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¿Puede un querido teatro de Taskent resistir la demolición?

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Uzbekistán, Arte y cultura, Censura, Historia, Libertad de expresión, Literatura, Medios ciudadanos

«Barrio Ilkhom» se lee en este cartel en uzbeko en en Teatro Ilkhom en el centro de Taskent. Foto (c): Filip Noubel. Usada con autorización.

Un icónico teatro independiente en la capital de Uzbekistán está bajo amenaza de desalojo, lo que revela tensiones entre las élites políticas y económicas mientras el país más poblado de Asia Central emprende accidentadas reformas. Taskent cambia rápidamente, y una campaña pública está en marcha para salvar a uno de los espacios culturales independientes más queridos del país.

Retrato de homenaje al fundador del Teatro Ilkhom, Mark Weil. Foto (c): Filip Noubel. Usada con autorización.

Desde sus incios, el Teatro Ilkhom [1] en Taskent se distinguió como un lugar inusual. El nombre del teatro significa «inspiración» en uzbeko, y fue fundado en 1976 por Mark Weil [2], director artístico que logró algo asombroso: hasta cierto punto, pudo evitar la onmipresente censura de la época. Bajo el mando soviético, se consideraba a la cultura como otro dominio de ideología comunista, y su propósito era apoyar la línea del partido gobernante. En un sistema sin economía de mercado, funcionar sin subsidios estatales era casi imposible, pero Weil encontró la manera [3] —mientras mantenía un notable grado de independencia como director de arte de vanguardia.

La situación cambió significativamente cuando Uzbekistán declaró su independencia [4] en 1991: el capitalismo sin restricciones, junto con libertad de expresión sin precedentes, recorrió el país. Muchas instituciones culturales con apoyo estatal quebraron. Una vez más, Weil hizo su magia y pudo elevar el perfil del Teatro Ilkhom como renombrado espacio para drama experimental. El teatro fue galardonado con premios internacionales [5] y logró sobrevivir económicamente gracias a diversas subvenciones [6], dedicados asistentes al teatro, su propio café y escuela de drama, y apoyo del extranjero.

Afiche de la obra de Imitación del Corán de Mark Weil. Foto (c): Filip Noubel. Usada con autorización.

Cuando Uzbekistán cambió su política idiomática y promovió el uso del uzbeko [7] contra el antes privilegiado ruso, el Teatro Ilkhom también se volvió punto de encuentro para oradores intelectuales rusos, independientemente de su etnia.

La relativa ilbertad de expresión que hubo en la mayoría de Estados posoviéticos en la década de 1990 llegó a su fin en Uzbekistán tras una serie de bombardeos en 1999 [8], y quedó recortada luego de la agitación de Andiján de 2005 [9]. Aunque el Teatro While logró preservar una cierta libertad, tuvo un gran golpe el 7 de septiembre de 2007, cuando asesinaron a Weil. Las circunstancias de su asesinato siguen sin esclarecerse a la fecha. Los asesinos de While fueron arrestados [10], pero algunos observadores ubican sus motivos en el contexto de una sociedad conservadora, predominantemente musulmana. Por ejemplo, la obra «Imitación del Corán» de Weil, baada en un poema [11] del poeta ruso Alexander Pushkin, provocó controversia en la sociedad uzbeka —al igual que la homosexualidad de Weil.

Cabe destacar que los actores del Teatro Ilkhom decidieron actuar al día siguiente del asesinato de Weil. Sostuvieron que el «espectáculo debía seguir», lo que contribuyó a otra leyenda en torno al nombre Ilkhom.

Entran los buldóceres

Un nuevo capítulo comenzó en la historia de Uzbekistán en septiembre de 2016, cuando murió el presidente Islam Karimov [12], tras tres décadas de gobierno sin oposición. Lo sucedió el ex primer ministro Shavkat Mirziyoyev. [13] El país emprendió rápidamente un programa de reformas políticas y económicas con resultados combinados [14]. Aunque ha habido algo de liberalización en algunos rubros, la falta de acceso a la justicia, y la censura aún afectan profundamente a la sociedad uzbeka.

El Teatro Ilkhom ha sobrevivido a décadas de censura y turbulencia económica, pero ahora enfrenta otro adversario: masivo reordenamiento urbano en la capital uzbeka. El desenfrenado desarrollo urbano de años recientes ha destruido a muchos edificios emblemáticos [15] de la capital uzbeka del periodo soviético. Un ejemplo fue la demolición de la Casa de Cine [16] (Дом Кино) en enero de 2018, construcción de la era soviética que albergaba festivales internacionales de cine. El Gobierno justifica estas medidas como progreso, como parte de una acción para transformar la capital bajo la bandera de ciudad de Taskent [17], un proyecto de 3000 millones de dólares que ha convertido grandes partes de la ciudad en lotes de construcción.

El Teatro Ilkhom ocupa parte de la planta baja y sótano de un edificio más grande que también alberga el hotel Shodlik Palace. El 7 de febrero, los nuevos propietarios del edificio, la empresa Olefos Plaza, enviaron una carta [18] al Teatro Ilkhom para informar que desalojaran el lugar por trabajos de reconstrucción. La carta dice:

Здание внешнее в неприглядном состоянии находится в центре города и своим видом портит общий облик столицы.

El edificio presenta un exterior antiestético y se ubica en el centro de la ciudad; su estado actual echa a perder el aspecto general de la capital.

El teatro tenía un acuerdo especial con el propietario anterior que garantizaba una renta sin pago hasta 2023, con una prórroga automática del contrato por diez años más. Sin embargo, el contrato fue sustituido en 2017 cuando el Gobierno tomó el edificio y lo vendió a la empresa Ofelos Plaza. Tras el anuncio, trabajadores y partidarios del teatro lanzaron varias campañas en línea, como la etiqueta #SaveIlkhom [19] y #спасемильхом [20] en ruso en Facebook y Twitter.

En esta foto publicada por un habitante de Taskent, una muchacha sostiene un cartel que dice «Taskent necesita el Teatro Ilkhom»:

Nuestra heroína. Créeme, ¡trabajamos para salvar este lugar para ustedes!

También se lanzó un sitio web bilingüe [23] para lograr apoyo local e internacional, y publicar peticiones. Pero parece que no es solamente un movimiento opositor. De manera inusual, una voz que pide la preservación del teatro es la de Saida Mirziyoyeva, hija del actual presidente. Mirziyoyeva, que ejerce como subdirectora de la fundación estatal para desarrollo de medios masivos, escribió el 11 de febrero:

Me gustaría comentar sobre la situación en torno al Teatro Ilkhom. Me encanta el teatro, ¡y quiero asegurar a todos que no lo vamos a abandonar! ¡Ilkhom es el orgullo de nuestra vida cultural!

Con esperanza de sobrevivencia

Aunque parece que la declaración de Mirziyoyeva puede haberle dado al teatro una oportunidad de quedarse existe desde 1976, el personal está cauteloso. Según la subirectora Irina Bharat [30], el nuevo plan de los dueños del edificio es reconstruir todas las instalaciones en un plazo de dos años y añadir nuevos pisos, lo que significa:

Это, как мы понимаем, будет означать, что понадобится рыть котлован, и наш подвал будет разрушен

Como lo entendemos, deberán hacer una excavación, lo que significa que destruirán nuestro sótano.

Timur Karpov fotógrafo y productor de documentales uzbeko, dijo a Global Voices que la historia no había acabado:

Она, как и ее отец, имиджмейкеры, им необходимо иметь позитивный образ в глазах общественности. Сейчас все зависит от того, насколько далеко могут обе стороны зайти. Шансы отстоять есть, но если власти начнут давить на руководство театра, то они сто процентов прогнуться и скорее всего пойдут на компромисс, будут искать новое здание и возможно это затянется на годы.

[Mirziyoyeva] y su padre son creadores de imagen, necesitan una imagen positiva ante el público. Ahora todo depende de hasta dónde puedan llegar las partes. Hay una verdadera oportunidad de que Ilkhom pueda sobrevivir, pero si las autoridades empiezan a presionar a la gerencia del teatro, deberán darse por vencidos. Deberán llegar a un compromiso y encontrar un nuevo edificio. Todo el proceso tomará años.

Ashot Danielyan, poeta y rockero que organiza actividades en el teatro, cree que el teatro requiere protección formal del Estado, y no depender de los caprichos de los dueños de la edificación:

Спасти театр можно лишь одним способом- дать ему статус неприкосновенности, как месту исторического и культурного значения. Ильхом- в переводе означает вдохновение, для меня это одно из главных вдохновляющих мест города, с 2007 года мы проводим в театре единственный постоянный рок-фестиваль в Узбекистане, без театра- может исчезнуть и целый пласт альтернативной музыки, ведь для многих молодых групп это единственная доступная площадка для выступлений.

La única manera de salvar al teatro es volverlo intocable, como lugar de significado histórico y cultural. «Ilkhom» significa inspiración. Para mí, es uno de los lugares más inspiradores en Taskent. Desde 2007, es donde hemos estado organizando el único festival de rock del país. Sin este teatro, desaparecería toda la escena de música alternativa; para muchas bandas nuevas, es el único recinto disponible para las actuaciones.