Iglesias en Grecia y Macedonia del Norte se rehúsan a modificar celebraciones para evitar propagación del COVID-19

«Institución de la Eucaristía en la Última Cena» de Fra Angelico, 1442. Imagen en dominio público, Wikipedia.

Aunque el número de personas con COVID-19 sigue aumentando ininterrumpidamente en los Balcanes, algunas iglesias cristianas se rehúsan a cambiar las prácticas litúrgicas proclives a contribuir a la propagación del coronavirus.

En la celebración conocida como Sagrada Comunión o Eucaristía, los devotos cristianos ortodoxos beben vino consagrado que comparten de una cuchara, mientras que los católicos reciben la hostia, láminas de pan ácimo, directamente de la mano del sacerdote.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda evitar lugares altamente concurridos y aumentar los niveles de aseo e higiene personal para minimizar la propagación del virus mediante el contacto, el intercambio de fluidos corporales y a través del aire.

En un comunicado oficial del 13 de marzo, la Iglesia ortodoxa de Grecia dijo que no iba modificar las celebraciones para cumplir con las medidas de seguridad. Además agregó que el «coronavirus no se transmite mediante la Sagrada Comunión y que los fieles deberían rezar para que el virus mortal no se propague».

El obispo Klimis de la Iglesia ortodoxa de Grecia, metropolitano de Peristeri, municipio en la periferia de Atenas, dijo que quienes creen que el virus se puede propagar mediante celebraciones religiosas son blasfemos:

The Holy Communion is life. It is a miracle. It is a blasphemy to believe that the virus can be transmitted by receiving Holy Communion.

La Sagrada Comunión es vida. Es un milagro. Es blasfemia creer que el virus puede transmitirse por recibir la Sagrada Comunión.

Se han confirmado 89 casos de COVID-19 en Grecia y ninguna muerte hasta ahora.

Las autoridades, que recientemente cerraron escuelas y prohibieron las reuniones masivas en un esferuzo por prevenir la transmisión del virus, instaron a la Iglesia a replantearse la situación.

Sin embargo, los mismísimos funcionarios estatales parecen ignorar esas preocupaciones. El domingo 8 de marzo, un día festivo importante para los religiosos, el presidente y algunos ministros de Gobierno asistieron a una misa pública.

En la vecina Macedonia del Norte, el Arzobispado de Ohrid, perteneciente a la Iglesia ortodoxa macedonia, parece haber elegido el mismo camino. Aunque la iglesia aún no ha lanzado ningún comunicado oficial sobre el brote, ha continuado con la celebración de la Sagrada Comunión normalmente.

Se encendieron las alarmas cuando el sitio web oficial del diócesis Prespa-Pelagonia publicó la traducción de un artículo del sitio web ruso Pravoslavie.ru («cristianismo ortodoxo») que declaraba que era «imposible que los creyentes se infectaran durante las celebraciones religiosas».

El texto está firmado por el sacerdote ruso Sergey Adonin, quien dice tener conocimiento sobre microbiología y experiencia laboral en hospitales. Además, el artículo resaltó que la regla de utilizar la misma cuchara instituida en Bizancio en el siglo VII no ha dañado a nadie hasta el momento, ya que «la fe en Dios protege tanto a los feligreses como a los sacerdotes».

Asimismo en Macedonia del Norte, propagandistas de derecha expresaron su apoyo a la iglesia. Por ejemplo, un presentador de televisión conservador, que antes había apoyado a activistas antivacunas, se jactó en Twitter de haber participado en celebraciones religiosas riesgosas:

A pesar del pedido de las autoridades sanitarias, los creyentes recibieron la Sagrada Comunión sin miedo al coronavirus.
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¡Recibí la Sagrada Comunión el domingo pasado en la Iglesia de la Sagrada Anunciación que es parte del Centro Clínico de Skopie y lo volvería a hacer! ¿A ti qué te importa?

Sladjana Velkov, celebridad antivacunas que opera en Serbia y Macedonia del Norte, declaró recientemente que la situación «no es seria» y que el nuevo virus es «solo como un resfriado común, que, como otros casos de resfriado común, afecta solamente a personas mayores de edad con problemas inmunológicos».

Mientras tanto, desde Italia, donde más de 631 personas murieron por la infección y más de 10 000 se ven afectadas, este usuario tuiteó:

Por favor, por favor, oigan. Aquí en el norte de Italia cometimos un grave error. Todos decían: «Es solo una gripe». Y ahora nuestras unidades de cuidado intensivo están colapsando. Todos siguieron saliendo como si nada pasara y ahora nuestros abuelos y padres están muriendo. El coronavirus no es gripe.

Hasta ahora, se han confirmado siete casos de COVID-19 en Macedonia del Norte; 25 en Eslovenia; 13 en Croacia; seis en Albania; cinco en Serbia; cinco en Bosnia; y ninguno en Montenegro.

Además, ha habido 28 casos en Rumania y seis en Bulgaria.

Cristianos en otras partes del mundo

El mundo ha sido testigo de la propagación del nuevo coronavirus mediante las congregaciones religiosas.

En febrero, se comprobó gran mayoría de los 7400 casos de COVID-19 confirmados en Corea del Sur, país que hasta ese momento parecía tener el brote bajo control, se originaron en el grupo de la Iglesia de Jesús Shincheonji.

Se presentaron acusaciones penales contra la secta, a menudo llamada culto, y de su líder de 88 años, quien se disculpó públicamente.

Mientras tanto, la Diócesis Ortodoxa de Corea del Sur anunció cambios en las prácticas litúrgicas para seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud:

1. During the Divine Liturgy all believers will wear masks.

2. Before entering the Church, they will disinfect their hands with a disinfectant present at the entrance of the Church.

3. They will not shake hands with anyone.

4. They will not kiss the hand of the Clergy.

5. They will not kiss the Icons, but they will bow before them.

6. They will not use the liturgical books at the time of prayer.

7. They will not receive the Antidoron from the Clergy, but on their own as they leave the church.

8. The Agape Meal will not be served following the Sunday Liturgy.

9. The various group meetings of the Faithful as well as the Catechumens will not take place.

1. Durante la Divina Liturgia, todos los creyentes deberán usar máscaras.

2. Antes de ingresar a la iglesia, deberán desinfectarse las manos con desinfectante en la entrada.

3. Nadie se dará apretones de manos.

4. Nadie besará la mano del clérigo.

5. Nadie besará íconos, pero se inclinarán ante ellos a modo de reverencia.

6. Nadie utilizará los libros litúrgicos a la hora del rezo.

7. Nadie recibirá Antidoron del Clero, pero se podrá tomar por cuenta propia al retirarse de la iglesia.

8. No se servirá el ágape luego de la liturgia del domingo.

9. No se llevarán a cabo reuniones de grupos de fieles ni catecúmenos.

Algunas iglesias en Europa han adoptado medidas similares, como la Iglesia católica en Italia.

La diócesis en Croacia también promulgó reglas restrictivas; en Francias, un sitio de peregrinación en la ciudad de Lourdes cerró.

La Iglesia ortodoxa de Rumania anunció por decreto que «se tomaron medidas excepcionales solo por la amenaza de una epidemia»:

Believers who are afraid of virus transmission may temporarily refrain from kissing the holy icons in the churches. They can exceptionally ask the priest to use their own spoon for the Holy Communion.

Los creyentes que le temen a la transmisión del virus pueden evitar temporalmente besar los íconos sagrados en las iglesias. Además, excepcionalmente pueden pedirle al sacerdote utilizar sus propias cucharas para la Sagrada Comunión.

Luego de que Italia declarase el cierre completo de emergencia en territorio nacional, otros estados europeos, por ejemplo República Checa, que también tomó medidas el 10 de marzo, como el cierre de las escuelas.

El Gobierno de Macedonia de Norte declaró el estado de emergencia y además cerró jardines, escuelas, y universidades por dos semanas.

Revisa la la cobertura especial de Global Voices del impacto global del COVID-19.

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