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Rusos en aislamiento social (re)crean en línea famosas obras de arte

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Arte y cultura, Desastres, Medios ciudadanos, Tecnología, COVID-19, RuNet Echo

Autorretrato de Frida Kahlo (1940) recreado por Maria Morozova, usuaria de RuNet [1], 25 de abril, 2020. Captura de pantalla de Facebook/Izoizolyatsiya.

Miren la cobertura especial de Global Voices sobre el impacto global de COVID-19 [2].

En 1968, Fyodor Dostoevsky escribió que la “belleza salvará al mundo”. Ciento cincuenta años más tarde, todavía está por verse; pero algo es seguro, definitivamente puede distraernos del mundo exterior durante la pandemia mundial.

Ahora que las personas en todo el mundo están obligadas a quedarse en casa, buscan medios creativos para mantener a raya el hastío y la melancolía. Un desafío fotográfico especial se ha esparcido como un fuego incontrolado en las redes sociales: recrear famosas obras de arte usando objetos comunes de las casas.

Mascarillas quirúgicas y termómetros, símbolos de la pandemia COVID-19, son utilería destacada en las recreaciones. Un hombre con mascarilla barbijo, la boca abierta dibujada con marcador, posa en una versión doméstica de El Grito de Edvard Munch. Rollos de papel higiénico (otro símbolo de esta era) sirven como peluquín para un hombre sentado frente al piano, quien imita una pintura famosa de Mozart. Son algunos de los ejemplos de la inagotable creatividad del grupo de Facebook ruso “IZOIZOLIZACIA” [3]. No es una exageración decir que la página se ha convertido en una compulsión nacional.

#Aislamiento

El nombre del grupo es un compuesto de las palabras rusas “aislamiento” y “arte visual”. A la fecha tiene más de 500 000 miembros y más de cien publicaciones por día. A pesar que la mayoría de los miembros de este alegre grupo son rusos, conecta a personas de todo el mundo en estos tiempos de incertidumbre aumentada. El lema de Izoizolyatsiya dice para todos: “una comunidad de personas con movilidad limitada y una imaginación sin límites”. La fundadora del grupo de Facebook, Katerina Brudnaya-Chelyadinova de 38 años, tiene algunas reglas: la utilería debe estar hecha de lo que sea que se tenga en casa, no se permite editar las fotografías y no habrá interpretaciones al estilo de Cuadrado Negro de Kazimir Malevich, a menos que sean en verdad divertidas [7].

Por ejemplo, Brudnaya-Chelyadinova, quien trabaja para el gigante digital ruso Mail.Ru, comenzó el desafío cuando publicó en Facebook una fotografía de su marido con un sombrero de paja como Vicent Van Gogh. Cuando sus amigos pidió a sus amigos que publicaran sus propias interpretaciones de pinturas famosas, muchos se sumaron al desafío. Para consolidar la cantidad inmensa de presentaciones, el 30 de marzo creó el grupo de Facebook. A la fecha, tienen más de 2500 miembros.

El 17 de abril en una entrevista [8] para el canal de noticias ruso RBK, Brudnaya-Chelyadinova destracó que no está sola con el manejo y la dirección del grupo, con gran crecimiento popular en abril de 2020. “Ahora tenemos 11 moderadores que mantienen en marcha el grupo a cada momento del día, desde Estados Unidos hasta Nueva Zelanda”, dijo. “Es un esfuerzo inmenso de amigos alrededor de todo el mundo”.

La membresía internacional refleja el hecho de que Izoizolyatsiya es tan solo uno de las tantas encarnaciones del desafío viral de arte. Desde que la pandemia COVID-19 comenzó, las redes sociales cuentan con varias galerías de arte alrededor del mundo que han lanzado iniciativas similares.

No es de extrañar que los miembros de Izoizolyatsiya tengan un amor especial por las obras de arte famosas de Rusia y de la antigua Unión Soviética. “Pareciera que fuéramos un poco más irónicos con nosotros mismos en este grupo», admitió Brudnaya-Chelyadinova en una entrevista para RuNet Echo.

Ciertamente, muchas de las imágenes que se pubilcan son muy creativas y autocríticas en su recreación de las pinturas rusas más valiosas. La montaña de cráneos de Vasilii Vereshagin en «La Apoteosis de la Guerra [10]» está repensada como cabezas de Lego esparcidas. Otra imagen caracteriza a un gato que imita el saludo de Lenin. Los icónicos osos de Ivan Shishkin en “Mañana en un Bosque de Pinos [11]” están representados por galletas con un fondo de lechugas.

También hay algunas interpretaciones famosas de obras de arte extranjeras. “La Última Cena [12]” es recreada con enfermeros en vez de apóstoles; en “Salvador del Mundo [13]“ de Leonardo Da Vinci aparece una modelo de Jesús sosteniendo un frasco de pepinillos en vez del globo. Algunos usuarios se pusieron tutú para recrear las pinturas famosas de bailarinas [14] de Edgar Degas, otros se vistieron con ushanka, gorro ruso de piel con orejeras, para reproducir el autorretrato de Van Gogh posterior al accidente [15].

La restricción del desafío ha impulsado a muchos participantes a experimentar con los objetos cotidianos que tienen en sus hogares. Un usuario de Israel posó como Salvador Dalí [16], decorado con un maquillaje intenso y con relojes derretidos hechos de papel. Una mujer recreó “Pandora [17]” de Dante Gabriel Rossetti, solo la caja de oro de la pintura fue reemplazada con la envoltura de la comida para llevar de McDonald's. Una pintura de Jackson Pollock [18] fue representada con una pila de ramas.

Una de las publicaciones más populares del grupo [19], de Natalia Shevchenko, representa «Dance», la obra maestra de Henri Matisse de 1940, recreada con camarón y nueces en una bolsa de plástico. Obtuvo más de 39 000 ME GUSTA.

Muchas de estas obras reimaginadas también son selfies de modelos aficionados en sus casas durante la cuarentena. En muchas aparecen cónyuges, parejas, mascotas, abuelos y bebés. La página de Facebook de Izoizolyatsiya está repleta de caras solitarias que buscan una conexión y es evidente que la encontraron.

Como todas las tendencias de las redes sociales, el desafío genera sus propias interrogantes: ¿las recreaciones de arte famoso son tan solo una novedad o hay necesidad más profunda de conectarse al arte y entre nosotros? Brudnaya-Chelyadinova cree en esto último. “Por un lado, es cierto que el desafío del arte es un juego, pero también hay otra forma de conectar y de llamar la atención con el arte atemporal y así encontrar comodidad en la sociedad”, concluye.