La artista que borda las protestas de Bielorrusia

Enfrentamiento entre policías antimotines y manifestantes, bordado con el tradicional estilo bielorruso, por Rufina Bazlova. Imagen (c): Rufina Bazlova, usada con autorización.

A simple vista, no hay dos palabras que parezcan tan distantes entre sí como protesta y bordado. Sin embargo, en Bielorrusia, donde la oposición impugna el control del poder de Alexander Lukashenko tras las elecciones presidenciales del 9 de agosto, la revolución no solo se está transmitiendo en las redes sociales, se está bordando.

Los resultados oficiales de estas elecciones presidenciales, anunciados el 10 de agosto, atribuyeron a Lukashenko más de 80 % de los votos, mientras que la líder de la oposición recompuesta, Sviatlana Tsikhanouskaya, obtuvo menos de 10 %. Los resultados no fueron aceptados por Tsikhanouskaya, quien denunció un fraude masivo con argumentos de activistas observadores independientes, y exige una conversación oficial con Lukashenko. Sin embargo, para el Gobierno, las elecciones son un asunto terminado y no dan lugar a más discusiones. Además, quedó cortado el acceso a internet en todo el país desde el 9 de agosto, lo que implica que la mayoría de los bielorrusos no puedan informarse sobre las protestas nacionales en curso, en las que la Policía ha ejercido la violencia contra los manifestantes. Más de 5000 personas fueron arrestadas, y se informó un fallecimiento.

Desde que Lukashenko llegó al poder en 1994, el país de Europa Oriental de casi diez millones de habitantes nunca volvió a tener elecciones libres y justas. Si bien estas protestas son las mayores de los últimos años, las elecciones anteriores en Bielorrusia tuvieron respuestas similares, seguidas de represiones y arrestos masivos. Así, la memoria histórica de cualquier vestigio de protestas se borra de la conciencia colectiva.

Bordado de Rufina Bazlova donde retrata una van policial y un grupo de manifestantes. Imagen (c): Rufina Bazlova, usada con autorización.

Por ese motivo, una artista bielorrusa decidió inmortalizar las protestas de agosto de 2020 con bordados. Rufina Bazlova, que vive en Praga y estudió Arte en la República Checa, eligió un lenguaje cercano al corazón de muchos bielorrusos: el bordado rojo sobre fondo blanco. Por muchos años después de la independencia, este tipo de bordado fue una parte esencial del folclor bielorruso para promover el turismo hacia el país.

Y también tiene una connotación política. Durante la independencia de Bielorrusia tras la caída del Imperio Ruso, el país usó la bandera tricolor blanca, roja y blanca. Así recordaba los días de la Mancomunidad Polaco-Lituana de la cual formaba parte, pero su recién lograda independencia no duró mucho: El país fue reabsorbido por la Unión Soviética en 1919. Por eso, cuando cayó la Unión Soviética en 1991, volvió a ser la bandera de la Bielorrusia independiente y revindicó una identidad separada de Rusia. Sin embargo, en 1995, Lukashenko restituyó la bandera verde y roja de la Belarús soviética (aunque sin la hoz y el martillo), y convirtió la bandera roja y blanca en un símbolo de oposición a su gobierno.

Hoy el simbolismo sigue vigente. Se ve con frecuencia en las protestas actuales, es símbolo de resistencia al régimen, según explica Max Ščur, activista y escritor bielorruso radicado en Praga, la capital checa:

What we are witnessing now in Minsk and Belarus is a democratic revolution, civic society is being born. Belarusian cultural identity is complicated, but right now it's all about democratic values and an active anti-regime position. It's a «civic», not «ethnic» model of society in progress.

Lo que estamos viendo ahora en Minsk y en toda Bielorrusia es una revolución democrática, el nacimiento de la sociedad civil. La identidad cultural bielorrusa es complicada, pero en este momento, todo se relaciona con los valores democráticos y una posición activa contra el régimen. Es un modelo de sociedad «cívica», no «étnica», en curso.

Ales Plotka, cantante y activista cívico bielorruso radicado también en Praga está de acuerdo, pero afirma que la posición de la bandera es más ambiguo:

The white-red-white flag is a common symbol of resistance against this unfair government. It was associated with the traditional opposition in the past, and demonised by Lukashenko ideologists, but is now used country-wide by all sorts of people. There is no official ban on it, as it is really a historical flag, known for over seven centuries. Sometimes people carrying it are attacked, usually by the police. During events celebrating the anniversary of the independent Belarusan Democratic Republic [1918-1919], it was widely used, and people leaving the area were temporarily arrested for carrying it. But today, the more it is used and recognised, the less often people carrying it are attacked.

La bandera roja y blanca es un símbolo frecuente de resistencia contra este gobierno injusto. Estuvo asociada a la tradicional oposición del pasado y demonizada por los ideólogos de Lukashenko, pero hoy toda clase de gente la usa en todo el país. No existe una prohibición oficial de usarla, ya que es una bandera histórica conocida a lo largo de siete siglos. A veces había ataques, generalmente de la Policía, contra quienes la llevaban. Se usó mucho durante los acontecimientos que celebraban el aniversario de la independencia de la República Democrática Bielorrusa [1918-1919], y la gente que vivía en los alrededores fue temporalmente detenida por llevarla. Pero hoy en día, cuanto más se usa y reconoce, menos se ataca a quien la lleva.

Por todo eso es que el trabajo de Bazlova tiene un poderoso simbolismo político. Esto se puede ver en la selección de acontecimientos que decide bordar, como en el caso de los dos DJ que sabotearon una actividad a favor de Lukashenko con la reproducción de una canción del difunto músico de rock soviético Viktor Tsoi sobre la necesidad de un cambio, y que se ha vuelto casi un himno de protesta de la oposición para movilizar a la gente contra Lukashenko.

Bordado en honor a Kirill Halanov y Vladislav Sokolovsky, dos DJ bielorrusos que reprodujeron el himno de protesta de Viktor Tsoi «Peremen» en un acto público a favor de Lukashenko. Imagen (c): Rufina Bazlova. Usada con autorización.

Bazlova, que vive en la República Checa desde 2008, explicó a Global Voices el motivo de su trabajo:

Je to jednoduché – reaguji na to, co se děje v Bělorusku. Vycházím přímo z toho, co vidím ve správach a síti telegram. Běloruský ornament je v nějakém smyslu zakódovaná historie národa. Navíc červená barva na bílém lnu je symbolem života. Jak možná víte, původní vlajka Běloruské Lidové republiky vzniklé v r. 1918 měla červený pruh na bílém pozadí. Lukašenko z nějakého důvodu se nevrátil ke kořenům a rozhodl se pro novou variantu – současnou oficiální červeno-zelenou vlajku, která však taky má na sobě tradiční běloruský ornament.

Hace doce años que vivo en la República Checa, vine en 2008 para estudiar; estudié Ilustración en Plzen y Escenografía en Praga. Es simple: una reacción ante lo que pasa en Bielorrusia. Me inspiro directamente en lo que veo en las noticias y en los canales de Telegram. La ornamentación bielorrusa es, en cierta forma, una codificación de nuestra historia. Tradicionalmente, el rojo sobre lino era un símbolo de vida. Como debes saber, la bandera original de la República Democrática de Bielorrusia de 1918 tenía una banda roja sobre fondo blanco. Por alguna razón, Lukashenko no retomó la original y se decidió por una nueva versión: Una bandera roja y verde que también incorpora la ornamentación tradicional en un costado.

Bordado de Rufina Bazlova que muestra una protesta en apoyo a los manifestantes de Bielorrusia llevada a cabo en Praga el 9 de agosto. Imagen (c): Rufina Bazlova, usada con autorización.

También explica cómo hace para combinar las historietas con el bordado en una forma de expresión artística:

To není moje první práce s vyprávěním příběhu prostřednictvím výšivek. Již před několika lety jsem vyšívala komiks Ženokol. Přestože taky pracuji v jiných technikách letošní národní probuzení si naprosto vyžádalo techniku lidové výšivky. Události posledních měsíců je naše velká historie, Bělorusko se změnilo, probudilo se, přicházejí velké změny které musí být zapsané do vyšívkového kódu! Mám v plánu vytvořit rozsáhlejší komiks o letošních volbach. Ale není to nejrzchlejší technika, takže to ještě nějakou dobu potrvá.

No es la primera de mis obras que se centra en contar un relato por medio del bordado. Hace unos años, bordé una serie de historietas llamada Ženokol. Aunque uso técnicas artísticas diferentes, el despertar nacional de este año exigía una técnica de bordado nacional. Los acontecimientos de los últimos meses representan una parte de nuestra amplia historia: Bielorrusia cambió, despertó, ¡vienen grandes cambios que se deben escribir en el código del bordado! Estoy pensando en crear una extensa historieta sobre las elecciones [presidenciales] de este año. Pero no es la técnica más rápida, así que llevará un tiempo.

Admira los bordados de Rufina Bazlova en Instagram

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