Sin medicina, no hay cura: Crisis farmacéutica de Sudán

Farmacéuticos protestan en el estado Al Jazeera, Sudán. Foto del Comité Central de Farmacéuticos de Sudán vía Facebook, 12 de junio de 2020. Utilizada con autorización.

¿Tienes dolor de cabeza? Imagina no poder acceder al paracetamol, al panadol o a la vitamina C. Si, esta es la realidad en Jartum, la capital del Sudán, país con una peligrosa escasez de medicamentos.

La crisis farmacéutica empezó en 2016 cuando el Gobierno anunció que había eliminado los subsidios para todos los medicamentos. La oposición llamó a la desobediencia civil para presionar el Gobierno a revertir su decisión, pero no la revirtieron. Desde entonces, los precios de las medicinas han aumentado exponencialmente en Sudán, mientras que el Gobierno ha hecho muy poco para aliviar la tensión.

Para empeorar las cosas, el banco central del Gobierno carece de las divisas necesarias para la compra de medicamentos esenciales. Sudan tiene acerca de 27 casas farmacéuticas que producen cerca de 900 tipos de medicamentos, así como 48 compañías farmacéuticas, pero esto no cubre todas las necesidades del país. Al-Shifa, la mayor fábrica farmacéutica de Sudán, fue destruida por un ataque con misiles de Estados Unidos en 1998.

La mayoría de estas compañías importan medicinas y productos médicos a través del Banco Central de Sudan (CBOS), que enfrentauna grave escasez de divisas extranjeras.

El 11 de junio, la Asociación de Profesionales Farmacéuticos y el Comité Central de Farmacéuticos de Sudán, integrantes de la Asociación de Profesionales del Sudán, anunciaron una protesta silenciosa para presionar al Gobierno a fin de que proporcione un presupuesto mensual para medicamentos estimado en 55 millones de dólares.

El grupo creó una etiqueta #الدواء_معدوم, que significa «la medicina no existe».

El doctor Akram [ministro de Salud]: Por ahora, te apoyamos en la verdad y te guiamos con tus faltas a satisfacción de Dios. Sí, usted es deficiente y no importa cómo admitamos las razones, la solución sigue en sus manos, o la gente enfrenta transparentemente lo que pasa entre bastidores. El ciudadano muere.

En abril, el Consejo Nacional de Farmacia y Venenos acordó con la Cámara de Importadores de Medicamento subir el precio de la importación de medicamentos en un 16 % y elevar el margen de beneficios de las farmacias al 20 %. El aumento se aplicó para crear un margen de beneficios para las empresas farmacéuticas.

Sin embargo, en mayo, el ministro de Salud, doctor Akram El-Tom, canceló la decisión con la justificación de que el precio de las medicinas había aumentado demasiado para el ciudadano común. Esta decisión refleja la inquietud dentro del ministerio.

El 18 de mayo, el CBOS canceló el 10 % del producto de las exportaciones destinado a la importación de medicamentos, lo que afectó su abastecimiento.

El doctor Ameen Makki, farmacéutico y activista político sudanés, escribió en Facebook:

We sat with the Minister of Health in several sessions since September 5, 2019, before he became a minister, and we presented him with all the medical problems in the last five years, proposals for solutions, and even the amount of medicines in the storages and we told him that we will reach a stage that we may not find Panadol. All these sessions were attended by experts and consultants working in this field. All plans were aimed at providing an effective, safe and affordable medicine for citizens. In February, Sudan’s Central Pharmacists Committee invited a conference inviting all partners from the National Council of Pharmacy and poisons, the Ministry of Finance, the Central Bank of Sudan, the National Fund for Medical Supplies, members of the Sovereign Council and the Ministry of Health, but the Minister of Health did not attend and did not send a representative. The minister's dealings were with complete neglect of this file, and we every day sounded the alarm to him until we reached this critical stage…

Desde el 5 de septiembre 2019, nos sentamos con el ministro de Salud en varias sesiones, antes de que se convirtiera en ministro, y le presentamos todos los problemas médicos de los últimos cinco años, propuestas de soluciones e, incluso, la cantidad de medicinas almacenadas. Le dijimos que llegaríamos a un punto en el que no encontraríamos Panadol. A todas estas sesiones acudieron expertos y consultores que trabajan en este ámbito. Todos los planes tenían como objetivo brindar una medicina efectiva, segura y asequible para los ciudadanos. En febrero, el Comité Central de Farmacéuticos de Sudán invitó a una conferencia a todos los socios del Consejo Nacional de Farmacia y Venenos, el Ministerio de Finanzas, el Banco Central de Sudán, el Fondo Nacional de Suministros Médicos, los miembros del Soberano Consejo y el Ministerio de Salud, que no acudió ni envió un representante. El ministro se ocupó de este asunto con total negligencia, y todos los días le dimos la alarma hasta que llegamos a esta etapa crítica…

En julio de 2019, Naciones Unidas también afirmó que el Sudán enfrenta una escasez de medicamentos esenciales por su actual crisis económica.

Farmacéuticos protestan en Sudán contra la escasez de medicamentos esenciales del país. Foto del Comité Central de Farmacéuticos de Sudán, Jartum, Sudán, 12 de junio de 2020. Utilizada con autorización vía Facebook.

¿Cómo comenzó la escasez de medicamentos esenciales?

En diciembre de 2018, el ministro federal de Salud, Mohamed Abuzaid, reconoció que la «escasez de medicamentos en Sudán era seria«, y responsabilizó al CBOS.

Según un informe de marzo de 2020 de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCAH), la crisis económica de Sudán sigue afectando a la disponibilidad de medicamentos.

En un boletín de las estadísticas sobre comercio internacional de 2019 del CBOS muestra que Sudán importó medicamentos por el valor de 367 millones de dolares estadounidenses en el cuarto trimestre de ese año; incremento de unos 47 millones de dolares (15 %) en comparación con 2018, pero unos 91 millones menos (20 %) en comparación con 2017 (ver la figura 1).

Figura 1: Captura de pantalla del informe de situación en Sudán de OCAH, marzo 2020.

La escasez de divisas ha creado un mercado negro que causó que la inflación alcanzara casi el 118.18 % al 3 de junio, según un informe mensual sobre la inflación en Sudán del profesor Steve Hanke.

El mercado negro es una solución a corto plazo, permite que el comercio de medicamentos en Sudán continúe a través de pequeños comerciantes que pasan de contrabando medicamentos de países vecinos a través del equipaje.

Sin embargo, estos medicamentos no están sujetos a controles de calidad ni eficacia.

El contrabando ha ido disminuyendo debido el cierre de las fronteras el 16 de marzo, decisión tomada por las autoridades de Sudán para frenar la propagación de COVID-19, con lo que se hace más difícil acceder a los medicamentos esenciales en el mercado negro.

Figura 2: Tasa de inflación de Sudán, julio de 2017- junio de 2020, según el profesor Steve Hanke – vía Twitter.

Juego de las culpas de COVID-19

Desde marzo, cuando la pandemia de COVID-19 golpeó a Sudán, el precio del equipo de protección individual (EPI) aumentó en más del 300 % por la escasez.

Los servicios médicos casi se paralizaron ya que muchos pacientes y médicos dejaron de acudir a los hospitales y a los centros de salud por miedo a contraer el virus. Hasta el 18 de junio, más de 8000 personas habían sido contagiadas de COVID-19 y unas 500 murieron. Sin embargo, no hay un recuento oficial de cuántos han muerto por otras enfermedades por la escasez de medicamentos.

Mientras tanto, en las redes sociales de Sudán se han disparado recientemente con condolencias, incluida una del ministro de Asuntos Religiosos en la que reconoce la muerte de varios clérigos.

La respuesta a COVID-19 ha sido duramente debatida en Sudán, donde el Ministerio de Salud y el de Finanzas se echaron la culpa mutuamente.

Carta filtrada del ministro de Salud, doctor Akram El-Tom.

En una carta ya divulgada, el ministro de Salud El-Tom acusó al ministro de Finanzas, Ibrahim al-Badawi, de gastar las ayudas extranjeras para combatir el coronavirus en electricidad y cuotas de enviados.

La carta acusa también Badawi de no pagar la factura de los medicamentos del país desde diciembre de 2019:

I remind you that you promised to provide monthly 20 million dollars as a partial payment of the medicine bill …I remember that the time when the Ministry of Finance made individual decisions to determine the resources of other ministries has ended on the day that this government was sworn in after a revolution that sacrificed the blood of its martyrs.

Le recuerdo que prometió aportar mensualmente 20 millones de dólares como pago parcial de la factura de la medicina …Recuerdo que el tiempo en que el Ministerio de Finanzas tomaba decisiones individuales para determinar los recursos de otros ministerios terminó el día en que este gobierno juró después de una revolución que sacrificó la sangre de sus mártires.

Elbadawi contestó:

The Ministry of Finance and Economic Planning flatly denies the rumor circulating that the Ministry of Finance has acted in any of the benefits or grants in kind or cash that were provided to Sudan to confront the coronavirus for other purposes than that. The Ministry of Finance and Economic Planning confirms that all these subsidies and grants that have reached Sudan have been fully utilized to confront this pandemic…

El Ministerio de Finanzas y Planificación Económica niega rotundamente el rumor que circula de que este ministerio haya actuado con beneficio o subvenciones en especie o en efectivo que se dieron a Sudán para hacer frente al coronavirus y los haya usado con otros fines. El Ministerio de Finanzas y Planificación Económica confirma que todas estas subvenciones y subsidios que han llegado a Sudán se han utilizado plenamente para hacer frente a esta pandemia…

Este juego de culpas hace que los ciudadanos se pregunten cuándo y cómo se resolverá esta crisis.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.