determinante para acabar con la guerra civil del país. La manifestación regional de la huelga de sexo, dijo, tiene el propósito de «mantener a los hombres en la inopia hasta que obedezcan y pongan la causa de las mujeres en primer plano».
El concepto es simple, explicó:
We are doing this to show solidarity with our sisters who are suffering and to raise awareness of our demands for better security and better treatment.
Lo hacemos por solidaridad con nuestras hermanas que sufren, y para crear conciencia de nuestra exigencia de una mayor seguridad y un mejor trato.
Muller propone imponer la huelga de sexo hasta el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Aunque algunos internautas se oponen a la idea, no entienden qué podría conseguirse o están en contra de que el poder de las mujeres se reduzca a los favores sexuales, otros creen que tendrá un considerable impacto si las mujeres se unen para defenderse.
Venga en la forma que venga, el mensaje está claro: las mujeres están hartas.
(En Trinidad y Tobago) Si tpu o alguien de su entorno es víctima de violencia machista, te animamos a llamar a la policía a los números 555, 999 o 800-TIPS, o a denunciar los hechos en la comisaría más próxima.