Sistema de identificación digital de India profundiza exclusión de comunidades vulnerables en plena pandemia

Banner image credit: Corona crisis in Kolkata 14. Indrajit Das (CC-BY-SA-4.0)

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Este artículo se publicó primero en Yoti como parte del proyecto Identidad Digital de Subhashish Panigrahi. It has been edited for Global Voices.

Antes de que la sociedad india tuviera la oportunidad de recuperarse de la desaceleración financiera y la controvertida reforma de la Ley de Ciudadanía, llegó la pandemia de COVID-19. A fines de junio, 16 568 ciudadanos indios había muerto de COVID-19, y 554 386 han salido positivo en las pruebas. A mediados de mayo, también se informó que 24 personas, sobre todo trabajadores migrantes que intentaban desperadamente volver a casa, habían muerto por el confinamiento. La mayoría murió en un intento de caminar cientos de kilómetros, hambrientos y enfermos, y algunos como resultado de ataques indiscriminados.

Sin embargo, una base de datos confeccionada por Datameet, comunidad de datos abiertos, sugiete que más de 882 indioshan muerto por razones diferentes al coronavirus (sobre todo de inanición, dificultades financieras, cansancio, accidentes durante la migración, falta o negativa de atención médica, suicidios, violencia policial, delitos y abstinencia de alcohol) durante el confinamiento. Muchas comunidades marginadas ya se esforzaban para sobrevivir a la pobreza, al hambre y las exclusiones sistémicas, y la vida se volvió más dura por el distanciamiento social y las regulaciones del confinamiento.

El sistema de identificación digital de India —que enfrentó críticas por asuntos de seguridad y exclusión— ha marginado más a las comunidades con mayores desventajas durante la pandemia.

Ha habido preocupación de que la autenticación por huellas dactilares (que usa Aadhaar, programa nacional de identidad digital biométrico de India) puede aumentar el riesgo de mayor propagación de COVID-19, y el Sistema de Distribución Pública de India (PDS, sistema de bienestar social de India) usa predominantemente Aadhaar para autenticación. El estado de Kerala identificó este riesgo desde el principio y suspendió el uso de todo sistema de autenticación biométrica. Esto, y todos los otros riesgos sociales, políticos y transaccionales vinculados a Aadhaar —debido al COVID-19— han puesto a las comunidades marginadas en un riesgo mucho mayor y ha promovido llamados para una revisión del ecosistema de la identificación digital. Mientras los trabajadores migrantes en las ciudades de Delhi, Bombay y Surat tratan desesperadamente a sus lugares de origen, muchos luchan por tener ayuda para COVID-19 y provisión regular de granos y raciones de comida a las que tienen derecho, todo porque el sistema de distribución aún debe ser universal para garantizar un beneficio público equitativo.

Aadhaar y servicios sociales

El uso de autenticación basada en Aadhaar –o vincular el uso de Aadhaar con servicios sociales esenciales– hace que las exclusiones sean más probables que nunca.

A una discapacitad de 68 años del estado indio de Odisha a quien le faltaban dedos le negaron la inscripción en Aadhaar, y como resultado, no recibió granos de comida durante 11 meses. A otro discapacitado les negaron las raciones durante tres años, y a una familia de cinco miembros que incluye una pareja mayor, estuvo en situación similar durante seis meses. Hay más de cien casos similares de una diminuta región administrativa en la misma provincia que no han recibido granos ni raciones a las que tienen derecho.

Harshabati kheti de 68 años, es una persona discapacitada sin dedos de Lachipur, Sonepur. Le han negado las raciones a las que tiene derecho por no haberse inscrito en Aadhaar. No lo pudo hacer porque no tiene dedos. Esto es criminal.
Me negaron Aadhaar primero porque no tengo los dedos intactos, y no he recibido ración alguna en 11 meses
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A Harshabati Kheti de Lachipur, distrito de Sonepur, Odisha, le negaron Aadhaar primero por no tener los dedos intactos. No ha recibido comida ni otras raciones durante 11 meses ni ayuda por COVID19.

De bienestar público a vigilancia masiva

Registro Nacional de Ciudadanos

India se encuentra en medio del Registro Nacional de Ciudadanos, iniciativa para identificar y construir una base de datos de «ciudadanos legales» que, en su lanzamiento en el estado de Assam, declaró «legales» a 31 millones de personas de una población total de 33 millones, y dejó a 1,9 millones, en su mayoría musulmanes, como apátridas. El Gobierno tiene planes para implementar el registro en todo el país.

El uso de datos personales está en el medio de todo, desde identificar manifestantes con reconocimiento facial, o identificar selectivamente a vehículos de musulmanes de una base de datos gubernamental duranter pógroms comunitarios o hasta rastrear personas que han viajado a un país afectado por coronavirus. Se informa que el Gobierno está en proceso de desarrollar un aplicatico de geovallas que puede alertar a las autoritdades locales si una persona en cuarentena o aislada por COVID-19 intenta ‘escapar’, con la ubicación de torres celulares de la persona afectada.

Los intentos para lidiar con el COVID-19 también han resultado en que una agencia gubernamental provincial publique los datos personales —incluidos nombres legales y direcciones completas— de 19 240 personas que estaban aisladas en casa tras un viaje al extranjero. El abogado Rahul Matthan menciona la falta de apreciación de la privacidad personal del Gobierno como una razón. Aadhaar tiene un rol clave en la mayoría de iniciativas de identificación a gran escala. Un reciente informe de investigacion de tres partes revela que el Gobierno indio planea construir una “basa de datos que abarque todo, se actualice automáticamente y en la que se puede hacer búsquedas para rastrear todos los aspectos de la vida» de 1200 millones de habitantes. Es preocupante el cambio de Aadhaar, que fue de identidad en su diseño inicial, a un sistema para mejorar la asistencia pública a su uso en vigilancia masiva. En 2016, el entonces ministro de Economía de India, Arun Jaitley, hasta cambió el nombre del proyecto de ley de la Constitución india por el de «Ley Aadhaar (entrega selectiva de subsidios, prestaciones y servicios financieros y de otro tipo)».

Los derechos civies de las personas se pueden ver comprometidos cuando un estado con la seguridad como prioridad –con un partido político hindú de derecha en el poder– solicita a titulares musulmanes de Aadhaar-que prueben su ciudadanía. Antes de la pandemia, hubo protestas a gran escala en todo el país contra la ley de enmienda de ciudadanía, controvertida enmienda a la ley de ciudadanía de 1955 que promete ciudadanía a algunos migrantes indocumentados por su fe religiosa, pero niega el mismo derecho a los inmigrantes musulmanes y de otras minorías. El temor de quedar como apátridas o una situación parecida a los rohinyá llevó a protestas de nivel nacional que duraron cien días en las que murieron 65 personas.

Special Hospital for Corona patients, photo credit: Government of Odisha (CC-BY-4.0)

Hospital especial para pacientes con coronavirus. Foto del Gobierno de Odisha (CC-BY-4.0).

El Gobierno indio sostiene que la autenticación biométrica de Aadhaar ha ayudado a reducir errores y la corrupción en la distribución de los beneficios. Sin embargo, un estudio reciente de investigadores académicos sugiere lo contrario. El estudio determinó que el uso de Aadhaar añade una carga financiera adicional del 17 % en la que los beneficiarios tuvieron que incurrir para cobrar sus beneficios, y el 10 % de los titulares genuinos del sistema de distribución negaron sus beneficios debido a errores de autenticación falsa.

El uso de Aadhaar por parte de la Transferencia Directa de Beneficios, plan gubernamental para la transferencia directa a la cuenta bancaria, también dio lugar a un fracaso de las transacciones por valor de 690 millones de rupias indias (9,08 millones de dólares estadounidenses), según la agencia de noticias india Economic Times.

Además de los fallos de autenticación, también han surgido casos de moldes de huellas dactilares robados que se usan para el fraude, y que no existían antes de que se implantaran las autenticaciones basadas en Aadhaar a esa escala. Además, teniendo en cuenta la incertidumbre de una vuelta a la normalidad después del COVID-19, sería más prudente evitar el contacto físico utilizando métodos alternativos de autenticación, en lugar del escanear huellas dactilares, en el que el uso forzoso de Aadhaar para las prestaciones sociales públicas sería problemático. Es posible que muchas comunidades indígenas aisladas no tengan inmunidad ni siquiera a las enfermedades más comunes y es necesario tomar precauciones adicionales en caso de que personas no indígenas participen en la distribución de los recursos. La falta de acceso a la información sobre la atención médica de emergencia en idiomas nativos también sigue siendo un gran obstáculo.


Para saber más sobre la marginación y la exclusión causadas por la identidad digital en India, escucha MarginzalizedAadhaar, podcast del autor en el que entrevista al doctor Usha Ramanathan, abogado e investigador de derechos humanos.

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