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Disputa por nueva política de «Una sola China» en islas Salomón genera caos en respuesta a COVID-19

Categorías: Oceanía, Islas Salomón, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Respuesta humanitaria, Salud, COVID-19
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Habitrantes de de Malaita acogen con agrado la ayuda humanitaria de Taiwán. Fotos de la página de Facebook del presidente de la provincia de Malaita, Daniel Suidani.

Un envío de ayuda confiscado, un líder provincial jugando según su propio libro de tácticas y una embajada china enfadada.

Estos son todos los ingredientes de la compleja respuesta de islas Salomón al COVID-19, uno de los pocos países en todo el mundo sin registrar un solo caso de coronavirus, pero que aún sufre económicamente [2] debido a las alteraciones causadas por la pandemia.

Una parte esencial de la confusión es el reciente cambio diplomático.

Tras 36 años de relaciones con Taiwán, islas Salomón reconoció a China y adoptó una política de «Una sola China» en septiembre de 2019.

Pero islas Salomón es un país formado por islas, y no todas estuvieron de acuerdo con la decisión.

Daniel Suidani, a favor de Taiwán y presidente de la provincia de Malaita —la provincia más poblada de islas Salomón—, ha rechazado [3] repetidas veces la ayuda del Gobierno chino.

Y así la provincia ha seguido siendo un puesto de avanzada de la influencia taiwanesa, hecho que ha adquirido mayor importancia ya que una envalentonada Taipéi usa diplomacia de COVID-19 [4] para impulsar su perfil internacional.

Suidani ha hecho pocos esfuerzos por restar importancia al asunto.

Ciertamente, el 8 de junio Suidani aumentó la controversia cuando publicó una declaración [1] en la que ensalzaba a Taiwán por enviar arroz [5], mascarillas y equipo médico a Malaita:

Fellow Malaitans, we are in a unique and privileged position to have been assisted by a country that has stood against the might of the Wuhan virus.

Compañeros malaitanos, nos encontramos en una situación única y privilegiada al haber recibido la ayuda de un país que se ha alzado contra el poder el virus de Wuhan.

Asimismo, despreció la política de «Una sola China» del Gobierno nacional:

What we are doing today to reach out for the protection of our survival is nothing new. It looks new only because of the newly introduced frameworks and institutional set ups. However, the limitations under these frameworks must not be used to limit our ability as a people to find appropriate support in times like this.

Lo que estamos haciendo hoy para alcanzar la protección de nuestra supervivencia no es nada nuevo. Solo parece nuevo por los marcos y los sistemas institucionales presentados recientemente. Sin embargo, las limitaciones en virtud de estos marcos no deben emplearse para restringir nuestra capacidad como personas para encontrar el apoyo apropiado en tiempos como este.

«Se observa con profunda preocupación…»

Estos comentarios no iban a pasar desapercibidos. El ministro de Asuntos Exteriores, Jeremiah Manele, publicó rápidamente un comunicado de prensa en el que critica [6] los comentarios «divisivos» e «incendiarios» de Suidani:

Such a divisive statement from a Provincial Premier threatens the unity of the country at a time when we need to work together in keeping COVID-19 from entering our borders and not politicize the virus.

Minister Manele calls for respect for government’s foreign policy and urges those who continue to make provocative and inflammatory statements to stop and work towards building a strong united country.

Una declaración tan divisiva por parte de un presidente provincial amenaza la unidad del país en un momento en el que debemos trabajar juntos para evitar que el COVID-19 atraviese nuestras fronteras, en vez de politizar el virus.

El ministro Manele pide respeto hacia la política exterior gubernamental, y urge a todos aquellos que siguen realizando declaraciones provocadoras e incendiarias que paren y trabajen con la perspectiva de construir un país fuerte y unido.

La embajada china reaccionó con furia, y describió [7] la declaración de Suidani como «irresponsable [8]«:

It is noted with deep concern that leaders of the Malaita provincial government have recently made irresponsible remarks and actions against the ‘One China’ policy adopted by the Solomon Islands national government.

The claims and actions by the Malaita provincial leaders are illegitimate, inappropriate, and entirely wrong. It breaches the sovereignty and territorial integrity of China and hurts the national feelings of the Chinese people.

Se observa con profunda preocupación que los líderes del Gobierno provincial de Malaita han tenido recientemente comentarios y acciones irresponsables contra la política de «Una sola China» adoptada por el Gobierno nacional de islas Salomón.

Las afirmaciones y acciones de los líderes provinciales de Malaita son ilegítimas, inapropiadas y totalmente erróneas. Incumplen la soberanía y la integridad territorial de China, y daña los sentimientos nacionales de los chinos.

«Las vidas de Malaita importan»

Pero el líder local de Malaita recibió el apoyo del Parlamento nacional. Peter Kenilorea Jr., presidente del Comité de Relaciones Exteriores, pidió saber [9] por qué el Gobierno no había expresado oficialmente su gratitud por la ayuda humanitaria proporcionada por Taiwán. Mediante una declaración publicada por SB Herald, el legislador señaló:

There was not even a simple ‘thank you’ from the national government for this humanitarian assistance to one of its largest provinces. The silence on this humanitarian aid by a former diplomatic friend, who is now supposedly an integral part of our new partner, was deafening.

No hubo ni un simple «gracias» del Gobierno nacional por este apoyo humanitario a una de sus mayores provincias grandes. El silencio ante semejante ayuda humanitaria de un antiguo amigo diplomático, que ahora supuestamente forma una parte integral de nuestro nuevo compañero, ha sido ensordecedor.

Aún quedaba otro escándalo por llegar. El 11 de junio, el Gobierno provincial de Malaita informó que la Policía nacional había confiscado un envío de Taiwán que contenía recursos médicos destinados a Malaita. La Policía dijo que había confiscado el envío porque parecía sospechoso [10]. Afirmó que la dirección del remitente no era correcto y que el envío no iba dirigido al Gobierno provincial de Malaita.

No obstante, los medios anunciaron después que la oficina del fiscal general del páis había enviado una carta [11] para notificar a la Policía que el «hecho de que, según informes, Taiwán esté enviando recursos médicos a la provincia de Malaita es un acto de desafío contra las decisiones del Gobierno». También advertía que el envío podía «incluir material que posiblemente infringiera la Ley de Sedición».

El 24 de junio, el líder opositor Matthew Wale condenó [12] los actos de la Policía y del Gobierno nacional:

This is inexcusable, and it only makes a mockery of our efforts to prepare our people against Covid-19 and the State of Emergency.

I, therefore, call on the government to stop dancing to Beijing’s tune and prioritise our people’s health and safety.

Esto es inexcusable, y solo constituye una burla a nuestros esfuerzos de preparar a nuestro pueblo contra el COVID-19 y el estado de emergencia.

Por consiguiente, insto al Gobierno a que deje de bailar al son de Pekín y priorice la salud y el bienestar de nuestro pueblo.

Desde entonces, se ha lanzado una campaña en línea con el lema [13] «Las vidas de Malaita importan, suelten el equipo del COVID-19″ para presionar a favor de la liberación de los recursos médicos confiscados. El Gobierno provincial de Malaita afirmó que estaba preparándose [14] para llevar el caso a los tribunales y recuperar el envío de Taiwán.