Justicia para Zara Alvarez: Activistas filipinos protestan por aumento de impunidad con el presidente Duterte

Acción de protesta contra muerte de activistas en Bantayog ng Bayani (Altar de los Héroes) en Ciudad Quezón. El cartel dice: «¡Derrotemos los ataques fascistas del régimen del carnicero de Duterte contra el pueblo!». Foto de Kodao Productions, socio de contenido de Global Voices, usada con autorización.

Los defensores de derechos humanos han alertado sobre continuas muertes extrajudiciales en Filipinas.

El mismo día que enterraron a Randall “Ka Randy” Echanis, veterano líder campesino de 72 años que murió asesinado en Gran Manila, asesinaron a la activista de derechos humanos Zara Alvarez en Ciudad Bacolod en la isla de Negros, en el centro de Filipinas. A Alvarez, de 39 años, la mataron pistoleros desconocidos a las 20:00 horas del 17 de agosto cuando regresaba a su casa después de comprar comida.

Siete días antes, a Echanis lo encontraron muerto con señales de tortura y múltiples heridas de apuñalamiento en su casa en Ciudad Quezón. Era presidente del partido izquierdista Anakpawis (masas esforzadas) y consultor de las ya canceladas negociaciones de paz entre el comunista Frente Nacional Democrático de Filipinas (NDFP) y el Gobierno filipino.

Alvarez era asistente legal de Negros de la Alianza de Derechos Humanos de Karapatan y también trabajadora de salud de la comunidad en el Programa Integrado de Salud de la isla de Negros. El asesinato de Alvarez ha sido condenado como otro ejemplo de aumento de la impunidad en el gobierno del presidente Rodrigo Duterte.

Después de que Duterte llegó al poder en 2016, su gobierno fue acusado de iniciar una sangrienta «guerra contra las drogas» que causó miles de muertes.

Me entristece el asesinato de Zara Alvarez en Bacolod. Su hija es ahora huérfana. Las comunidades que atendió como trabajadora de salud y defensora de derechos humanos son huérfanas también.

El corazón de la isla de Negros sangra de nuevo esta noche, esta vez por una hija que valientemente sirvió y amó a su gente.

Matanzas descontroladas de activistas

Ahora hay una alarmante tendencia de matar activistas en Filipinas.

En los últimos meses vimos los asesinatos de Carlito Badion de Kadamay en Leyte, Jory Proquia de Bayan Muna en Iloilo, Randal Echanis, presidente de Anakpawis en Ciudad Quezó. Anoche Zara Alvarez, activista de la isla de Negros.

A Jory Porquia lo mataron en su casa en Ciudad Iloilo en la isla de Panay en abril. A Carlito Badion lo mataron en Ciudad Ormoc en la isla de Leyte en mayo. Porquia era el coordinador de Iloilo del partido de izquierda Bayan Muna (Primero el Pueblo), que actualmente tiene tres escaños en el Congreso. Por su parte, Badion era el secretario general nacional de la asociación de personas urbanas pobres y sin hogar Kadamay.

Harry Roque, portavoz presidencial, negó la participación gubernamental en la muerte de Alvarez y otros activistas. Sin embargo, el propio Duterte y algunos funcionarios han hecho frecuentes declaraciones públicas de apoyo a la violencia contra los activistas y defensores de derechos humanos. Hasta se han usado las páginas oficiales de Facebook de agencias policiales, militares y gubernamentales para denigrar a algunas organizaciones de la sociedad civil, líderes activistas y críticos a quienes se etiqueta como “terroristas comunistas”.

En un discurso a soldados el 18 de diciembre de 2018, Duterte anunció su intención de repetir en Filipinas las sangrientas purgas contra los comunistas ocurridas entre 1965 y 1966 del desaparecido dictador indonesio Suharto. La campaña de Suharto llevó a la muerte al menos a medio millón de personas. Duterte también firmó la Orden Ejecutiva 70 que institucionalizó un “enfoque nacionales” que integra las funciones civiles del Gobierno con la guerra contrainsurgente nacional contra los rebeldes comunistas y otros «enemigos del Estado».

Las muertes selectivas y amenazas contra activistas son la expresión más visible de la restricción general de espacios democráticos en Filipinas al mando de Duterte. Esto también se refleja en la ley antiterrorista que los funcionarios de Duterte han amenazado usar contra los críticos, el cierra de ABS-CBN, la mayor cadena de radio y televisión del país, y acoso contra medios independientes y alternativos como Rappler. Ahora, el Ejército presiona para la regulación de medios sociales para impedir el uso de espacios en línea por «organizaciones terroristas» para «desestabilizar al Gobierno».

A Alvarez la persiguieron varios años

El acoso y las amenazas de muerte contra Alvarez por su trabajo de derechos humanos no disminuyeron. La habían calificado de “terrorista” junto con otras 656 personas en un caso presentado por el Departamento de Justicia contra presuntas personalidades comunistas en 2018. Alvarez era una detenida política a inicios de 2012 y la liberaron en 2014 cuando se desestimaron las acusaciones en su contra por falta de evidencia. Estaba en apelación una decisión judicial que le negó una solicitud de protección cuando la mataron. Los afiches que la acusaban de ser rebelde y comunista estaban por todo Negros.

ACTUALIZACIÓN: Ha pasado casi un año desde que grabamos nuestra película con la activista de derechos humanos filipina Zara Alvarez, con el título de ‘La nueva guerra de Duterte’. La mataron la noche del lunes.

ÚLTIMO MINUTO. Mataron a tiros a la activista Zara Alvarez en Eroreco, Mandalagan, Ciudad Bacolod esta noche, confimtó Julius Dagatan, portavoz de Bayan-Negros. Más detalles más adelante./Fotos de Marchel Espina @rapplerdotcom.
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Zara Alvarez fue una de las 600 personas a quienes el Departamento de Justicia calificó de terroristas en un caso de febrero de 2018. Ahora en esta lista solamente hay dos nombres.

Es terrible enterarme de que a WHRD Zara Alvarez de @karapatan was shot & killed in the #Philippines last night. La han calumniado, etiquetado de roja y amenazada durante años.

La isla de Negros, hogar de Alvarez, ha sido desde hace tiempo lugar de disputas de tierras entre campesinos sin tierras y trabajadores azucareros, y las élites propietarias de tierras que tienen amplias haciendas, donde se ha cultivado caña de azúcar desde la época colonialismo español. La isla tiene un largo historial del violencia reflejado en la violenta represión contra agricultores que pedían una reforma agraria con el apoyo activo de grupos de derechos de tierras.

La brutal muerte de Alvarez generó un desborde de dolor e indignación en medios sociales.

«Doy gracias a Dios por haberte conocido, Zara, mi querida niñita de lucha».
Tributo del obispo de San Carlos, Gerardo Alimnaza, a la asesinada activista de derechos humanos Zara Alvarez de Negros

A Zara Alvarez la asesinaron anoche en Ciudad Bacolod. La mataron a tiros.

Zara es defensora de derechos humanos, de Karapatan-Negros.

Zara es trabajadora de salud. Es funcionario de NIHIP, programa de salud comunitaria.

Exigimos justicia.

¡Justicia para Zara Alvarez! ¡Justicia para todas las victimas de muertes extrajudiciales y terrorismo de Estado!

Me afecta profundamente la muerte de Zara Alvarez y Randall Echanis en Filipinas. Cada vez hay menos espacios en Filipinas. Pido a Filipinas que investigue todas estas muertes y que proteja a los defensores de derechos humanos.

Los grupos de derechos humanos se unen al Día de Acción Global por la Justicia en Bantayog ng mga Bayani para condenar las muertes de Zara Alvarez de la isla de Negros, y el líder campesino Randall Echanis. A los dos los calificaron de rojos, los acusaron y amenazaron antes de que los mataran, dijo Karapatan.

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