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Archivos antifascistas en Brasil exponen información personal de cientos de personas

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Activismo digital, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política

Manifestación antifascista en Porto Alegre, sur de Brasil, 14 de junio. Foto de Maia Rubim vía Benedictas Fotocoletivo/Usada con autorización.

En junio, cientos de personas fueron nombradas —sin su consentimiento— en listas que identificaban a «antifascistas». ’En una de las listas, que circuló en WhatsApp, se exponía información personal como nombres, fotos y direcciones. La otra fue recopilada por un parlamentario de derecha con la ayuda de sus seguidores en medios sociales. La lista no está a disposición del público y no está claro qué información personal contiene.

Información publicada

A comienzos de junio, una lista en PDF [1] de 900 páginas circuló en Whatsapp. Al abrirla, cientos de brasileños encontraron sus nombres, fotos, perfiles de medios sociales, direcciones y algunos teléfonos celulares. Además de exponer información personal, el documento llamaba a quienes estaban en la lista de “antifascistas”. Hasta mediados de julio, nadie había confirmado quién había recopilado los datos ni la intención detrás de la lista.

El doxeo, o publicación de datos personales, es la práctica [2] de divulgar la información personal sin autorización y con la intención de amenazar o intimidar. Aunque parte de esta información puede estar fácilmente disponible o ser fácil de encontrar, como las fotos del usuario en sus perfiles o páginas de medios sociales públicos, la intención de la publicación es acosar y amenazar a la persona.

Circularon rumores en medios sociales [3] de que las personas señaladas pertenecían a movimientos izquierdistas, aunque no existe prueba formal. La catedrática Lola Aronovich, del Departamento de Lenguas Extranjeras de la Universidad Federal del Ceará (UFC), tuiteó [4] que la mayoría de los nombres se tomó de Facebook. «Quien haya hecho la lista buscó un perfil visual (tatuajes, perforaciones, etc.)», escribió.

Legislador recopila segunda lista

Unos días después hubo una segunda lista, similar a la primera. El diputado Douglas Garcia, miembro electo del Parlamento estatal de São Paulo del ultraconservador Partido Social Liberal (PSL), dijo haber recopilado esta segunda lista.

En el video [5] de Twitter que grabó el diputado Garcia, que apoya a Bolsonaro, pasa los dedos por una pila de papeles. Sostuvo haber recibido entre 700 y mil nombres de sus seguidores de medios sociales.

Garcia se refirió al reciente anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre su plan para diseñar [6] Antifa, término impreciso [7] usado para nombrar a grupos y movimientos antifascistas de izquierda como terroristas. El término [8] es una abreviación de antifascista, y los activistas Antifa han estado involucrados [9] en protestas antirracistas en Estados Unidos. El diputado prometió enviar su lista a la Embajada de Estados Unidos y a la Policía para investigar a quienes figuran en la lista y sus vínculos con «actividades terroristas».

Ambos documentos –el que se hizo público en Whatsapp y el recopilado por Garcia– se hicieron conocidos como los «archivos antifascistas».

En medios sociales, las personas empezaron a creer [10] que la primera y la segunda listas eran la misma. Legisladores de izquierda acusaron [11] a Garcia de difamación y violación de la privacidad personal y sugirió a quienes figuran en la lista que se organizaran para tener protección legal.

En una llamada por WhatsApp con Global Voices, Garcia aeguró que su documento es diferente. «El mío no tiene nombres de mujeres y es el único sobre personas del estado de São Paulo», dijo. También aclaró que los nombres que recopiló no se hicieron públicos. En cambio, Garcia confirmó que el archivo se envió a la Policía Federal y la Policía Civil. «Es mi trabajo tengo un espacio abierto en mi oficina para reclamos. Cuando vi personas que destrozaban propiedad pública y privada durante las manifestaciones antifascistas, tuve que actuar. Esto es un delito», dijo.

Garcia recopiló los datos después de que organizaciones antifascistas, derivadas de clubes de fútbol, realizaron protestas [12] al menos en 15 ciudades en todo Brasil. El 1 de junio, miles de personas marcharon en la mayor avenida de São Paulo en respuesta a manifestates a favor de Bolsonaro y contra el confinamiento, que ocuparon la avenida Paulista todas las semanas en mayo a pesar de la pandemia de COVID-19.

Garcia está oficialmente bajo investigación desde el 8 de junio, acusado [13] de inconducta administrativa por su lista. Si lo declaran culpable podría perder su escaño. Legisladores opositores creen que Garcia intentó intimidar a los activistas y, por tanto, solicitaron la investigación. Aunque Garcia creó el archivo, el diputado sostiene que es antifascista.

Herramienta para evitar mayor difusión de información personal

No muchas personas de la lista pública se quejaron al respecto en línea por temor a mayor exposición. Lucas Lago, programador de la plataforma de datos Project7c0 [14], vio a muchos amigos suyos preocupados cuando ambas listas se hicieron públicas. «Publicaban la lista en línea para que otros pudieran consultar sus nombres», dijo Lago a Global Voices vía Skype.

Luego contactó a su colega codificador Eduardo Cuducos para que lo ayudara a crear una heramienta [15] que evitaría que se difundieran los datos personales de la gente sin que se les permitiera revisar si están en la lista. Para él, era importante tener una manera segura de saber quién está en la lista. Aunque el archivo en PDF sigue disponible en línea, con su herramienta, Lago y Cuducus buscaron minimizar una mayor difusión de la información personal de quienes están en la lista.

Qualquer maneira de compartilhar dados pessoais [online] que classifique as pessoas não é apenas complicada, mas ilegal. A situação no Brasil é tensa e polarizada, isso abre as portas para colocar toda a pessoa em risco. Me senti compelido a fazer algo para que as pessoas soubessem dos riscos se estivessem na lista. (…) [Compartilhar a lista on-line] pode acabar causando mais danos se for feito sem muita consideração. As pessoas têm que abordar tudo taticamente.

Cualquier manera de difundir datos [en línea] que clasifique a las personas no solamente es complicada, también es ilegal. La situación en Brasil es tensa y está polarizada. Esto abre la puerta a poner a toda la persona en riesgo. Me siento obligado a hacer algo para que la gente conozca los riesgos si están en la lista. (…) [Publicar la lista en línea] puede hacer más daño si se hace sin mucha consideración. Las personas deben abordar todo tácticamente.

El programador también afirmó que los usuarios lo contactaron para pedirle consejo legal, una vez que supieron que sus nombres estaban en la lista. «La reenviamos a abogados y ONG que se especializan en filtración de datos, para una mejor asistencia», dijo. No saben cuántas personas la usaron pues no conservan datos de los usuarios para proteger su identidad.

Para Lago, la herramienta señaló un exitoso punto decisivo desde que la primera lista se hizo pública. «Permitió a las personas tener más conocimiento sobre su situación», dijo.