Croacia: Cientos de personas sin techo por terremoto en medio de crisis de COVID-19

Ciudadanos de Zagreb mantienen la distancia social bajo la tenue nevada luego de que un terremoto los obligó a dejar sus casas la mañana del 22 de marzo de 2020. Foto de Tomislav Medak (CC-BY).

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El terremoto que sufrió Zagreb, Croacia, el 22 de marzo dejó 26 heridos y una muerte: una niña de 15 años que fue hospitalizada en estado crítico ⁠y falleció dos días después.

El sismo ocurrió poco después de que la ciudad pusiera en marcha las medidas de restricción para desacelerar la propagación de la COVID-19, hecho que sumó un nuevo motivo de estrés para los croatas.

Una publicación muy difundida y comentada del activista y académico Tomislav Medak captura el sentimiento colectivo posterior al terremoto. Fue publicada en forma de ensayo por varios medios en línea:

The scene at 6.30 in the morning outside of my building was just surreal: waiting it out as aftershocks kept coming, people were abiding by the advised distance, standing meters apart. Each person isolated for themselves, freezing as the northern wind was turning the morning mist into faint snow. Everybody desiring closeness and warmth where none was allowed. Neither to enter back into the building to isolate nor to come closer to huddle together. Surreal. By the end of the day, the damage from the earthquake turned out to be limited, not many people got hurt, some were left without a roof, some friends too. Plenty of chaos for many people, possibly some super-spreading moments. At least, hopefully, we saw the last of the big tectonic activity.

However, amid the total lockdown due to the coronavirus, this was the straw that broke the camel's back. For weeks now we have been living day by day awaiting consequences of our collective isolation that will only have concretised — numbered in cases and deaths — two weeks later. Those «two weeks later» are an abstraction imposed on the concrete time that we are now living day by day. And yesterday, suddenly there was an irruption of reality. An earthquake that jolts you out of bed, out of that abstract time of a delayed threat into an immediacy of an existential threat — and breaks the camel's back. You are brought to the brink of tears. And that feeling of vulnerability has persisted throughout the day. It will take a couple of nights for the apprehension of a next jolt to wear off.

It's a minor trauma, and it will take some nights to wear off. I'm sure that you all, where ever you are amid this pandemic, are feeling this brink approaching, but there just might be no irruption of an earthquake to bring you across that bring. Hopefully, that remains so…

La escena de las 6:30 de la mañana frente a mi edificio era surrealista: En espera de las réplicas, la gente cumplía con la distancia recomendada, parados a metros unos de otros. Cada uno se aislaba, a pesar de que el viento del norte convertía la bruma matutina en una fina nieve. Todos deseaban cercanía y calor, pero no estaba permitido. Tampoco entrar al edificio para aislarse ni acercarse para acurrucarse juntos. Surrealista. Hacia el final del día, el daño del terremoto resultó pequeño: hubo pocos heridos, algunos se quedaron sin techo, incluso varios amigos. Un gran caos para muchos, posiblemente, algunos momentos de mucha dispersión. Al menos, con suerte, presenciamos la última gran actividad telúrica.

Sin embargo, en medio del bloqueo total por el coronavirus, esta fue la gota que derramó el vaso. Durante semanas hemos vivido día a día en espera del resultado de nuestro aislamiento colectivo que solo se verá concretado (en números de casos y muertes) dos semanas después. Esas «dos semanas después» son una abstracción impuesta sobre el tiempo concreto que hoy vivimos día a día. Y de repente, ayer irrumpió la realidad. Un terremoto que te saca de la cama, te saca del tiempo abstracto de una amenaza postergada hacia la inmediatez de una amenaza existencial… y que derrama el vaso. Te lleva a estallar en lágrimas. Y esa sensación de vulnerabilidad se mantuvo a lo largo del día. Pasarán un par de días antes de que desaparezca la aprehensión por una próxima sacudida.

Es un trauma menor y tardará unos días en disiparse. Seguro que todos, donde quiera que estén en medio de esta pandemia, sienten que se acerca ese límite, pero puede no ser la irrupción de un terremoto la que te lleve a cruzarlo. Con suerte, así permanece…

Más de 20 000 personas informaron daños en sus viviendas. El Estado envió 170 expertos para evaluar los edificios afectados, y los análisis iniciales indican que algunos quizá tengan que ser demolidos por completo. Es probable que las obras de reparación se vean postergadas en vista de que las medidas contra la COVID-19 disminuyeron la mano de obra disponible.

Algunas partes de la ciudad también quedaron sin calefacción, ya que el terremoto dañó parte de la red de distribución de gas. Esto es especialmente preocupante, puesto que un frente de frío bajó la temperatura drásticamente en la región la última semana de marzo.

Casi 300 personas decidieron usar los albergues provisionales que dispuso el Gobierno en los dormitorios estudiantiles, y otros se fueron de la capital o se quedan con familiares o amigos. Los usuarios de redes sociales expresaron su preocupación por que esta inesperada dispersión pueda incrementar el riesgo de contagio de la COVID-19.

El 24 de marzo, el ministro de Propiedad Estatal, Mario Banožić, dijo que el Estado dispondrá de al menos 30 apartamentos para las familias afectadas.

Las autoridades emitieron una advertencia sobre timadores que se aprovecharon de las víctimas del terremoto haciéndose pasar por inspectores y que cobraban por la evaluación de daños, procedimiento que el Gobierno efectivamente brinda, pero de forma gratuita.

Unos pocos edificios públicos sufrieron daños muy extensos durante el terremoto y ahora se encuentran inhabilitados. Entre otros, el edificio del Parlamento, el rectorado de la Universidad de Zagreb y varios museos. Los ciudadanos lamentaron la pérdida del patrimonio cultural en las redes:

??¡¡¡NO NO NO NO NO NO!!! Llegan las primeras fotos del Museo Arqueológico de Zagreb que muestran el enorme daño en las colecciones griegas y romanas, prehistóricas y egipcias, ¡¡¡todo, todo todo!!! ????

? HILO: Tras el terremoto de ayer en Zagreb, los primeros informes muestran el daño catastrófico del museo más antiguo y hermoso de Croacia, el Museo de Artes y Oficios (MUO)

El edificio que alberga el Museo de Historia Natural de Croacia quedó con graves grietas en el techo y fue cerrado de inmediato al público. Los expertos advirtieron que era inminente un colapso total y urgieron a las autoridades a trasladar la colección de inmediato.

Verificación de datos

El destacado portal de noticias Index.hr verificó la reiterada afirmación, incluso repetida por el primer ministro, Andrej Plenković, de que el terremoto de magnitud 5.3 fue el «más fuerte que haya golpeado a Zagreb en 140 años».

En realidad, el Gran Terremoto de Zagreb de 1880, de magnitud 6.3 en la escala de Richter, ha sido el más fuerte que se haya registrado, y la ciudad ha sobrevivido a uno de 5.5 en 1905 y otro de 6.1 en 1906, según datos del Servicio Sismológico.

Durante el siglo XX se registraron unos diez terremotos de magnitud superior a 5.0.

Pedido de donaciones dentro y fuera del país

El Gobierno croata abrió un fondo de donación para ayudar a los afectados por el terremoto de Zagreb y por el coronavirus. Las campañas se titulan “Juntos por Zagreb» y «Croacia contra el coronavirus”.

To donate to “Together with Zagreb”

Donations within Croatia are paid to the account: HR1210010051863000160, with reference to the approval number: HR68 5371 – and their OIB number. 

Donations from outside Croatia will go into the account of the Ministry of Finance with the Croatian National Bank, to the account number IBAN: HR12 1001 0051 8630 0016 0

“To donate to «Croatia against coronavirus”.

Donations within Croatia are paid into the account HR1210010051863000160, with reference to the approval number: HR68 5380 – and their OIB.

Donations from outside Croatia are paid into the account of the Ministry of Finance with the Croatian National Bank, to the account number: IBAN: HR12 1001 0051 8630 0016 0

Para donar a “Juntos por Zagreb”

Las donaciones desde adentro de Criacia se depositan en la cuenta: HR1210010051863000160, con referencia al código de aprobación: HR68 5371 y su número de OIB. 

Las donaciones desde el exterior se transfieren a la cuenta del ministerio de Finanzas con el Banco Nacional de Croacia, a la cuenta número: IBAN: HR12 1001 0051 8630 0016 0

Para donar a “Croacia contra el coronavirus”.

Las donaciones desde adentro de Croacia se depositan en la cuenta HR1210010051863000160,con referencia al código de aprobación: HR68 5380 y si número de OIB.

Las donaciones desde el exterior se transfieren a la cuenta del ministerio de Finanzas con el Banco Nacional de Croacia, a la cuenta número: IBAN: HR12 1001 0051 8630 0016 0

El primer ministro Plenković anunció que todos los miembros del Gobierno donarán sus salarios de marzo para la cuenta de «Juntos por Zagreb», para así dar un ejemplo de solidaridad.

Los ciudadanos aprovecharon las redes sociales para promover la iniciativa de donación. Jaka Primorac resumió la situación en una publicación de Facebook:

It was a bloody scary Sunday morning and my skyscraper swayed to and fro. I felt like I was on a boat and the earth never looked more far away from my twelfth floor. I am fine and our folks are fine. But some other people literally don’t have roofs over their heads. And it’s snowing in March, and the hurricane-style wind is blowing. It is not funny. They say Godzilla is coming to Zagreb on Friday and locusts are gonna fly around its head. Did I mention there is a Coronavirus around as well? In any case, donate, please.

Fue una aterradora mañana de domingo, mi rascacielos se sacudió de un lado a otro. Desde el piso 12, sentía que estaba en un bote y que la tierra nunca había parecido más lejana. Estoy bien y mis amigos también. Pero otras personas, literalmente, no tienen un techo. Y está nevando en marzo, y el viento huracanado sopla. No es nada lindo. Dicen que Godzilla viene a Zagreb el viernes y las langostas van a volar en torno a su cabeza. ¿Mencioné que también está el coronavirus dando vueltas? Sea como sea, por favor, donen.

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