Cómo el asesinato del músico Hachalu Hundessa instigó a la violencia en Etiopía (parte II)

Hachalu Hundessa en la entrevista con OMN vía Firaabeek Entertainment / CC BY 3.0.

Nota del editor: Esta es un análisis en dos partes sobre Hachalu Hundessa, músico oromo muy conocido cuya muerte provocó violencias etnorreligiosas exacerbadas por la desinformación en línea. Aquí puedes leer la primera parte.

En el témino de una hora tras el asesinato de Hachalu Hundessa el 29 de junio en Adís Abeba, los internautas etíopes llenaron las redes sociales con disparatadas teorías conspirativas, discursos de odio y campañas de desinformación, especialmente en Facebook, Twitter y YouTube.

La mayoría de estas teorías conspirativas se aprovechan de los controvertidos asuntos históricos con palabras incendiarias que enfrentaron a las comunidades amhara y oromo. Hachalu era oromo, escribía canciones críticas y hablaba abiertamente de la fracturada política de Etiopía.

Comenzaron a circular historias de que el asesinato de Hachalu fue orquestado por las autoridades gubernamentales y, según algunos relatos, por el propio primer ministro, Abiy Ahemd, a quien que muchos activistas oromo en el extranjero consideran un títere del pueblo amhara. El término neftegna o «fusileros» se suele utilizar como una referencia en doble sentido al referirse al pueblo amhara, el segundo mayor grupo étnico de Etiopía después de los oromo.

CARD analizó la tendencia en el uso de términos provocativos como ‘ነፍጠኛ’ (neftegna) y ‘ጋላ’ (galla) en Twitter y encontró un aumento sustancial en octubre de 2019 y julio de 2020, cuando se produjo la violencia.

Entre estas teorías, una de las más populares sostiene que las afirmaciones despreciativas de Hachalu sobre la estatua de Menelik II durante la entrevista con la Red de Medios de Oromia (OMN) una semana antes de su asesinato, indignó a los «fusileros» y por eso lo mataron (la estatua ha sido foco de las tensiones entre las élites políticas amhara y oromo).

Desde el asesinato, la OMN ha emitido varios fragmentos de la entrevista en YouTube y Facebook, con el número de visitas de la página entre 10 000 y más de 200 000, que exponen diferentes versiones de la teoría de que los amhara estaban de alguna manera involucrados en el asesinato de Hachalu.

Los partidarios de esta teoría parecen escoger algunas partes de la entrevista de la OMN para encontrar pruebas que encajen.

Esas afirmaciones especulativas llegaron rápidamente a los canales de la televisión por satélite de gran alcance. Muchas «bustos parlantes» en el extranjero repitieron las mismas afirmaciones no verificadas, en particular en los dos principales medios de la oposición: OMN y la Entidad Mediática de Tigray (TMH en inglés).

Todo esto adquirió aún más importancia cuando varios importantes políticos, incluida Ilhan Omar, representante de Estados Unidos para el quinto distrito del congreso de Minnesota, donde vive el mayor porcentaje de la comunidad oromo en ese país, posiblemente retuitearon un artículo de The New York Times sobre el asesinato de Hachalu con una cita insinuante:

Hachalu Hundessa, músico etíope y activista, asesinado a tiros
El músico de 34 años era conocido por las canciones políticas que apoyaban la lucha del grupo étnico oromo contra la represión y por ser la banda sonora de protestas antigubernamentales.

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El mundo no es amable para quienes elevan la conciencia política del público.
La música y el activismo de Hachalu Hundessa dieron esperanza al pueblo oromo y a muchos otros.
Que descanse en poder.

Al mismo tiempo, surgieron afirmaciones falsas y engañosas en un debate sobre dónde se debería enterrar a Hachalu. Algunos activistas oromo en el extranjero afirmaron que las autoridades presionaron a la familia de Hachalu para que celebrara el funeral en Ambo, su ciudad natal. Otros acusaron a las autoridades de apresurar el funeral en Adís Abeba para cubrir las pruebas criminales: las dos declaraciones inflamaron aún más las tensiones étnicas. La familia y los amigos íntimos de Hachalu trataron de disipar y afirmaron en público que habían decidido enterrarlo en Ambo.

Tras la violencia y destrucción contra propiedades de personas no oromo, las familias no musulmanas en algunas partes de Oromia, muchos internautas vieron esto como el resultado inevitable de algunas especulaciones e indirectas sobre la identidad étnica de los asesinos de Hachalu, difundidas principalmente vía Facebook y OMN.

OMN, ya criticasa por recortar detalles esenciales de la fatídica entrevista de Hachalu, emitió un llamamiento abierto al genocidio contra el pueblo amhara, inmediatamente después del asesinato de Hachalu:

1 de julio 2020, OMN en DIRECTO de Minnesota: citas de un orador en una reunión municipal:

«Se debe exterminar a los amharas en nuestro vecindario».

Mientras tanto, los miembros de la comunidad oromo de el extranjero siguieron enfatizando la violencia cometida por las fuerzas gubernamentales que se perciben como dominadas por la élite amhara.

Otros internautas dicen que las autoridades locales en Etiopía son cómplices de la organización de grupos de vigilancia, activistas o grupos políticos, que atizan constantemente el resentimiento étnico-religioso tanto en línea como fuera de línea.

Armando juntos el rompecabezas político

Mientras la especulación masiva sigue agitando las redes sociales, las autoridades gubernamentales han publicado una teoría sobre la muerte de Hachalu que parece estar respaldada por algunas pruebas.

Ahora, las autoridades están siguiendo la teoría de que el asesinato fue obra de dos partidos de oposición con motivaciones diferentes pero de acuerdo en que Hachalu debería morir. El primer grupo es el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF en inglés) y el segundo grupo es el OLF-Shane.

El primero (que antes formaba parte del desaparecido Frente Revolucionario y Democrático de Etiopía) controló los servicios de seguridad e inteligencia durante 27 años antes de que fuera destituido en abril 2018. Hachalu era un abierto detractor del régimen del TPFL y pasó gran parte de su vida luchando en su contra.

En 2017, en un concierto televisado a nivel nacional, que tenía como objetivo principal ayudar a los miembros de la comunidad oromo en Somalía, criticó valiente y abiertamente al TPLF.

Políticamente hablando, el TPFL asocia Abiy con la Etiopía imperial, denuncia que Abiy conspira para reavivar su prestigio al Gobierno. Se benefician de la afirmación de que la violencia reciente es culpa del régimen de Abiy, que no brindó seguridad nacional.

A su vez, la administración de Abiy niega esas acusaciones y culpa al TPLF, al que acusan de querer sembrar el caos e impulsar un cambio de régimen en Etiopía.

OLF-Shane es una organización paramilitar escindida de la OLF que utiliza tácticas violentas para avanzar en su objetivo político de establecer una Oromia independiente. Según se informa, ha dirigido oscuros escuadrones de la muerte que se hacen llamar Abbaa Torbee, frase en afan-romo que significa: «¿De quién es el turno esta semana?».

Abbaa Torbee es muy activo en Facebook. Hay cientos de cuentas de usuarios, unas 28 paginas dedicadas y numerosos grupos dedicados a este violento grupo extremista. Casi todas las paginas y las cuentas de usuario han sido creadas en los últimos dos años ya que, como otras facciones de OLF, regresaron del exilio a Etiopía y atrajeron decenas de miles de seguidores en Facebook.

En los meses previos al asesinato de Hachalu, miembros del Abbaa Torbee intimidaron, golpearon y hasta mataron a los partidarios civiles y extranjeros del gobernante Partido de la Prosperidad. Piensan que estos grupos explotan injustamente los recursos del pueblo oromo.

De estos homicidios apenas se habló en los medios etíopes y mucho menos internacionalmengte.

Abbaa Torbee parecía saber algo del caos que siguió al asesinato de Hachalu. Lo más notable es que en una de sus páginas más populares advirtieron que empezarían a «limpiar Adís Abeba» un día antes de la muerte de Hachalu.

Captura de pantalla de una publicación de Abbaa Torbees en Facebook 5 de agosto de 2020.

En efecto, se produjo cierta agitación en Addis Ababa y las minorías étnicas y religiosas enfrentaron la violencia en algunas partes de Oromia. En la misma página se publicó un primer plano del cadáver de Hachalu a pocas horas de su asesinato, y se acusó a las autoridades gubernamentales de matarlo.

Además, muchas páginas de Abbaa Torbe en Facebook han pedido a los manifestantes oromo que marchen a Adós Abeba y arrebaten la estatua de Menelik II.

Captura de pantalla de la publicación de la página Abba Torbee en Facebook 5 de agosto de 2020.

Para los observadores cercanos de las campañas de desinformación etíopes, todo esto suena extremadamente familiar. Recuerdan que a mediados de 2019, cuando las rivalidades étnica entre las élites amhara terminaron con el homicidio de los principales funcionarios gubernamentales en la región de Amhara. Las cuentas de Facebook asociada con los nacionalistas amhara difundieron el rumor de que los asesinatos eran parte de un complot de las élites oromo para acabar con el liderazgo del pueblo amhara.

De la misma manera, las campañas de desinformación sobre el trágico asesinato de Hachalu reflejan una amarga división dentro de las élites oromo.

Por un lado, hay quienes atribuyen el asesinato a amharas, enraizados en la interpretación del Estado etíope moderno como un proyecto colonial de colonos de Amhara, y que el asesinato de Hachalu es la continuación de ese proyecto.

Por otro, hay quienes creen que los oromos tuvieron un papel integral en la construcción del estado etíope moderno y los asesinos de Hachalu quieren apuntalar su menguante fortuna política con el asesinato de un ícono Oromo, y continuar su proyecto político de separatismo.

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