¿Llegará a Hong Kong sistema de rastreo COVID-19 codificado por colores de China?

Imagen de The Stand News. Usada con autorización.

Mientras Hong Kong ve un repunte de casos de COVID-19, la ciudad se prepara para hacer pruebas de coronavirus a toda su población hacia fines de agosto. Por su parte, políticos a favor de Pekín presionan para usar los resultados de la prueba en un sistema de salud tricolor.

El sistema de codificación por colores, implementado en diferentes ciudades en China continental, asigna un código QR a los ciudadanos según los resultados de la prueba del COVID-19. Quienes den negativo reciben un código QR verde en sus celulares, lo que les permite eludir algunas restricciones de aislamiento social, como ir a restaurantes.

La propuesta ha generado preocupaciones por la privacidad en Hong Kong, muchos temen que las autoridades puedan usar el sistema para rastrear la ubicación de las personas y restringir sus movimientos por razones políticas.

Mientras la implementación de un sistema así en Hong Kong sigue en debate, la ciudad va en camino de realizar pruebas a toda su población de 7.5 millones de personas, con ayuda de Pekín.

China continental ya ha enviado un equipo de 60 trabajadores médicos para ayudar con la masiva operación, que costará 150 millones de dólares de Hong Kong (cerca de 20 millones de dólares estadounidenses). Las autoridades locales estiman que al menos cinco millones de ciudadanos se ofrecerán como voluntarios para la prueba programada para empezar a fines de agosto.

Pero quienes están a favor de la democracia en Hong Kong instan a las personas a boicotear la prueba.

Con tres laboratorios ubicados en China continental seleccionados para procesar los resultados de las pruebas, se agudizan los temores de vigilancia. Algunos activistas sostienen que el Gobierno chino podría usar la oportunidad para crear una base de datos de ADN de todos los ciudadanos de Hong Kong, una medida similar a las que Pekín ha implementado en Sinkiang.

El activista Joshua Wong dijo en Twitter:

[Laboratorios ubicados en China toman pruebas en toda la ciudad. Se dice que un laboratorio participó en recopilación de ADN de uigures.]

El Gobierno de Hong Kong acaba de anunciar pruebas de COVID-19 a toda la ciudad. Sin apropiados procedimientos de licitación, Carrielam concedió directamente 150 millones de dólares de Hong Kong para el proyecto.

Y el legislador Eddie Chu dijo:

El Partido Comunista Chino toma cualquier oportunidad para implantar un invasivo sistema de vigilancia social en Hong Kong, esta vez en nombre del «código de salud» contra la pandemia. Permitirá al Partido Comunista Chino rastrear la ubicación de las personas, restringir la libertad de movimiento, presentar el «Sistema de Crédito Social» y controlar el flujo de dinero.

El Gobierno de Hong Kong dice que los laboratorios en cuestión no tendrán acceso a la información personal, y que las autoridades no pretenden integrar los resultados de las pruebas universales con un futuro sistema de salud por códigos.

Además de las preocupaciones por la vigilancia, los expertos de salud locales cuestionan la eficacia de pruebas universales para evitar la propagación del virus. Hay estudios que han encontrado que las pruebas de reacción en cadena de polimerasa pueden generar resultados falsos negativos si la prueba se aplica al paciente en las primeras etapas del contagio.

En entrevista con The Standard, el experto en microbiología Ho Pak Leung dijo que, para que un sistema de salud por códigos sea efectivo, las pruebas universales deben realizarse semanalmente, lo que sería tremendamente costoso.

El sistema de código de colores

El grupo activista hongkonés Global Connect explico en un largo hilo de Twitter cómo funciona el sistema de salud por códigos en China continental.

Después de que se aplica la prueba para SARS-CoV-2 a todos los ciudadanos en un lugar en particular, el sistema les asigna un código QR que se descarga al teléfono móvil de las personas, con uno de tres colores: verde, amarillo o rojo.

A los ciudadanos con código amarillo o rojo no se les permite entrar en espacios públicos ni usar transporte público. Los restaurantes y centros comerciales deben escanear el código QR a todos los clientes en la entrada.

Pero al público no le quedan totalmente claros los criterios detrás de la asignación de colores. Ha habido informes de códigos rojos y amarillos no explicados. Un análisis de The New York Times encontró señales de que la aplicación móvil difunde los movimientos de las personas y datos de ubicación con la Policía.

En China, el sistema de salud por códigos lo maneja AliPay. La misma empresa está detrás de Sesame Credit, componente fundamental del sistema de crédito social de China que castiga a los «malos» ciudadanos y premia a los «buenos».

Los datos usados en el algoritmo de crédito social son de los registros financieros y penales de los ciudadanos, y también de delitos menores como cruce imprudente de una calle o arrojar basura a la vía pública (y comportamiento en línea). AliPay es propiedad de Ant Finance, subsidiaria del gigante tecnológico Alibaba.

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