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Tras estar desaparecido 53 días, encuentran a periodista bangladesí y lo envian a prisión

Categorías: Asia del Sur, Bangladesh, Activismo digital, Censura, Derecho, Derechos humanos, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Relaciones internacionales, GV Advox
Bangladeshis on social media protested Kajol's disappearance holding a banner, "Where is Kajol". Image via Instagram by theawkwardbibliophile. Used with permission. [1]

En medios sociales, los bangladeshíes protestaron por la desaparición de Kajol con una pancarta: «¿Dónde está Kajol?». Imagen vía Instagram de la bibliotecariaawkwardbibliophile. Usada con autorización.

El 9 de marzo, el reportero gráfico bangladesí Shafiqul Islam Kajol, editor de la publicación quincenal Pakkhakal, fue acusado de difamación. Un día después, desapareció [2] de su oficina en Hatirpool. Cuando lo encontraron vivo 53 días después en Benapole, cerca de la frontera de Bangladesh con India, la Policía lo envió a la cárcel por «allanamiento».

No está claro cómo terminó allí en la frontera, a unos 250 kilómetros de donde desapareció, pero Amnistía Internacional expresó su preocupación [3] de que un posible caso de desaparición forzada.

‘Está vivo y bien’

La noticia de su regresó llegó coincidentemente en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo.

Después de una noche de mucho drama, parece que Kajol está vivo. Su hijo Polok habló con él en las primeras horas de la mañana. ¡Qué mejor noticia en el Día Mundial de la Libertad de Prensa!

En la madrugada del 3 de mayo, la familia de Kajol recibió [15] una llamada de un oficial de guardia de la comisaría de Benapole. Después de confirmar la presentación de una denuncia, le entregan el teléfono a Kajol. «Lo reconocí por su voz, todos estábamos escuchando», menciona su hijo, Monorom Polok, en un video en Facebook Live [16] mientras se dirige a su destino Benapole, Jashore.

He is alive and he is fine.

Está vivo y bien.

Sin embargo, la familia y seguidores de Kajo no lograron alegrarse mucho tiempo, antes de que lo enviaran a prisión.

El mismo día de su regreso, se presentó un nuevo caso en su contra por «traspasar» las fronteras de Bangladesh sin pasaporte ni visa, por lo que luego se le concedió la libertad bajo fianza [17]. Posteriormente, Kajol fue detenido de nuevo en virtud del artículo 54 del Código de Procedimiento Penal [18], que permite a la Policía detener a sin orden judicial. Según [19] Moniruzzaman, oficial a cargo de la comisaría de Jashore Kotwali, lo arrestaron según el artículo 54 porque tiene tres acusaciones bajo la Ley de Seguridad Digital. Lo enviaron a la cárcel central de Jashore a pasar cuarentena durante 14 días «como precaución contra la infección por COVID-19″.

Las fotos de Kajol esposado y escoltado por la Policía que circulaban por los medios sociales enfurecieron a sus seguidores.

Desde el 10 de marzo, la pregunta fue: ¿Dónde está Kajol?
Ahora la pregunta es: ¿Por qué está esposado?

En la actualidad, tiene cuatro demandas en su contra [23], tres de las cuales son idénticas en virtud de la controvertida Ley de Seguridad Digital de 2018 [24] por un informe publicado en Daily Manabzamin [24], el 2 de marzo, sobre el arresto de Shamima Noor Papia, líder de la Liga Jubo Mohila en Narsingdi, organización afiliada al partido gobernante, por acusaciones de prostitución y extorsión. El informe menciona que Papia dijo a los investigadores, durante el interrogatorio, que 30 burócratas y políticos influyentes, incluidos parlamentarios, frecuentaban su negocio de prostitución y extorsión. Las demandas también mencionan que el informe publicado individualmente en los medios sociales por Kajol y otros coautores, que sugirieron algunos nombres sin pruebas, lo que se consideró parte de los delitos.

Se ha sabido por fuentes familiares [25] que ahora, debido al cierre de los tribunales por la pandemia de COVID-19, no pueden solicitar la libertad bajo fianza de Kajol.

¿Qué ocurrió?

El 9 de marzo, Saifuzzaman Shikor, diputado de la Liga Awami de Magura, presentó [26] una demanda contra Shafiqul Islam Kajol y otras 31 personas, incluido el editor del Daily Manabzamin, Matiur Rahman Chowdhury, en virtud de la ley de seguridad digital. Un oficial de la comisaría de Sher-E-Bangla Nagar de Daca informó [24] a los reporteros que se les había acusado de «difundir confusión mediante la publicación de noticias falsas, fabricadas y difamatorias».

Al día siguiente, en la víspera del 10 de marzo, Kajol desapareció de su oficina en la Torre Meher en Hatirpool. Un video de circuito cerrado de televisión obtenido por Amnistía Internacional en su cuenta de Twitter muestra a un grupo de hombres que manipulan la motocicleta de Kajol mientras estaba dentro del edificio. Un rato después, cuando se aleja del lugar, se puede ver que el mismo grupo de hombres sale al mismo tiempo, en la misma dirección.

El 23 de marzo, Sushmita S. Preetha escribió [27] un editorial en The Daily Star:

The (Manabzamin) report itself did not name any of these lawmakers and others, but it was later shared by some, including Shafiqul, on social media with a list of names.

Mysteriously, following his disappearance, his Facebook posts from this year have also disappeared. In fact, the last post that can still be accessed on his page dates back to November 27, 2019. According to a report by Prothom Alo, many of the missing posts involved the arrest of Jubo Mohila League leader Shamima Nur Papia.

En el informe (Manabzamin) no se nombró a ninguno de esos legisladores ni a otros, pero luego algunos lo publicaron, incluido Shafiqul, en los medios sociales con una lista de nombres.

Misteriosamente, tras su desaparición, sus publicaciones en Facebook de este año también desaparecieron. Es más, la última publicación a la que aún se puede acceder en su página data del 27 de noviembre de 2019. Según un informe de Prothom Alo, muchas publicaciones desaparecidas tienen que ver con el arresto del líder de la Liga Jubo Mohila, Shamima Nur Papia.

Cuando Kajol desapareció, su familia intentó denunciar un secuestro, pero dos comisarías se negaron a tomarlo por cuestiones de jurisdicción. Finalmente pudieron presentar una denuncia en la comisaría de Chawkbazar el 18 de marzo, tras una orden de oficio del Tribunal Superior [28] que preguntaba a la Policía por qué no había presentado un caso todavía.

Tras 53 días, su familia se enteró que lo habían encontrado, pero se presentó un nuevo caso contra el reportero gráfico [29] por infringir el artículo 54 del Código de Procedimiento Penal, por «pasar ilegalmente» las fronteras de Bangladesh desde India sin pasaporte.

Símbolo de la libertad de prensa de Bangladesh. Encontramos a un periodista (Shafiqiul Islam Kajol) esposado de espaldas después de que desapareció hace dos meses

Saad Hammadi, que organiza campañas de Amnistía Internacional para el sur de Asia, tuiteó:

¡Atrapado entre la dignidad y la libertad está un periodista y padre que se ha negado a cambiar uno por el otro y ha elegido el largo camino para luchar por ambos! Mientras tanto, algunos hemos visto a un hijo darlo todo para encontrar a su padre sin ceder a ningún dolor o presión.
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La larga espera

Tras la desaparición de su padre, Monorom Polok, inició el movimiento #WhereIsKajol [¿dónde está Kajol?] en Facebook [35], Instagram [36]  y Twitter [37]. A la luz de la actual pandemia, se utilizaron diferentes plataformas de medios sociales como herramientas principales para abordar la preocupación. La resistencia se construyó a través de arte, palabras, discusiones en vivo en Facebook, y también a través de recitaciones de poesía en vivo de la hija de 11 años de Kajol, Poushi. Aproximadamente cientos de personas en todo el mundo participaron en una cadena humana digital. Publicaron fotos suyas con un papel en el pecho que decía «¿Dónde está Kajol?», e instaban a otros a hacer lo mismo.

Bangladeshis on social media protested Kajol's disappearance holding a banner, “Where is Kajol”. Image via Instagram by Sofia Karim. Used with permission. [38]

En medios sociales, los bangladeshíes protestaron por la desaparición de Kajol con una pancarta: «¿Dónde está Kajol?». Imagen vía Instagram de Sofia Karim. Usada con autorización.

Se organizó una exhibición virtual –titulada El último hombre de pie [39]– con la obra del reportero gráfico Kajol. La literatura de la exhibición decía [40]:

Kajol's work is the stark reminder of resilience and his disappearance is perhaps the price of his uncompromising lens towards social distortion. We demand the return of the last man standing.

La obra de Kajol es un claro recordatorio de la resistencia y su desaparición es quizás el precio de su inflexible lente hacia la distorsión social. Exigimos el regreso del último hombre en pie.

La obra de mi padre. Por favor, miren y difunden.

Posición de Bangladesh sober libertad de prensa

La Ley de seguridad digital, en cuya base se presentaron tres de los casos de Kajol, ha suscitado críticas y preocupación a nivel nacional e internacional en relación con la libertad de prensa desde eque se anunció en 2018.

Con frecuencia, se procesa a un periodista diferente, o se le da por desaparecido después de encontrarse con delincuentes o personas que dicen ser autoridades. La recibir llamadas telefónicas aterradoras y amenazas de asesinato [41] hace que los periodistas de la nación se muestren cautelosos, lo que los hace vulnerables a los ataques.

El periodista de Mohona TV FM Mushfiqur Rahman [42] es uno de los últimos casos de desapariciones que se han denunciado. Desapareció en agosto de 2019. Dijo que le rociaron un líquido en la cara que lo dejó inconsciente mientras usaba el transporte público. Más tarde sus secuestradores lo golpearon severamente, y unos días después un imán de la mezquita local de Sunamganj lo encontró mientras pedía ayuda.

Bangladesh ha bajado [43] un puesto con respecto al año pasado en el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2020 de Reporteros sin Fronteras, y se situó en el lugar 151 de 180 países. En 2019, Odhikar, organización de derechos humanos con sede en Bangladesh, registró 104 casos de ataques contra periodistas y medios de comunicación [44].