
Bailarina y cantante checo-angoleña Madalena João. Fotografía de Monika Šimíčková, utilizada con autorización.
La comunidad afrocheca, una de las más pequeñas de República Checa, está emergiendo gradualmente y expresando sus opiniones en público. Esta publicación es la segunda de una serie de dos partes en las que se examina su lucha por obtener reconocimiento en el país centroeuropeo. Para leer la primera parte, visite este enlace.
Si bien República Checa se considera un país seguro y pacífico, ocupa el octavo lugar en el índice de paz mundial del sitio web Vision of Humanity, existen casos regulares y documentados de racismo, principalmente hacia la comunidad romaní y también hacia otras minorías.
Algunas manifestaciones del movimiento Black Lives Matter (BLM) han tenido un eco global, han reunido pocos participantes. Sin embargo, una importante excepción fue el graffiti en la estatua de Winston Churchill en Praga, con palabras que lo describen como racista.
A statue of Winston Churchill in Prague has been defaced with graffiti, reports @iROZHLAScz. https://t.co/y2jsd2KKfZ
— Radio Prague International (@RadioPrague) June 11, 2020
«Churcill era racista». Alguien pintó con aerosol «Black Lives Matter» en una estatua de Churchill en Praga.
Los manifestantes también dañaron la estatua de Winston Churchill en el Parlamento británico en Londres. Hace tres días, la misma inscripción apareció junto a su nombre como en el monumento de Praga.
——————
Una estatua de Winston Churchill en Praga ha sido vandalizada con graffiti, informa..

La bailarina y cantante checo-angoleña Madalena João. Fotografía de Lucie Baldé, utilizada con autorización.
Madalena João, ciudadana checa de ascendencia africana, contó a Global Voices su experiencia con el racismo:
Dočetla jsem se, že Česká republika je ve světovém žebříčku na 8. místě v mírumilovnosti ve světě. Pokud je tomu opravdu tak, je to moc hezké hodnocení, i když se tomu někdy nechce věřit. Je fajn vnímat, že je zde v České republice nás víc, kteří jsme řekněme barevní, a konáme, tvoříme, zpíváme, rapujeme, píšeme, nebo se nějak prezentujeme. Myslím, že to místo tu máme, je to naše domovina, a chtěli bychom se zde cítit bezpečně.Přemýšlím spíš teď o synovi, u kterého jsem zažila dvě narážky. Pramení to vždy z domova, tak jak rodiče budou vést své děti.
Leí que República Checa ocupa el octavo lugar en la clasificación mundial de los países más pacíficos. Si este es el caso, es una evaluación muy buena, aunque a veces es difícil de creer. Es genial ver que somos más, como nos dicen, «personas de color» que trabajamos, creamos, cantamos, rapeamos, escribimos o nos hacemos visibles de alguna otra manera. Creo que aquí está nuestro hogar y queremos sentirnos seguros aquí. Me preocupa más mi hijo, que ha experimentado comentarios racistas. Esto viene del hogar y depende de cómo los padres crían a sus hijos.

Obonete Ubam. Fotografía deFilip Noubel, utilizada con autorización.
Obonete Ubam, quien acuñó el término «afrocheco», tiene su propia explicación de lo que describe como un resurgimiento del racismo en su país de origen:
Představa nebílého Čecha je pro českou společnost něčím příliš nezvyklým a mnohdy těžko stravitelným. Pořád jsme terče předsudků nebo antipatií. Souvisí to s odmítavým až nenávistným diskursem posledních let, který otevřela migrační krize. Tendence bránit se cizím vlivům poukazuje hlavně na naše malé národní sebevědomí: samostatnost byla naší zemi dlouho upírána a většina nositelů cizích vlivů, kteří k nám přicházeli, si spíš brousili zuby na naše území. Je tady i problém „skleněného stropu“. Začnete se sám sebe ptát, jak vysoko můžu vlastně dosáhnout než na něj narazím? Kde přesně je ten bod kariérního růstu, za který už nedojdu, protože panuje všeobecné přesvědčení, že bych jako ne-běloch neměl?
Možná jen žijeme v pro nás, nepříznivé době. Pokud nás totiž historie něčemu naučila, pak je to, že každý chvilku tahá pilku. Nejvýznamnější centra lidské civilizace se během staletí posouvají z kontinentu na kontinent. Jak Afrika, Asie tak i Arábie už kdysi pupkem světa byly. Dnes je to západní civilizace, jenže nic netrvá věčně.
Para la sociedad checa, la idea de un checo no blanco es demasiado inusual y, a menudo, imposible de digerir. Seguimos siendo blanco de estereotipos y antipatía. Esto está relacionado con los discursos de no aceptación u odio de los últimos años iniciados por la crisis migratoria. La tendencia a resistir las influencias extranjeras demuestra nuestro complejo de inferioridad como nación, teniendo en cuenta que a menudo se nos negó la independencia y que la mayoría de los portadores de elementos extranjeros vinieron aquí para obtener beneficios personales.
También existe el problema del «techo de cristal», que consiste en que te empiezas a preguntar: ¿hasta dónde puedo llegar antes de chocarme? ¿Dónde está exactamente ese punto en mi carrera que no cruzaré porque no debería cruzar por no ser blanco?
Quizá simplemente estamos viviendo un momento que no es muy favorable para nosotros. Si algo nos ha enseñado la historia es que todos tenemos nuestro momento. Los centros más importantes de la civilización humana han cambiado de continente a continente a lo largo de los siglos. África, Asia y Arabia fueron en algún momento el centro del mundo. Hoy es la civilización occidental, pero nada es para siempre.
Según Martin Kříž, la globalización puede explicar en parte el racismo en República Checa:
Fenoménu globalizace těží spíše progresivní městská omladina a podnikatelské vrstvy. Že se globální společnost čím dál více propojuje a do Čech se stěhují různí cizinci způsobuje pramalou radost lidem středního věku někde na Severní Moravě nebo v severních Čechách, pro které globalizace znamená často úbytek pracovních příležitostí a stres ze změny. Není pak divu že se projevují rasisticky nebo přesněji řečeno xenofobně.
La globalización beneficia principalmente a la juventud urbana y la comunidad empresarial. El hecho de que la sociedad global esté cada vez más interconectada y que más extranjeros se muden a República Checa no les causa mucha gracia a las personas de mediana edad de las regiones al margen del país, para quienes la globalización a menudo significa menos oportunidades laborales y estrés debido al cambio. No es de extrañar entonces que expresen racismo o xenofobia.
Sin embargo, para la comunidad romaní, el movimiento BLM ofrece una forma de volver a poner sobre la mesa las discusiones sobre racismo contra los romanís. Kříž señala:
Ve Spojených státech je z neoddiskutovatelné, že afroameričané mají často i přes svoje vynaložené úsilí mnohem menší šance dosáhnout na kvalitní vzdělání a pracovní uplatnění. V české společnosti se přímo nabízí ke srovnání romská populace ale to je zcela jiný příběh.
En Estados Unidos, es indiscutible que los afroamericanos, a pesar de sus esfuerzos, tienen menos oportunidades de lograr educación y empleo de calidad. En el contexto checo, es comparable con lo que ocurre con la comunidad romaní, pero ese es un caso bastante diferente.