El Gobierno de Jordania vigila y limita cada vez más el acceso a los contenidos web, probablemente como resultado directo de las protestas de la Primavera Árabe, durante las cuales los manifestantes usaron las plataformas en línea para organizar y difundir las actividades.
Algunas veces, esta moderación raya en la censura, que viene en forma de bloqueos de sitios web con el argumento de que no obtuvieron una licencia legal de prensa y publicación. Otras veces, se manifiesta a través de la restricción completa de los servicios, desde acceso a las aplicaciones de mensajería como WhatsApp durante los exámenes Tawjihi (universitarios) hasta el bloqueo de una revista digital LGBTQ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero y queer).
En Jordania, la censura en línea se ha normalizado y, a veces, se vuelve arbitraria.
Durante las protestas de fines de 2018 contra la austeridad, los jordanos denunciaron que no podían acceder a los videos en vivo de Facebook. Cuando fueron investigados, los funcionarios del Gobierno declararon que no habían puesto ninguna restricción de internet en las zonas donde se llevaban a cabo las protestas y, en cambio, atribuyeron la interrupción a una «falla técnica» de Facebook. La declaración fue desmentida por una investigación independiente que llevaron a cabo el Observatorio de Interferencia en la Red (OONI) y la Asociación de Código Abierto de Jordania (JOSA), en la que se concluyó que “la transmisión en directo de Facebook sufrió una interrupción momentánea durante las protestas”. El informe demostró que el bloqueo había sido una jugada astuta: solo impidieron el acceso de los usuarios a Facebook Live, pero el resto de las aplicaciones de Facebook seguían funcionando normalmente.
Dejando de lado la proeza técnica, el marco legal de Jordania permite bloquear contenidos web de forma metódica. Las enmiendas de 2012 a la ley de prensa y publicaciones concedieron a la Comisión de Medios de Jordania la capacidad de bloquear sitios web que se categorizan como “sitios de noticias”, pero que no cumplen con las estrictas condiciones de licenciamiento como la de contar con un jefe de redacción que sea miembro de la Asociación de Prensa de Jordania (JPA), con al menos cuatro años de antigüedad. Como resultado de esta enmienda, el Gobierno bloqueó de inmediato 291 sitios web. Las autoridades siguieron usando la enmienda a la ley para bloquear el acceso a sitios web sin garantizar a los ciudadanos el derecho de apelar esas decisiones.
En 2017, la Comisión de Medios envió una orden de bloquear el sitio web de la revista LGTBQ árabe MyKali, con sede en Amman, alegando que no contaba con la licencia que la adhería a la ley de prensa y publicaciones. En realidad, el sitio se volvió un blanco de censura luego de una entrevista con Dima Tahboub, parlamentaria y representante del partido conservador Frente de Acción Islámica, en Deutsche Welle. Durante la entrevista, Tahboub declaró abiertamente que la homosexualidad no se alineaba con la “moral y los ideales de Jordania”. Tras la entrevista, Tahboub siguió atacando a la comunidad LGBTQ de Jordania y centró sus críticas en MyKali, y dos semanas después, la Comisión de Medios bloqueó el sitio.
Para eludir la censura, MyKali empezó a publicar su contenido a través de Medium.com. Sin embargo, los intentos de bloqueo de las autoridades jordanas no cesaron ahí. En 2018, la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (TRC) solicitó a los proveedores de servicios de internet de Jordania el bloqueo de MyKali en Medium.com. Zain y Orange no acataron la orden, pero Umniah sí bloqueó todo el dominio de Medium.com, y así se mantuvo durante algunas semanas hasta que lo desbloquearon.
No es la primera vez que niegan a los jordanos el acceso a las principales plataformas y sitios internacionales. Entre septiembre de 2016 y enero de 2017, archive.org estuvo bloqueado. Archive.org es el archivo de internet que brinda acceso libre y abierto a casi medio billón de páginas web archivadas, libros digitalizados, películas y música. CitizenLab, 7iber y la Asociación de Código Abierto de Jordania investigaron el caso sin éxito: La Comisión de Medios “enfatizó que la decisión de bloqueo no había venido de ellos”, y que el sitio web nunca estuvo fuera de servicio. Cuando los presionaron aún más con los informes técnicos que probaban que el sitio efectivamente había sido bloqueado, el director de la Comisión de Medios solo respondió “sin comentarios». Sigue siendo un misterio el motivo del bloqueo.
Según un informe de CitizenLab de 2017, el procedimiento para bloquear el acceso a sitios web suele involucrar a estas tres entidades: la Comisión de Medios, la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones y las empresas de telecomunicaciones para activar el bloqueo.
Sin embargo, como lo demuestran los casos antes mencionados, estas decisiones suelen ser arbitrarias y poco transparentes, y por lo general, una vez que se ejecutó la orden de bloqueo, los usuarios no pueden apelar.
En una era cada vez más digital, el ciberespacio se ha vuelto un instrumento de movilización para los activistas y, para los usuarios, un medio para expresarse y acceder a la información. Por lo tanto, es crucial mantener el acceso ininterrumpido y sin censura a la información y a los canales digitales.
El Gobierno de Jordania debe tomar medidas para garantizar la protección de los derechos a la libertad de expresión e información en línea, y eso incluye aclarar qué autoridades tienen el poder regulador para bloquear contenidos y brindar a los ciudadanos los canales necesarios para apelar dichos bloqueos. Además, deben corregir las normas para la filtración y censura en línea de conformidad con las normas internacionales de libertad de expresión.