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Maltratadas y contagiadas con COVID-19, trabajadoras domésticas nigerianas están varadas en Beirut

Categorías: África Subsahariana, Líbano, Nigeria, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Mujer y género, Relaciones internacionales

Hasta 30 mujeres permanecen en esta casa segura para trabajadores domésticos varados en Líbano después de haber sido expulsadas de las casas de sus empleadores. Imagen de Dara Foi'Ella, utilizada con autorización.

Hacia mediados de agosto, 43 mujeres nigerianas están en tres casas seguras en Beirut, Líbano, después de que sus empleadores las echaran de las casas donde trabajaban como empleadas domésticas, tras la explosión ocurrida en Líbano el 4 de agosto.

Hilo sobre las mujeres nigerianas abandonadas en Beirut:

- 3 casas seguras con más de 30 mujeres en una habitación
– sin muebles, con instalaciones precarias
– sin acceso a agua potable
– sin acceso a la comida
– con amenazas diarias de empleadores y agentes (traficantes de personas).

Envíelas a casa. Deroguen la kafala.

A causa de la explosión en un almacén del puerto de Beirut murieron 135 personas y 5000 quedaron heridas, según [4] The Guardian. El 10 de agosto, tras protestas generalizadas, el primer ministro libanés Hassan Diab, y con su gabinete, renunciaron [5] a su cargo.

La explosión desató la ira reprimida de los libaneses que ya estaban atravesando una dura crisis financiera [6] exacerbada por la pandemia de coronavirus y el consecuente aumento del desempleo.

Sin embargo, las trabajadoras domésticas migrantes, en su mayoría procedentes de países de África, fueron las más afectadas.

El periódico Middle East Eye informa:

Las trabajadoras domésticas migrantes están protestando frente al Consulado de Kenia en Beirut, exigen a las autoridades que tomen medidas para ayudarlas a regresar a casa. Muchas fueron despedidas por sus empleadores tras la explosión del martes pasado.

El 13 de agosto, la Dirección General de Seguridad, la agencia de inteligencia libanesa, detuvo a estas trabajadoras domésticas kenianas:

Por favor, anda Badaro si puedes unirte a Nay El Rahi.
Seguridad General del Líbano está arrestando a las trabajadoras domésticas kenianas que protestan en el consulado y piden volver a casa. Acaban de llevarse a alguien.
Se necesita ayuda en el consulado en Badaro.El Estado criminal libanés en plena acción. Contra todos nosotros.
———
Ahora, la Seguridad General de Líbano está deteniendo a las kenianas que protestaron para pedir que las envíen a casa.
El Líbano es el infierno para las trabajadoras migrantes. Literalmente, esas personas solamente están pidiendo que las envíen de vuelta a casa y las están deteniendo por eso.
Si los periodistas kenianos quieren cubrir esta noticia, que me contacten.

Incluso antes de la explosión, los empleadores habían abandonado en las calles [11] a muchas trabajadoras domésticas migrantes, tras la recesión económica exacerbada por COVID-19. Sin dinero ni pasaporte, algunas mujeres fueron explotadas sexualmente.

En virtud del sistema de patrocinio o kafala [12], la situación de la inmigración de las trabajadoras domésticas extranjeras en Líbano está vinculada con sus empleadores. Esta ley laboral de tipo esclavista perpetúa la explotación y el abuso.

Una letanía de abusos, explotación y acoso

Dara Foi’Ella, activista de derechos humanos con Syrian Eyes [14] que vive en Beirut, explicó a Global Voices vía WhatsApp que las nigerianas están actualmente en tres casas seguras.

En una de las casas, hay 30 mujeres en dos apartamentos. Foi'Ella afirmó que esta casa se encuentra en un «gueto peligroso» donde se informa que estas mujeres han sufrido intentos de agresión física y sexual. «Algunos hombres intentaron entrar a la casa. Las chicas tuvieron que trancar la puerta con sofás para evitar que entraran», dijo Foi'Ella.

Algunas de las extrabajadoras domésticas han dado positivo en la prueba de COVID-19. Imagen por Dara Foi'Ella, utilizada con autorización.

Lamentablemente, ya que una de las mujeres es positiva a COVID-19, no pueden ser reubicadas en un lugar más seguro. Syrian Eyes, en colaboración con Médicos Sin Fronteras, está tratando a las nigerianas contagiadas.

Una segunda casa segura aloja a siete mujeres, mientras que la tercera cuenta con seis; las dos casas se encuentran en una zona más segura de Beirut. Algunas de las mujeres que se alojan en la segunda casa segura se encuentran entre las repatriadas a Nigeria el 12 de agosto:

Nuestras chicas varadas en Líbano… eufóricas por regresar a casa

Muchas de las mujeres, traficadas por los agentes nigerianos, huyeron o fueron expulsadas por los empleadores libaneses tras la explosión. Ninguna tiene pasaporte valido, sus empleadores se los quitaron a la fuerza.

Según varias fuentes, muchas mujeres siguen sufriendo acosos verbales continuos y traumas por parte de sus empleadores, que las atraen de nuevo a sus trabajos como esclavas.

Foi’Ella puso a disposición de Global Voices varios audio de WhatsApp de una fuente llamada «Lola» como prueba; el nombre es un seudónimo para proteger su identidad.

Lola recibió cinco audios de su empleador que, si bien comenzaron con peticiones, rápidamente degeneraron en amenazas.

El primer audio del empleador de Lola, traducido del árabe, decía: «Lola, ¿cómo tal estás? Dime solo donde estás y por qué te fuiste. Dime dónde estás».

El segundo audio fue una amenaza implícita: «Ven por tu pasaporte. Si quieres viajar, ven a buscarlo».

El tercer audio dice: «Le dije a la agencia [de empleo] que si quieres viajar, ven a buscar el pasaporte, dinero y vete».

El cuarto audio era del agente: «Lola, ¿por qué te escapaste de la señora? Es muy fácil decirle que no quieres seguir [trabajando]. Tenemos tu pasaporte. Es mejor para nosotros hablar contigo, resolver el problema y que regreses a Nigeria…».

El quinto audio era de la «patrona» de Lola y era una extorsión implícita: «Si no vuelves por el pasaporte, irá la Policía a buscarte. Le dije que te escapaste».

Esas trabajadoras domésticas varadas tienen que depender de la Embajada de Nigeria, según Foi'Ella, que se pone en contacto con las agencias de seguridad libanesas para proporcionarles documentos de viaje.

Normalmente, presentan cuatro fotografías de pasaporte al registrarse en la embajada y algunas reciben billetes de avión gratuitos para regresar a Nigeria.

Cuando un exempleador presenta cargos penales contra las trabajadoras domésticas por acusaciones de robo, como en el caso de Lola, la repatriación puede retrasarse. Incluso en el aeropuerto, con documentos de salida válidos, las pueden arrestar y detener durante tres o cuatro semanas y luego expulsadas de nuevo a las calles.

Una furiosa Foi'Ella enfatizó a Global Voices:

The Nigerian government needs to put pressure on both the Lebanese foreign and labour ministries to grant a general amnesty to all Nigerian domestic workers to be repatriated.

El Gobierno de Nigeria debe presionar a los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Trabajo de Líbano para que concedan una amnistía general a todas las trabajadoras domésticas nigerianas que vayan a ser repatriadas.

Esta es la única manera en que estas mujeres que han sido «erróneamente acusadas de delitos pueden salir del Líbano sin ser detenidas en los aeropuertos».