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En dos semanas, el número de negros que han muerto por coronavirus es cinco veces mayor en Brasil

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Respuesta humanitaria, Salud, COVID-19

Foto de Pedro Conforte en Plantão Enfoco, usada con permiso.

Este artículo fue inicialmente publicado en portugués [1] y traducido al español [2] por nuestro socio brasileño Agencia Publica. Luego fue republicado y editado por Global Voices con su permiso.

El número de personas negras que han muerto por COVID-19 en Brasil se ha multiplicado por cinco en dos semanas de abril. Del 11 al 26 de abril, las muertes de pacientes negros confirmados por el Gobierno Federal pasaron de ser un poco más de 180 a más de 930. Además, el número de brasileños negros hospitalizados por Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) causado por el coronavirus aumentó 5,5 veces.

El aumento de muertes de pacientes blancos fue mucho menor: en las mismas dos semanas, el número aumentó en un poco más del triple, y el número de brasileños blancos hospitalizados aumentó en una proporción similar.

A principios de junio, en Brasil, el número de muertes por coronavirus ha aumentado a 32,568 [3]. Desde el comienzo de la pandemia, el presidente Jair Bolsonaro ha minimizado [4] los efectos del COVID-19 y ha resaltado la importancia de dejar la economia abierta. Las cuarentenas fueron aplicadas según gobernantes regionales. Hoy el país tiene el segundo mayor número de casos del mundo.

El gran aumento de casos de negros hospitalizados o fallecidos por COVID-19 ha evidenciado las desigualdades raciales en Brasil: en la población negra, muere uno de cada tres hospitalizados por SARS causada por el coronavirus; mientras que en la población blanca muere uno de cada 4,4 hospitalizados.

 

Estos datos se han extraído de un análisis realizado por Pública basado en boletines epidemiológicos del Ministerio de Salud que contienen información sobre raza y color en las hospitalizaciones y muertes por coronavirus. El Gobierno Federal publicó estas cifras actualizadas el 26 de abril.

Se abren fosas en el cementerio Vila Nova Cachoeirinha, que sirve a la comunidad de Brasilândia, un barrio de São Paulo donde los negros representan la mitad de la población y tienen el mayor número de muertes por COVID-19

Por cada muerte en Moema, mueren cuatro en Brasilândia

São Paulo, la ciudad más grande del país y que tiene la mayor cantidad de muertes por COVID-19, presenta el mayor número de muertes por la enfermedad en los barrios donde la población negra está más concentrada. Según Pública, de los diez barrios con el mayor número absoluto de muertes causadas por el coronavirus, ocho tienen más negros que el promedio de São Paulo.

El barrio con el mayor número absoluto de muertes es Brasilândia [5], con 103 casos. La población negra en esa región es de alrededor 50 % (el promedio en São Paulo es del 37 %). En el extremo opuesto, el barrio con menos población negra de la ciudad, Moema, tuvo 26 muertes. El número promedio de negros en esa región es inferior a 6 %.

Incluso si ajustamos las muertes al número de habitantes, los dos barrios tienen realidades diferentes: en comparación con el número de habitantes en Moema, Brasilândia tiene aproximadamente un 25 % más de muertes. Agencia Pública utilizó los datos del último Censo (2010) para calcular la población y la raza/color de sus habitantes.

En los barrios suburbanos con más habitantes negros que el promedio en São Paulo se ha disparado los casos de COVID-19, y con ellos, las muertes. En Jardim Ângela, el barrio con el mayor porcentaje de negros en toda la ciudad, las muertes por coronavirus casi se triplicaron en aproximadamente dos semanas. En los barrios con una mayoría de población negra, como Grajaú, Parelheiros, Itaim Paulista, Jardim Helena, Capão Redondo y Pedreira, se duplicaron con creces las muertes de COVID-19 durante el mismo período.

El avance del coronavirus en los suburbios de São Paulo se ralentizó en los barrios más ricos, donde aparecieron los primeros casos de COVID-19. El 17 de abril, los vecindarios con menos población negra que el promedio de la ciudad tuvieron un 13 % más muertes que las regiones donde viven más negros. Dos semanas después, esa diferencia cayó al 3 %. Si la tendencia continúa, la muerte en los barrios donde viven más negros que el promedio en la ciudad va a superar la de los barrios donde viven menos negros.

Los lugares donde viven los negros son precisamente aquellos con el Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM) más bajo. Los diez barrios con el peor IDHM en São Paulo es donde viven más negros que el promedio de la ciudad. Los diez barrios con el mejor IDHM es donde viven menos negros que el promedio. En los diez barrios con el mayor número absoluto de muertes, ocho tienen un IDHM considerado promedio, por debajo de 0,8. Es precisamente en estos ocho barrios donde el número promedio de habitantes negros está por encima del promedio de la ciudad.

En Río, los barrios donde viven más negros que el promedio de la ciudad ya acumulan más muertes

En Río, los casos crecientes de COVID-19 en los barrios donde hay más habitantes negros que el promedio de la ciudad han llevado a estas zonas a registrar cada vez más muertes.

En Río, los barrios donde hay más negros que el promedio de la ciudad ya tienen más muertes en números absolutos que los barrios con menos negros.

El aumento de casos en los suburbios y barrios marginales ha llevado a estas zonas a registrar cada vez más muertes. Actualmente, Campo Grande, con más del 50 % de habitantes negros, es el barrio con más muertes. La región superó a Copacabana, que anteriormente era el lugar con el mayor número absoluto de muertes por COVID-19. Después de Copacabana, Bangu y Realengo, dos barrios con mayoría de población negra ocupan el tercer y cuarto lugar con más muertes en la ciudad.

En Rocinha, el barrio marginal más grande de la ciudad, había nueve muertes según los datos oficiales al momento de hacer la investigación. Los médicos que prestan servicio en esa comunidad cuestionaron el número y señalaron que ya hubo 22 muertes en la favela [6].

La relación entre el número de casos confirmados y las muertes también son bastantes diferentes entre los barrios ricos y pobres de Río de Janeiro, lo que puede indicar dificultades para que los residentes de las favelas y los suburbios se sometan a exámenes. En Rocinha, por ejemplo, hay más del doble de muertes en relación con casos confirmados que en Leblon. Los barrios con más casos confirmados son Copacabana y Barra da Tijuca.

En las Amazonas, los blancos sobreviven más que los negros

En las Amazonas, donde el sistema de salud pública se ha derrumbado, las muertes de negros son más frecuentes que las de blancos entre las personas que desarrollan condiciones severas de COVID-19. Según Pública, muere un negro por cada 2,4 casos en estado grave y, entre los blancos, se registra una muerte por cada 3,2 pacientes gravemente enfermos.

 

El estado de Amazonas, que fue el primero en llegar a la capacidad máxima de unidades de cuidados intensivos para pacientes con COVID-19, ha registrado un aumento más significativo entre los negros en estado grave que entre los blancos. A finales de abril, en menos de una semana, el número de pacientes negros gravemente enfermos se duplicó.

La mayoría absoluta de muertes en las Amazonas son de personas negras: más de 13 negros murieron por cada muerte blanca. El departamento de salud había registrado a unos 850 pacientes negros en estado grave y más de 340 muertes. Entre los blancos, hubo 81 casos graves y 25 muertes. Los datos de raza y color se actualizaron el 29 de abril [7].

En Manaus, la primera ciudad brasileña en registrar un colapso del sistema de salud pública, más de 13 pacientes negros murieron por cada muerte en la población blanca.

A pesar de que los datos del Ministerio de Salud muestran que hubo un aumento mayor de muertes en los barrios con más población negra y que allí se registraron más muertes entre los pacientes hospitalizados, el Gobierno Federal no revela detalles directos sobre esta información. Por ejemplo, no hay información sobre cuántos casos fueron confirmados por raza/color, ni sobre el número de pruebas hechas en las poblaciones negras, blancas y otros grupos.

La falta de datos oficiales sobre la raza es histórica en el país, dice el abogado Daniel Teixeira, director del Centro para Estudios de Relaciones y Desigualdades Laborales (Ceert), una organización no gubernamental centrada en promover la igualdad racial y de género.

«Hay varios factores que pueden explicar esta alta letalidad [de COVID-19 entre la población negra]. Precisamente, tener más información significa que incluso podemos confirmar o excluir la importancia o relevancia de cada uno de estos factores, según sea el caso. Allí es donde radica la importancia de los datos”, defiende Teixeira. El investigador considera que la brecha no se produce solo en el área de salud y que eso es común en el país. «La falta de este tipo de datos pudiera impedir que las personas puedan contar con políticas públicas que tomen en cuenta esta situación que, históricamente, ignora las dimensiones de las desigualdades estructurales en Brasil», señala Teixeira.

Reportaje originalmente publicado por Agência Pública [8]