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Entrevista con Afgan Mukhtarli, periodista azerbaiyano secuestrado que ahora está libre

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Azerbaiyán, Georgia, Derechos humanos, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Últimas noticias

Leyla Mustafayeva abraza a su esposo, el periodista Afgan Mukhtarli, a su llegada a Berlín el 17 de marzo. Foto (c): Centro Europeo para Libertad de Prensa y Medios.

El 17 de marzo, el periodista azerbaiyano Afgan Mukhtarli llegó al aeropuerto de Schönefeld de Berlín, donde se reunió con su esposa y su hija. Había estado casi tres años en una cárcel azerbaiyana, la mitad de una condena de seis años considerada como políticamente motivación y en represalia por sus reportajes de investigación.

La liberación de Mukhtarli es mucho más significativa por las escandalosas circunstancias de su detención –o más bien, de su secuestro.

El 29 de mayo de 2017 Mukhtarli salió de su casa en Tiflis, la capital de Georgia, para reunirse con un amigo en un café. A las 19:00 horas, llamó a su esposa, la periodista Leyla Mustafayeva, para decirle que pronto llegaría a casa. Pero nunca llegó.

Periodista Afgan Mukhtarli en Tiflis. Captura de pantalla de YouTube / Kavkazskiye Novosti.

En cambio, Mukhtarli apareció dos días después en una celda en la capital azerbaiyana, Bakú. Le dijo a un abogado que había sido detenido por hombres vestidos con uniformes de policía georgianos que le llenaron los bolsillos de billetes, lo metieron en un coche y lo condujeron a través de la frontera a Azerbaiyán, donde fue arrestado por cruzar la frontera ilegalmente y por contrabando de dinero. El primer ministro de Georgia negó todas las acusaciones de que su Gobierno tuviera alguna complicidad en el arresto, pero muchos se mantuvieron escépticos. En los años anteriores a la detención de Mukhtarli, Tiflis se había convertido en el hogar de una próspera comunidad de disidentes políticos y periodistas independientes de Azerbaiyán, que se sentían atraídos por la relativa libertad de expresión de Georgia.

Pero ahora, emprezaron a preguntarse quién desaparecería despues [1], y si Georgia era realmente seguro.

Desde 2015, Georgia había sido ese refugio seguro para Afgan Mukhtarli. Fue el año en que él y su familia dejaron Azerbaiyán después de ser acosados por su periodismo de investigación. Mukhtarli había colaborado con MeydanTV [2], medio independiente azerbaiyano en el exilio, y con el Proyecto de Información sobre la Delincuencia Organizada y la Corrupción (OCCRP) [3] en investigaciones de alto nivel que implicaban a funcionarios del Estado, a veces hasta a la familia Aliyev, que ha  gobernado Azerbaiyán desde 1993. Era el trabajo que estaba destinado a herir susceptiblidades.

Entrevisté a Mukhtarli sobre sus experiencias y su esperanza para el futuro. Sus respuestas, en azerbaiyano, fueron traducidas por su esposa Leyla Mustafayeva.

Maxim Edwards: ¿Por qué crees que las autoridades te dejaron en libertad? ¿Y por qué eligieron liberarte ahora?

Afgan Mukhtarli: My release was thanks to pressure by members of the Council of Europe (CoE) and the European Parliament. [CoE Commissioner for Human Rights] Dunja Mijatović and [Icelandic politician] Þórhildur Ævarsdóttir even visited me in prison. It was also due to negotiations between the Azerbaijani and German authorities, which began last October. They were very helpful; as I didn't have any documents with me when I was kidnapped and brought to Azerbaijan, the authorities provided me with a passport once these talks had started. The German authorities had granted me a visa last year to reunite with my family, but I was not released at the time; there were multiple court hearings about my case in late 2019. I even heard rumours that [President Ilham] Aliyev was planning to sign a decree pardoning me this March. That also never happened, but I was eventually released a bit later, after the parliamentary elections.

Afgan Mukhtarli: Mi liberación fue gracias a la presión de los miembros del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo. Dunja Mijatović y el político islandés Þórhildur Ævarsdóttir me visitaron en la cárcel. También se debió a las negociaciones entre las autoridades azerbaiyanas y alemanas, que comenzaron en octubre de 2019. Fueron de gran ayuda; como no llevaba ningún documento conmigo cuando me secuestraron y llevaron a Azerbaiyán, las autoridades me dieron un pasaporte una vez iniciadas las conversaciones. Las autoridades alemanas me habían concedido una visa en 2019 para reunirme con mi familia, pero no me liberaron en ese momento; hubo múltiples audiencias judiciales sobre mi caso a finales de 2019. Incluso oí rumores de que [el presidente Ilham] Aliyev planeaba firmar un decreto de indulto en marzo de este año. Eso tampoco ocurrió, pero finalmente fui liberado algo después, tras las elecciones parlamentarias..

ME: ¿La lección entonces es que las campañas de medios y defensa realmente funcionan en estas circunstancias?

AM: Sure, the media campaign had a big impact and I'm very grateful. In Georgia there was a lot of noise about it; many media organisations covered the news and campaigned for me. They raised public awareness in the Caucasus and worldwide. But the campaigns, the protests in European countries didn't just trigger my release, they also helped me in other ways. They probably changed the way I was treated in prison. I'm sure that if there had not been any such campaigns, I could have faced a much, much harder time in prison. I hope that this publicity continues, and that it puts pressure on the authorities over how they treat political prisoners in Azerbaijan.

AM: Claro, la campaña mediática tuvo gran impacto y estoy muy agradecido. En Georgia hubo mucho ruido al respecto; muchas organizaciones de medios cubrieron las noticias e hicieron campaña por mí. Lo dieron a conocer al público en el Cáucaso y en todo el mundo. Pero las campañas, las protestas en los países europeos no solamente desencadenaron mi liberación, sino que también me ayudaron de otras maneras. Probablemente cambiaron cómo me trataron en la cárcel. Estoy seguro de que si no hubiera habido esas campañas, podría haber enfrentado un tiempo mucho, mucho más difícil en la cárcel. Espero que esta publicidad continúe y que ejerza presión sobre las autoridades sobre cómo tratan a los presos políticos en Azerbaiyán..

ME: ¿Y cómo describirías las condiciones de tu encarcelamiento? ¿Cómo te trataron?

AM: After I crossed the Georgian border and was handed over to the Azerbaijani authorities, I wasn't tortured. But there were plenty of other restrictions: on phone calls, meetings with relatives, and so on. I wasn't allowed to meet with my mother, brothers, or any other relatives for six months. I didn't have any access to my family, to my wife, for a year. I couldn't contact friends over the telephone. I had several lawyers, but the one I met with most frequently in prison was Nemat Kerimli. His licence to practice law was suspended [4] [in 2018], I think because he was working with me. The deputy chairman of the prison [Emin Eminaliyev] was very aggressive towards Kerimli and confiscated all the documents he had after our meeting in prison. That was a violation of confidentiality between me and my lawyer. I tried to file a complaint to the court, but they refused to even consider it, giving different excuses. [In September 2019, Mukhtarli went on hunger strike [5] in protest at this alleged mistreatment of his lawyer — ed.]

Political prisoners were controlled twice as tightly as the other inmates. We couldn't have books with any political content. When I raised the subject with prison staff they told me that those restrictions had nothing to do with the state penitential service. They said they received theose orders from the presidential administration.

AM: Después de que crucé la frontera de Georgia y me entregaron a las autoridades azerbaiyanas, no me torturaron. Pero había muchas otras restricciones: llamadas telefónicas, reuniones con familiares, etc. No se me permitió reunirme con mi madre, mis hermanos ni ningún otro pariente durante seis meses. No tuve acceso a mi familia, a mi esposa durante un año. No podía contactar con amigos por teléfono. Tenía varios abogados, pero con el que me reunía más a menudo en la cárcel era Nemat Kerimli. Su licencia para ejercer la abogacía fue suspendida [4] [en 2018], creo que porque estaba trabajando conmigo. El vicepresidente de la prisión [Emin Eminaliyev] fue muy agresivo con Kerimli y confiscó todos los documentos que tenía después de nuestro encuentro en la prisión. Eso fue una violación de la confidencialidad entre mi abogado y yo. Intenté presentar una queja al tribunal, pero se negaron a considerarla con diferentes excusas. En septiembre de 2019, Mukhtarli inició una huelga de hambre [5] en protesta por el supuesto maltrato a su abogado.

A los prisioneros políticos los controlaban el doble que a los demás reclusos. No podíamos tener libros con contenido político. Cuando hablé del tema con el personal de la prisión me dijeron que esas restricciones no tenían nada que ver con el servicio penitenciario estatal. Dijeron que recibían esas órdenes de la administración presidencial..

ME: ¿Qué significa tu liberación para las autoridades georgianas? En el momento de tu secuestro, hubo muchas especulaciones sobre lo que las autoridades georgianas podrían saber. ¿Crees que Georgia sigue siendo un lugar seguro para los disidentes azerbaiyanos?

AM: No, I don't think Georgia is a safe country. Even today, I'm convinced that the Georgian authorities — the chief prosecutor's office, the law enforcement agencies— are just going to repeat the same statements they've made before. They can't do anything else. If they admit that I really was kidnapped in Georgia and handed over to the Azerbaijani authorities illegally, that could result in the resignation of the Georgian government. The ruling party isn't prepared to risk losing its authority over the kidnapping of one journalist. They won't say anything.

I've been free for over a week now. In that time, I've given a lot of interviews to the Georgian media. I've even accused the Georgian side of receiving bribes for my abduction. But nobody from the Georgian authorities has said anything about my release or my comment about bribery. Earlier, the Georgian prosecutor's office made excuses, accusing the Azerbaijani side of refusing to allow them access to me. They said that as they had not been able to question me in prison in Azerbaijan, they were unable to carry out a proper investigation. But now I'm free. And nobody from the Georgian prosecutor's office or law enforcement has contacted me yet regarding my testimony.

AM: No, no creo que Georgia sea un país seguro. Incluso hoy, estoy convencido de que las autoridades georgianas –la Fiscalía General, organismos que hacen cumplir la ley– van a repetir las mismas declaraciones que han hecho antes. No pueden hacer nada más. Si admiten que realmente me secuestraron en Georgia y me entregaron a las autoridades azerbaiyanas ilegalmente, eso podría dar lugar a la renuncia del Gobierno de Georgia. El partido gobernante no está dispuesto a arriesgarse a perder su autoridad por el secuestro de un periodista. No dirán nada.

Me liberaron hace más de una semana. En ese tiempo, he dado muchas entrevistas a los medios georgianos. Incluso he acusado a la parte georgiana de recibir sobornos por mi secuestro. Pero nadie de las autoridades georgianas ha dicho nada sobre mi liberación ni mi comentario sobre el soborno. Antes, la oficina del fiscal georgiano presentó excusas, acusó a la parte azerbaiyana de no permitirles acceder a mí. Dijeron que como no habían podido interrogarme en la prisión de Azerbaiyán, no podían llevar a cabo una investigación adecuada. Pero ahora estoy libre. Y nadie de la fiscalía no organismos legales se ha puesto en contacto conmigo todavía en relación con mi testimonio..

ME: Desde tu liberación, ha habido más arrestos de alto perfil de figuras de la oposición en Azerbaiyán. Algunos observadores se preguntan si es el comienzo de otra ola de persecución política. ¿Cuáles son tus predicciones?

AM: Oppression of activists and civil society never really relaxed. The authorities are aggressive towards independent and critically minded people in Azerbaijani society. So my release alone doesn't mean that the authorities are going to soften their attitude towards them. Remember that there are still more than 100 political prisoners in Azerbaijan. The political situation in general has been harsh since 1993, but things have deteriorated even more since Ilham Aliyev took power in 2003. It's generally a bad atmosphere for journalists. Around three journalists have been killed in Azerbaijan in recent years: they are Elmar Huseynov [6], Rasim Aliyev [7], and Rafiq Tagi [8].

The blogger Mehman Galandarov [9] was found dead in prison in 2017. I suspect that Galandarov's death was related to my arrest: he was arrested just a month before I was kidnapped. He had also lived in Tbilisi and attended protest rallies in front of the Azerbaijani embassy. One day, he had to return to Azerbaijan for family reasons and was detained once he arrived. Three months later, he was found dead in pre-trial detention. There were other arrests too. The same year, the opposition activist Gozel Bayramli [10] was arrested when she returned to Azerbaijan from Georgia. I suspect that all these arrests were somehow connected and coordinated by the Azerbaijani authorities.

What's next? Before the Nowruz Holiday, Ilham Aliyev gave a speech [11] addressing the political situation in the country and his plans for fighting the coronavirus. The president said that the authorities will fight against the «fifth column.» A few days later, [opposition leader] Tofig Yagublu was detained. I don't think his arrest will be the last. I think there will be more arrests in the months ahead.

AM: La opresión de los activistas y la sociedad civil nunca se relajó realmente. Las autoridades son agresivas con las personas independientes y de mentalidad crítica de la sociedad azerbaiyana. Así que mi liberación no significa que las autoridades vayan a suavizar su actitud hacia ellos. Recuerda que todavía hay más de cien presos políticos en Azerbaiyán. La situación política en general ha sido dura desde 1993, pero las cosas se han deteriorado aún más desde que Ilham Aliyev tomó el poder en 2003. En general, hay un mal ambiente para los periodistas. Alrededor de tres periodistas han sido asesinados en Azerbaiyán en los últimos años: son Elmar Huseynov [6], Rasim Aliyev [7] y Rafiq Tagi [8].

Encontraron muerto al bloguero Mehman Galandarov [9] en la cárcel en 2017. Sospecho que la muerte de Galandarov está relacionada con mi detención: lo arrestaron justo un mes antes de que me secuestraran. También había vivido en Tiflis y asistido a manifestaciones de protesta frente a la embajada de Azerbaiyán. Un día tuvo que regresar a Azerbaiyán por razones familiares y fue detenido una vez que llegó. Tres meses más tarde, fue encontrado muerto en prisión preventiva. También hubo otras detenciones. El mismo año, a la activista opositora Gozel Bayramli [10] detuvieron cuando regresó a Azerbaiyán desde Georgia. Sospecho que todos estos arrestos estuvieron de alguna manera conectados y coordinados por las autoridades azerbaiyanas.

¿Qué sigue? Antes de la festividad de Nowruz, Ilham Aliyev pronunció un discurso [11] en el que abordó la situación política del país y sus planes de lucha contra el coronavirus. El presidente dijo que las autoridades lucharán contra la «quinta columna». Unos días después, [el líder opositor] Tofig Yagublu fue detenido. No creo que su arresto sea el último. Creo que habrá más arrestos en los próximos meses..

ME: Ahora que estás fuera de prisión, ¿cuáles son tus planes?

AM: I'm going to rest for a while. I'm in a European country right now, so I plan to learn the language and eventually return to my work. Due to my abduction, there were several investigations which I couldn't complete. I hope I can contribute to the democratisation of Azerbaijan.

I may have changed location, but I haven't changed my goals.

AM: Voy a descansar un tiempo. Estoy en un país europeo, así que planeo aprender su idioma y luego volver a mi trabajo. Debido a mi secuestro, hubo varias investigaciones que no pude completar. Espero poder contribuir con la democratización de Azerbaiyán.

Tal vez esté en otro lugar, pero mis objetivos no han cambiado.