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Dilnur Reyhan, defensora de derechos humanos uigures, lamenta falta de solidaridad musulmana

Categorías: Asia Oriental, China, Activismo digital, Censura, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Guerra y conflicto, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Periodismo y medios, Pueblos indígenas, Refugiados, Relaciones internacionales, Religión

Dilnur Reyhan. Fotografía de Ikuha, usada con autorización.

Los 11 millones de uigures [1] que viven en la provincia occidental de Sinkiang [2] en China constituyen una nación turca musulmana que ha sido objeto de ataques de Pekín y se ha visto privada de sus derechos humanos más básicos [3], incluida la libertad de religión, de movimiento [4], y de transmitir su lengua materna desde que Xi Jinping asumió el poder en 2012.

Aunque se ha documentado [5] extensamente, la situación de los uigures ha logrado apoyo muy limitado, inclusive en los países donde predomina la población musulmana. Para entender por qué, hablé con Dilnur Reyhan, académica uigur que vive en Francia y es catedrática en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales de París (INALCO [6]). Es también la fundadora y presidenta del Instituto Uigur Europeo [7], ONG que promueve la problemática uigur y su cultura. Reyhan es una expresiva líder comunitaria que aboga por los derechos humanos y los derechos de las mujeres.

La entrevista fue editada por motivos de brevedad.

Filip Noubel (FN): Pese a que ocurren abusos de derechos humanos masivos en Sinkiang, existe poca o ninguna muestra de solidaridad de parte de los Gobiernos en países musulmanes. La primera vez que planteaste ese problema fue en 2019 durante la celebración de Ramadán, cuando desafiaste a los musulmanes a que produjeran una reacción. ¿Han cambiado las cosas desde entonces?

Dilnur Reyhan: I published this column in a French newspaper [8] during last Ramadan with a feeling of desperation and disappointment, because until the end of 2019, almost no government of Muslim countries had shown the slightest sign of solidarity with the Uyghurs. What was all the more disappointing was the total indifference of the population of Muslim countries, except in Turkey. Hatred against the West among Muslim populations has blinded ordinary Muslim citizens of different countries to the point of refusing to believe any news brought by the Western media, even when it covers concentration camps for Muslims. On the one hand, China takes advantage of our Muslim identity to justify its camps, on the other hand, the majority of Muslims refuse to believe in it and thus support Chinese policy.

Not much has changed, except in the case of Qatar [9], because most Muslim countries rely on China economically speaking, and to benefit from transfers of Chinese technology. Besides most of those countries do not have great human rights records, and rarely protect the rights of their own minorities. Finally, China is often seen as a positive counterweight to the West.

But we have seen the case of individuals, such as the Turkish-German football player Mesut Özil [10] raising the issue publicly. This could mean that opinion leaders could make public opinion be more aware.

Dilnur Reyhan (DN): Publiqué esta columna en un periódico francés [8] durante la celebración de Ramadán de 2019 con un sentimiento de desesperación y decepción porque hasta finales de ese año, casi ningún Gobierno de los países musulmanes había mostrado la más mínima pizca de solidaridad con los uigures. Lo más decepcionante fue la indiferencia total de la población de los países musulmanes, excepto en Turquía. El odio que la población musulmana siente por Occidente ha cegado a los ciudadanos musulmanes comunes y corrientes de diferentes países, al punto que se rehúsan a creer cualquier noticia que comunican los medios occidentales, aunque se trate de campos de concentración para musulmanes. Por una parte, China se aprovecha de nuestra identidad musulmana para justificar sus campos, y por la otra, la mayoría de musulmanes se rehúsa a creerlo y, por consiguiente, apoya la política china.

No ha cambiado mucho, excepto en el caso de Qatar [9], porque la mayoría de países musulmanes dependen económicamente de China y se benefician de las transferencias de tecnología china. Además, la mayoría de esas naciones no tienen buenos antecdentes de derechos humanos, por lo que casi nunca protegen los derechos de sus propias minorías. Y finalmente, a menudo consideran a China como un contrapeso efectivo de Occidente.

Pero hemos visto el caso de personas que planteatron el tema públicamente, como el futbolista turco-alemán Mesut Özil [10]. Esto podría significar que los líderes de opinión podrían hacer que la opinión pública fuera más consciente.

FN: ¿Qué hay de la actitud de los Gobiernos de países occidentales? ¿Ves que haya avances en el tema de las violaciones de derechos humanos en Sinkiang?

DR The attitude of Western countries is a little better than that of Muslim countries. At least 22 Western countries [11] have asked China to close its concentration camps, while 50 countries, half of which are Muslim, have expressed collective support to China. Due to the current Sino-US trade war, Washington is showing a fairly firm attitude against Chinese policies targeting Uyghurs, in particular through sanctions against Chinese companies and officials responsible for these camps, but also through the bill [12] for the protection of the human rights of Uyghurs. In Australia, we see similar signs of policy change emerging.

DR: La actitud de los países occidentales es un poco mejor que la de las naciones musulmanas. Al menos 22 países occidentales [11] solicitaron a China cerrar sus campos de concentración, mientras que 50 naciones, de las cuales la mitad son musulmanas, han expresado respaldo colectivo hacia China. Debido a la actual guerra comercial sino-estadounidense, Washington está demostrando hasta cierto punto una actitud firme contra las políticas chinas orientadas a los uigures, particularmente en forma de sanciones contra las empresas chinas y funcionarios encargados de estos campos, pero también mediante el proyecto de ley [12] para la protección de los derechos humanos de los uigures. En Australia, vemos que están surgiendo indicios de cambio de políticas similares.

Letrero de solidaridad taiwanesa dirigido a los uigures durante el 4 de junio (fecha en que se conmemora la masacre en la plaza Tiananmen) en Taipéi. Fotografía de Filip Noubel, usada con autorización.

FN: ¿Lograste establecer alianzas con miembros y activistas en China, Hong Kong y Taiwán?

DR: The Uyghurs of the diaspora stand in solidarity with the democracy movements of Hong Kong and Taiwan. The Hong Kong people did not forget to connect their movement to the issue of the Uyghurs during their demonstrations in 2019 .last year. One of the representatives of the Hong Kong democracy movement, Denise Ho, who is also a pop star in Asia, even supported the European Uyghur Institute by making a video [13] to call the public to support our organization. In Taiwan, Tiananmen student movement leader and exile Uyghur Örkesh [14] [known as Wuerkaixi in Chinese], links the Uyghur diaspora with the democratic movements in Taiwan.

DR: Los uigures que emigraron se solidarizan con los movimientos democráticos de Hong Kong y Taiwán. Los hongkoneses no olvidaron relacionar su movimiento con el problema de los uigures durante sus manifestaciones en 2019. El año pasado, Denise Ho, estrella pop en Asia y además una de los representantes del movimiento democrático de Hong Kong, respaldó al Instituto Uigur Europeo por medio de un video [13] en el cual instó al público apoyar a nuestra organización. En Taiwán, Örkesh [14] [conocido como Wuerkaixi en chino], líder del movimiento estudiantil Tiananmén y uigur exiliado, relaciona a los uigures en el extranjero con los movimientos democráticos en Taiwán.

FN: La cultura y la identidad uigur se han visto seriamente amenazas en Sinkiang. ¿Cuáles son los instrumentos de resistencia que los uigures aún pueden utilizar en esta situación?

DR  Since the establishment of this extended network of concentration camps by China in the Uyghur Region [Xinjiang] , the tasks of the Uyghur diaspora has increased significantly increased. On the one hand, political organizations are working to pressure Western countries to adopt measures  that would force China to close the camps. On the other hand, the protection and safeguarding of the Uyghur language and culture in the diaspora has become vital. Thus, almost everywhere in the diaspora, mother tongue schools have been created for the past three years.

Our organization is a good example: we started our activities as a student association to promote the Uyghur language and culture in France in 2009. Ten years later, the context in the Uighur region but also in the diaspora has changed to the point that we now broaden our activities for the safeguard of the Uyghur identity in the Europe, where about 10,000 Uyghurs are believed to live.

DR: Desde que China estableció esta extensa red de campos de concentración en la región uigur [Sinkiang], las tareas de los uigures en el extranjero aumentaron de manera significativa. Por un lado, las organizaciones políticas trabajan para presionar a los países occidentales a que adopten medidas que obligarían a China a cerrar los campos. Por el otro, la protección y la conservación del idioma y la cultura uigur en el extranjero se ha vuelto vital. Por lo tanto, casi en cualquier lugar donde estén los uigures en el extranjero, han creado escuelas donde imparten la lengua materna en los últimos tres años.

Nuestra organización es un claro ejemplo: iniciamos nuestras actividades como una asociación estudiantil para promover el idioma y la cultura uigures en Francia, en 2009. Una década después, el contexto en la región uigur y en el extranjero ha cambiado al punto que ahora ampliamos nuestras actividades para preservar la identidad uigur en Europa, donde se cree que viven aproximadamente 10 000 uigures.