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«La música pop uigur humaniza y les amplifica las esperanzas»: Entrevista con musicóloga Elise Anderson

Categorías: Asia Oriental, China, Arte y cultura, Censura, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Historia, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Música, Política, Protesta, Pueblos indígenas

Concierto con el músico uigur Perhat Khadiq (a la guitarra) del grupo Qetiq. Captura de pantalla de un video de YouTube [1].

En muchas sociedades que viven bajo la presión y la negación cultural, la música suele ser el único espacio y forma de resistencia. Esto es particularmente cierto [2] para los 11 millones de uigures en el oeste de China y para los muchos miles que ahora se ven obligados a huir de su patria.

Para entender cómo la música se ha convertido en una fuente esencial de visibilidad, hablé con Elise Anderson, experta en lengua y música [3] uigur, que pasó varios años en Sinkiang y que ahora trabaja como funcionaria superior de programas para el Proyecto de Derechos Humanos Uigures [4].

Esta entrevista se ha editado por brevedad.

Filip Noubel (FN): La música y el baile se han convertido en un campo de batalla cultural entre los uigures y el Estado. ¿Podrías explicar por qué? 

Elise Anderson (EA): Over the past few decades, Uyghur music has been a means of political resistance as much as it has also been a form of entertainment and artistic expression, a well of spiritual nourishment, and an object of state institutionalization. To some extent, the Chinese state has been central in shaping Uyghur music: for the past seven decades, Uyghur artists and producers have had to work within the strict confines of what the censors allow.

Still, Uyghur musicians have long used metaphor and symbolism to make political messages through their music. Whereas these messages could be more explicit in the 1990s, when Kuresh Kusen [5] sang “Don’t sell your land” to Uyghur farmers, increasingly hard-line state responses to political dissent from the late ‘90s on meant that Uyghur artists had to be more creative. Even as recently as 2015 and 2016 these messages appeared onstage and in recordings, where Uyghurs performers sang of “the homeland” and “my people.” These coded messages seem to have disappeared since 2016.

The Chinese state has long stereotyped non-Han peoples like the Uyghurs as “musical.” A positive of the stereotyping is that it has allowed musical spaces to flourish as a forum for expression, making performance events a rare civil society-like space for Uyghurs. A negative outcome of this stereotyping is that it has often served to reduce Uyghur music to flat, sketchy versions of itself, and to erase Uyghurs from their own music-making to an extent. We’ve been seeing this lately in videos from state-run social-media accounts sharing videos of singing, dancing Uyghurs–as if singing and dancing are inherently Uyghur or somehow disprove the fact of China’s oppression. Many diaspora Uyghurs find these depictions deeply problematic and offensive.

Elise Anderson (EA): En las últimas décadas, la música uigur ha sido un medio de resistencia política y también una forma de entretenimiento y expresión artística, un sustento para el espíritu y un objeto de institucionalización estatal. En cierta medida, el Estado chino ha sido fundamental para dar forma a la música uigur: durante los últimos 70 años, los artistas y productores uigures han estado trabajando dentro de los estrechos límites de lo permitido por la censura.

Aún así, los músicos uigures han utilizado durante mucho tiempo la metáfora y el simbolismo para difundir mensajes políticos a través de su música. Aunque estos mensajes podrían haber sido más explícitos en la década de 1990, cuando Kuresh Kusen [5] cantó «No vendas tu tierra» a los agricultores uigures, las respuestas estatales cada vez más duras a la disidencia política desde finales de la década de 1990 significaron que los artistas uigures tenían que ser más creativos. Sin ir más lejos de 2015 y 2016, estos mensajes seguían apareciendo el el escenario y en grabaciones, cuando los artistas cantaban de la «madre patria» y de «mi gente». Esos mensajes codificados parecen haber desaparecido desde 2016.

Durante mucho tiempo, el Estado chino ha estereotipado como «musicales» a quienes no son han, como los uiguires. Un lado positivo de esto es que ha permitido que los espacios musicales florezcan como espacios de expresión, lo que hace que las presentaciones sean un espacio poco común de la sociedad civil para ellos. El lado negativo es que, a menudo, ha servido para reducir la música uigur a sus versiones planas y esquemáticas, y, en cierto modo, para alejar a los uigures de su propia música. Últimamente, hemos visto esto en las cuentas de medios sociales estatales que difunden vídeos de uigures cantando y bailando, como si el canto y el baile fueran inherentemente uigures o de alguna manera refutaran el hecho de la opresión de China. Muchos uigures que viven en el extranjero encuentran estas representaciones profundamente problemáticas y ofensivas.

FN: Tu prioridad es la música pop uigur. ¿Podrías explicar sus orígenes y cómo se interpreta y circula?   

EA From the start, my academic research and performance focus were on what we could think of as “traditional” or “classical” music, the genre known as the «on ikki muqam» [The twelve muqams [6]]. Yet, from my earliest encounters with Uyghur music, I found myself drawn to popular idioms as well. Uyghur pop has diverse influences, some of which link it to the broader whole of Uyghur music. For instance, the folk repertoire, which boasts thousands of songs with often playful and rhyme-driven lyrics, remains a source of content for the pop-style music performed and beloved at wedding celebrations and nightclubs. The technical aspects and melodic characteristics of muqam are similarly an influence in the melodic lines of some pop, and there is a lot of crossover between musicians who perform across genres and styles.

But “international” pop musics have long been sources of inspiration for Uyghur pop, with influences from Uzbekistan, Turkey, and other lands to the West of the Uyghur Region. Other sources of influence are perhaps less intuitive: flamenco, reggae, diva ballads, K-pop, jazz, rap. These borrowings and fusions began in earnest with the arrival of cassette technologies to the region in the 1990s and then accelerated in the 2000s and 2010s, particularly as the internet helped sound and video to make their way around the world with speed and ease. We could say that Uyghur pop is, for at least some of its practitioners, a cosmopolitan practice.

EA: Desde el principio, mi desempeño e investigación académica se centró en lo que podríamos considerar como música «tradicional» o «clásica», el género conocido como el «on ikki muqam» [los doces mugam [6]]. Sin embargo, desde mi primerísimo encuentro con la música uigur, también me sentí atraída por los modismos populares. El pop uigur tiene distintas influencias, algunas lo vinculan al conjunto de la música uigur. Por ejemplo, el repertorio folclórico, que cuenta con miles de canciones con letras a menudo juguetonas y rimadas, sigue siendo una fuente de contenido para la música de estilo pop interpretada y muy querida en las celebraciones de bodas y clubes nocturnos. Los aspectos técnicos y las características melódicas del muqam también influyen en las líneas melódicas de algunas canciones pop, y hay muchos cruces entre los músicos que tocan en distintos géneros y estilos.

Sin embargo, las músicas pop «internacionales» han sido fuente de inspiración para el pop uigur durante mucho tiempo, con influencias del Uzbekistán, Turquía y de otras tierra al oeste de la región uigur. Otras fuentes de inspiración, tal vez menos intuitivas, son: el flamenco, reggae, baladas, K-pop, jazz o rap. Estos préstamos y fusiones empezaron seriamente con la llegada de las tecnologías de casetes a la región en la década de 1990 y luego se aceleraron en las décadas de 2000 y 2010, en particular porque internet ayudó a que el sonido y el video se abrieran camino en todo el mundo con rapidez y facilidad. Podríamos decir que el pop uigur es, al menos por algunos de sus practicantes, una práctica cosmopolita.

Aquí hay un ejemplo de un músico rock uigur, Perhat Khaliq, que canta con su grupo Qetiq en idioma uigur y también en kazajo con mezclas de diferentes estilos en la música:

FN: Algunos de los músicos y cantantes uigures gozan de un estado de culto. Si bien a algunos se les permite actuar y vender su música oficialmente, otros están en exilio, se han autocensurado o están detenidos. ¿Podrías darnos algunos ejemplos y qué representan por el público uigur?  

EA Undoubtedly, Abdulla Abdurehim has the highest cult status among all performers of Uyghur pop. Abdulla, who is a master of puraq, the melodic ornamentation central to Uyghur musical aesthetics, has been performing since the 1990s. While he doesn’t appear to have performed much over the past few years, he has released some new music and recently even livestreamed an entire concert via Douyin, the domestic Chinese version of TikTok.

Abdurehim Heyit, a singer-songwriter and performer of the dutar (a two-stringed long-necked lute), is not quite as beloved but is perhaps held in even higher regard. Abdurehim was detained by authorities in early 2017. In February 2019, after a rumor spread from Turkey that he had died in detention, Chinese authorities responded to international outcry by circulating a proof-of-life video.

Sanubar Tursun, also a highly regarded singer-songwriter and master dutar player, disappeared into detention as well. She went silent in 2018, when she was slated to perform a series of concerts in Europe. Authorities in China neither confirmed nor denied her detention, however, despite international pressure. Sanubar, who studied at the Shanghai Conservatory and collaborated widely with Chinese and international artists, resurfaced in public performances in Urumchi in late 2019. Countless other beloved musicians, including but not limited to Parida Mamut, Rashida Dawut, and Ablajan Awut Ayup, have disappeared at one point or another.

Self-censorship has been heart-breaking to see. I have seen examples of Uyghur musicians “performing loyalty” by setting political lyrics in Chinese language to Uyghur-style melodies, singing entire songs in praise of Xi Jinping, and penning pro-Party essays. Live concerts, which had already decreased drastically in frequency after 2014, appear almost non-existent.

Of course, Uyghur musicians in the diaspora have long been performing outside China. Prominent examples include Kuresh Kusen, who lived in Sweden, and Sultan Memet, a Uyghur who grew up in Uzbekistan and moved to the United States. In recent years, musicians have formed ensembles in Australia and Europe, and Uyghur youths are performing rap and other styles of music across the globe. Performers are also active in Central Asia, where there have long been large Uyghur communities: Saniyam Ismail (Kazakhstan) and Nazugum Ayupova (Uzbekistan) immediately come to mind.

EA: Sin duda, Abdulla Abdurehim tiene la mayor condición de culto entre todos los intérpretes pop uigures. Abdulla, que es un maestro del puraq, el ornamento melódico central de la estética musical uigur, ha estado actuando desde la década de 1990. Aunque no parece haber actuado mucho en los últimos años, ha lanzado algo de música nueva y recientemente transmitió en vivo un concierto entero a través de Douyin, la versión china de TikTok.

Abdurehim Heyit, cantautor e intérprete del dutar (laúd con mástil largo y de dos cuerdas), no tiene la misma condición de culto pero tal vez se le tenga en mayor estima. Abdurehim fue detenido por las autoridades a principios de 2017. En febrero de 2019, después de que se difundió el rumor desde Turquía de que había muerto detenido, las autoridades chinas respondieron a la protesta internacional con un vídeo como prueba de vida.

Sanubar Tursun, otra gran estimada cantautora y maestra del dutar, también desapareció mientras estuvo detenido. Se quedó en silencio en 2018, cuando tenía programados varios conciertos en Europa. No obstante la presión internacional, las autoridades en China ni confirmaron ni desmintieron su detención. Sanubar, que estudió en el Conservatorio de Shanghái y colaboró ampliamente con artistas chinos e internacionales, reapareció durante una actuación pública en Urumchi en 2019. Otros innumerables y queridos músicos, como por ejemplo, Parida Mamut, Rashida Dawut y Ablajan Awut Ayup, han desaparecido en uno u otro momento.

La autocensura ha sido desgarradora de ver. He visto ejemplos de músicos uigures que «interpretan la lealtad» poniendo letras políticas en chino con melodías de estilo uigur, cantan canciones enteras en alabanza a Xi Jinping, y escriben ensayos a favor del Partido. Los conciertos en vivo, que ya habían disminuido drásticamente y con frecuencia después de 2014, parecen casi inexistentes.

Por supuesto, los músicos uigures en el extranjero han estado actuando fuera de China durante mucho tiempo. Ejemplos importantes son, por ejemplo, Kuresh Kusen, que vivió en Suecia, y Sultan Memet, uigur que creció en Uzbekistán y luego se mudó a Estados Unidos. En los últimos años, los músicos han formado grupos en Australia y Europa, y los jóvenes uigures están interpretando rap y otros estilos de música en todo el mundo. Los intérpretes también están activos en Asia Central, donde hace tiempo que existen grandes comunidades uigures: vienen inmediatamente a la mente. Saniyam Ismail (Kazakstán) y Nazugum Ayupova (Uzbekistán).

FN: Como China ataca sistemáticamente la cultura y el idioma uigur, ¿qué rol puede desempeñar la música pop uigur hoy en día?

EA  Uyghur pop can play several roles as the culture continues to be under attack: as a vehicle for expression and production in the Uyghur language. While the space for Uyghur language in formal schooling has been so drastically reduced that it remains only as a token gesture, musicians do appear to have continued making music in Uyghur. The environment in which they make that music is changed, and the circumstances of censorship I mention above pose difficulties, yet the language remains alive.

Pop can also continue to play roles as a source of both entertainment and rich inner life. These are deeply important for the millions of Uyghurs who are experiencing unimaginable trauma. And this point holds for Uyghurs in the diaspora as much as for Uyghurs in the homeland.

Another role pop music can play is in humanizing and amplifying Uyghur hopes, aspirations, and lives. Increasingly, I’m convinced that we get so caught up in arguing about the precise number of the detained that we forget about the human lives being destroyed in this crisis. Pop music can give us ways to understand those lives, to see who Uyghurs are and how they aspire to be part of the world. Similarly, pop can also help us to see that Uyghurs are so much more than the happy-go-lucky song-and-dance people of Chinese stereotypes. To be Uyghur can mean many different things, and the diverse influences and content of Uyghur pop give voice to some of those differences.

EA: El pop uigur puede jugar varios roles mientras siguen atacando la cultura: como un vehículo de expresión y producción en la lengua uigur. Mientras que el espacio para el idioma uigur en la escuela formal se ha reducido tan drásticamente que solo queda como mero gesto simbólico, los músicos parecen haber seguido haciendo música en uigur. El entorno en el que hacen esa música ha cambiado y las circunstancias de censura, que mencioné anteriormente, plantean dificultades, pero el idioma sigue vivo.

También puede seguir siendo una fuente de entretenimiento y de riqueza interior, que son profundamente importantes para los millones de uigures que están experimentando traumas inimaginables; este punto es válido tanto para los uigures fuera como para quienes siguen en la patria.

Otro papel que puede desempeñar la música pop es humanizar y amplificar las esperanzas, aspiraciones y vidas de los uigures. Estoy cada vez más convencida de que estamos tan atrapados en la discusión sobre el número exacto de los detenidos que nos olvidamos de las vidas humanas que esta crisis está destruyendo. La música pop puede darnos nuevas manera de entender esas vidas, de ver quiénes y cómo aspiran a ser parte del mundo. De manera similar, el pop puede ayudarnos a ver que los uigures son mucho más que los despreocupados que cantan y bailan, tan típico de los estereotipos chinos. Ser uigur puede significar muchas cosas y las diversas influencias y el contenido del pop uigur dan voz a algunas de esas diferencias.

Lee más historias sobre la persecución contra minorías en la región china de Sinkiang. [7]