El autor de cómics italiano Giovanni Romanini falleció a los 75 años el 20 de marzo de 2020, en Bolonia, su ciudad natal, a causa de un aneurisma cerebral. Un funeral público se llevará a cabo luego del término de la cuarentena por COVID-19 en Italia.
Sus colegas, que de forma cariñosa lo llamaban «Gran Maestro» o simplemente Giò, admiraban a Romanini por el amplio alcance de su talento como artista del cómic, lo que incluía dibujo con bolígrafo, entintado, pintura y escritura de guiones.
En su tierra natal, Romanini fue aclamado como un colaborador permanente de la fallecida leyenda de los cómics Magnus, el seudónimo de Roberto Raviola (1939-1996). El periódico italiano La Stampa denominó a Romanini el «escudero de Raviola» en un obituario.
Su colaboración comenzó en los sesenta con la serie «Kriminal» y el libro «Satanik,» ambos son clásicos del género fumetto nero («cómic negro») —thrillers policíacos en blanco y negro con elementos de terror y sexo.
Su trabajo en conjunto continuó con «Alan Ford,» una parodia grotesca del género de espionaje creada por el escritor Max Bunker y Magnus, la que Romanini ayudó a ilustrar. La aclamada serie celebró su aniversario número 50 el 2019, lograron estado de culto a través de la ex-Yugoslavia (todavía se imprime en Italia y Serbia).
Después de la muerte de Romanini, algunos medios en los Balcanes publicaron obituarios que lo describen como el «ilustrador de ‘Alan Ford'», lo que da a entender que lo hacía solo. En realidad, era uno de varios ilustradores de la serie y solo recibió crédito como tal en las ediciones 114, 121 y 124.
A finales de la década de 1970, Romanini se unió de nuevo a Magnus para producir «La Compagnia della Forca«, mezcla de fantasía épica y humor en un formato similar al de Alan Ford.
Compuesta de 20 números de 120 páginas cada una, la historia gira en torno a un grupo soldadesco de mercenarios del Renacimiento y sus desgracias por Europa y el sudeste asiático, inspirada por las impresiones que los autores tuvieron al viajar a esos lugares.
«La Compagnia della Forca» es considerada como la obra maestra de Romanini y Magnus.
En la década de 1980, Romanini ilustró al «Pato Donald» para Topolino, revista italiana que publicaba cómics de Disney. En paralelo, Romanini trabajó con Lucio Filippucci en un cómic acerca de Cicciolina, actriz porno húngara que fue parlamentaria italiana en 1987.
Muchos fanáticos yugoslavos de las obras de Romanini recién supieron de él en 1986, cuando se publicó una traducción al croata de «La Compagnia della Forca». Eso sucedió porque los editores yugoslavos de cómics con licencia omitieron el nombre de algunos colaboradores y mencionaban solo a las «estrellas», como Magnus y Bunker. Ese fue el caso de los cómics de Disney, que eran bastante populares en Yugoslavia en ese entonces –también estaban firmados como «Walt Disney,» a pesar de que Disney había fallecido décadas antes.
En los siete años previos a su muerte en 1996 por cáncer, Magnus trabajó con Claudio Nizzi en un proyecto especial de Tex Willer, el personaje principal de la influyente serie italiana de cómics del oeste «Tex«.
En la novela gráfica «Tex: El valle del terror«, el enfermizo perfeccionista de Magnus, se empeñó en hacer justicia al querido personaje y pasó inmerso en la obra cuatro años después del plazo de publicación original. Cuando decidió que no estaba satisfecho con la calidad de sus dibujos de caballos es que le pidió ayuda a Romanini.
El siguiente video muestra la habilidad de Romanini en el dibujo y entintado de Kit Carson, personaje icónico de las historias de «Tex».
Salvo cuatro viñetas, Giò terminó dibujó todas las viñetas con caballos en la novela gráfica y también ayudó con el entintado. Su contribución fue reconocida en las introducciones de todas las ediciones del libro, que se publicó en 1996 en Italia, el 2013 en Croacia y el 2014 en Serbia.
El trabajo de Romanini en Tex dio como resultado una relación de trabajo duradera con Sergio Bonelli Editore, la mayor editorial de cómics de Italia, que en el sur de Europa tiene un rol similar al de Marvel en Estados Unidos.
En sus últimas décadas, Romanini ilustró 30 ediciones de «Martin Mystère», incluso algunas memorables como «Gli dei del tramonto» [Dioses crepusculares en español]. Esta serie de cómics goza de considerable popularidad en Italia y a través de la ex-Yugoslavia, y publicó también en otros países. Además, se convirtió en una franquicia rentable al producir una serie animada de televisión y videojuegos.
Muchos de los colegas de Romanini recordaron su vida en las redes sociales, que a menudo mostraba fotos de trabajos conjuntos, lo que no se ajusta al estereotipo del geniecito introvertido que suele asociarse con los creadores de cómics en Estados Unidos.
Por ejemplo, el escritor de cómics y cineasta Giovanni Eccher, que dirigió un documental sobre Magnus el 2007, publicó una foto de Romanini conduciendo una motocicleta a toda velocidad con la leyenda «este es Giovanni Romanini para mí».
En realidad, muchos artistas del cómic llevan vidas muy coloridas, llenas de aventuras que se opondrían a las de sus personajes de ficción. Una de las figuras que son más grandes que la vida es Hugo Pratt (1927-1995), que pasó partes de su vida en Etiopía, Argentina y tiene hijos en Brasil.
Muchos autores de cómics que trabajaron con Romanini también encajarían a la perfección. Los pícnics para empleados de Gian Luigi Bonelli (1908-2001), creador de Tex Willer, incluían pasear en lancha y dispararle a latas con revólveres Colt 45. Su hijo Sergio Bonelli (1932-2011) exploró la selva amazónica, que resultó ser el escenario para su serie «Mister No«.
Romanini escribió en su sitio web:
Un personaggio che non fa mai errori e si comporta sempre in modo impeccabile, non è affatto interessante.
Un personaje que nunca comete errores y siempre se comporta de manera impecable no es un personaje interesante en absoluto.