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Cooperativa de mujeres en Srebrenica produce «mascarillas protectoras para todos»

Categorías: Europa Central y del Este, Bosnia y Herzegovina, Buenas noticias, Medios ciudadanos, Respuesta humanitaria, Salud, COVID-19
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Activistas (de izquierda a derecha) Valentina, Hilda, Jelena yŽeljka en Srebrenica, Bosnia Herzegovina (mayo de 2020). Foto de Ahmedin Đozić/Balkan Diskurs, usada con autorización.

Esta historia de Ahmedin Đozić se publicó originalmente en Balkan Diskurs, [2] proyecto de. Centro de Investigación Posconflicto [3] (PCRC). Se reproduce una versión editada en Global Voices como parte de un acuerdo para compartir contenido.

Srebrenica [4] es una ciudad y municipalidad ubicada en la parte más oriental de República Srpska, entidad de Bosnia Herzegovina. Tiene un pueblito montañoso de unos 2600 habitantes, mientras la municipalidad tiene una población de cerca de 13 400 personas. Sus principales industrias son minería de sal y un balneario. Durante la Guerra de Bosnia, en junio de 1995, Srebrenica fue escenario de una masacre de más de 8000 hombres y niños bosniacos [5], que fue calificada como acto de genocidio [6] por el Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia y la Corte Internacional de Justicia.

Un grupo de mujeres de Srebrenica ha respondido a la pandemia del coronavirus confeccionando mascarillas faciales protectoras para las personas en sus comunidades.

Valentina Gagić-Lazić, es una de de las fundadoras de la asociación que reúne al grupo de «empoderadas», Sara-Srebrenica [7]. Es también activista en Srebrenica desde que se mudó ahí en 1995, y explica el origen de la iniciativa:

«Nismo željeli potencirati da su to djela samog udruženja, već pojedinaca. Ibrima Halilović, zaposlenica fondacije MI BOSPO je reagovala prva. Javila nam se i rekla da želi da šije, ali da nema šivaću mašinu. Brzo smo razmijenili ideje i došli do rješenja. Stavili smo na raspolaganje sve resurse koje smo imali u Udruženju, poput mašina, materijala i konca. Ubrzo smo organizovale prostor koji smo formirali kao malu radionicu.»

No queríamos hacer esto solamente como parte de una asociación sino como personas. Ibrima Halilović, que trabaja en MI BOSPO, fue la primera en responder. Se puso en contacto con nosotros y nos dijo que estaba dispuesta a coser pero que no tenía máquina de coser. Intercambiamos algunas ideas y rápidamente dimos con una solución. Le dimos todos los recursos que nuestra asociación tenía, como máquinas, materiales e hilo. También organizamos un pequeño espacio para un taller.

El grupo empezó con apenas seis mujeres: tres cosían y el resto lavaba, cortaba y planchaba las mascarillas.

“La idea era mostrar a nuestros conciudadanos que estamos a su lado en estos momentos complicados. Esperamos que estas mascarillas los hagan sentirse más protegidos. Somos muchos en Srebrenica y debemos unirnos por medio de comunión y cuidado mutuo. Se ha sabido de nuestro trabajo porque más y más personas empezaron a apoyarnos. Las mujeres empezaron a contactarnos, ofrecían donar material y ayudar de otras maneras. Todos deben ayudar tanto como puedan. El espíritu de solidaridad, en estos tiempos, se puede sentir», agrego Gagić-Lazić.

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Željka (izquierda) e Hilda cosen mascarillas para habitantes de Srebrenica y aldeas cercanas. Foto de Ahmedin Đozić/Balkan Diskurs, usada con autorización.

El dinámico grupo incluye mujeres de diferentes espacios profesionales que tienen el mismo objetivo: apoyar a su comunidad. Las mujeres del grupo son Valentina Gagić-Lazić, Stana Medić, Željka Milovanović, Hilda Đozić, Jelena Bibić e Ibrima Halilović.

Valentina Gagić-Lazić ayuda con la limpieza, corte y planchado, mientras Stana Medić —una de las fundadoras Sara-Srebrenica— apoya con la costura de las mascarillas en casa por su condición de alto riesgo.

Željka Milovanović se unió a la iniciativa con su propia máquina de coser. Trabaja en la fábrica EKONOMIK que hace contenedores prefabricados, y sus colegas de Srebrenica dicen que es una feroz luchadora que no se arredra ante ningún trabajo cuando se trata de ayudar a su comunidad.

Hilda Đozić trabaja en la Casa de los Buenos Tonos [9] —proyecto cultural para niños— e integrante activa de su comunidad, ayuda con la confección y distribución de las mascarillas. Reaccionó rápido a la crisis de salud y coordinó con la administración de la Casa de los Buenos Tonos para tener un lugar de trabajo para la iniciativa.

Jelena Bibić, otra activa integrante de su comunidad, confecciona y prepara las mascarillas para la costura al lado de su hija.

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Las diligentes manos de activistas e integrantes de la asociación «Sara-Srebrenica» cosieron más de mil mascarillas protectoras en poco tiempo. Foto de Ahmedin Đozić/Balkan Diskurs, usada con autorización.

Colectivamente, han cosido más de mil mascarillas y las han distribuido a trabajadores de tiendas, farmacias, adultos mayores y otros, y también en aldeas vecinas a Srebrenica.

Sara-Srebrenica continúa atendiendo las necesidades de la comunidad local y expandida, trabaja junto con la Cruz Roja y la oficina de Protección Civil en Srebrenica para garantizar que sus recursos estén accesibles para todos. Mientras la producción de mascarillas continúa, la demanda ha aumentado con la implementación de requisitos de mascarillas.

“La razón por la que nos unimos era contribuir. te. Queríamos hacer algo concreto y útil. como siempre hacemos. Reaccionamos instintivamente. Es importante que compartamos un espíritu de solidaridad en estos tiempos complicados. Debemos hacer todo lo que está en nuestras manos. Creo que esa ha sido la fuerza impulsora para todas nosotras», dijo Gagić-Lazić.

Con la ayuda a sus vecinos en estos tiempos de gran necesidad, este innovador grupo que está ayudando en diversas maneras es un recordatorio del poder de mujeres decididas a apoyar a sus comunidades.