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Llamados a la unidad en celebración del Día de la Independencia de Trinidad y Tobago

Categorías: Caribe, Trinidad y Tobago, Derecho, Elecciones, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Política, COVID-19
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White Hall, donde funciona el despacho del primer ministro de Trinidad y Tobago. Foto [1] de Dan Lundberg en Flickr (CC BY-SA 2.0 [2]).

Trinidad y Tobago celebró 58 años [3] de independencia de Gran Bretaña el 31 de agosto, pero debido a la pandemia de COVID-19 [4], la ocasión [5] no se conmemoró con un desfile. Es la tercera vez [6] en la historia del país que esto ocurre. También se cancelaron los fuegos artificiales, que tradicionalmente se exhiben en la noche y congregan grandes multitudes de espectadores.

El país aún atraviesa por contagio comunitario [7] del virus y hay restricciones a las reuniones públicas. También se exhortan medidas de distanciamiento social y hay nueva legislación [8] que hace obligatorias las mascarillas en espacios públicos que entró en vigencia [9] el día de la independencia.

En su discurso a la nación [10], el primer ministro, Keith Rowley, señaló que el COVID-19 representa un desafío «inmediato y serio». Calificó de «acto de patriotismo» a los esfuerzos del pueblo para evitar la propagación del virus, y agregó que la «amenaza del COVID-19 […] literalmente está en sus manos».

Sin embargo, la educadora y columnista Debbie Jacob, aunque estaba impresionada por la forma en que el Gobierno manejó [11] la pandemia en sus primeras etapas [12], se sintió decepcionada [13] pues los dos principales partidos políticos realizaron manifestaciones antes de las elecciones del 10 de agosto sin pedir a sus partidarios que usaran mascarillas y estuvieran distanciados:

Both parties let us down and endangered us with their lackadaisical attitude in these political gatherings. You can’t expect us to listen to what you have been preaching about safety and then ignore what you did with senseless political meetings. […]

The least you could do now is admit you set a bad example while you complain daily about those not complying with your COVID-19 rules.

Ambos partidos nos decepcionaron y nos pusieron en peligro con sus actitudes abúlicos en estas reuniones políticas. No pueden pretender que escuchemos lo que han estado sermoneando sobre seguridad y luego ignorar lo que hicieron con reuniones políticas sin sentido. […]

Lo menos que pueden hacer ahora es admitir que fueron mal ejemplo mientras se quejan a diario de quienes no cumplen con las reglas de COVID-19.

En su discurso, el primer ministro también se refirió a las narrativas racistas [14] que se esparcieron durante la campaña electoral. algo que también llamó la atención [15] de educadores, comentaristas sociales y científicos políticos.

En cambio, el primer ministro dijo [16] que estos tiempos debía [17] haber unidad [18]:

This is a time for coming together, a time for being responsible and being our brother’s keeper. This is a time for love.

Este es un momento para estar juntos, un tiempo para ser responsables y cuidar de nuestros hermanos. Es un momento de amor.

La presidenta Paula-Mae Weekes también abordó [6] el asunto del racismo en su discurso por el día de la independencia:

The General Election 2020 flipped Trinidad and Tobago over and exposed what can be described as its ugly underbelly […] laid bare seething tensions that have simmered between ethnicities, in particular Indo-Trinbagonians and Afro-Trinbagonians, albeit below the surface. […]

We would all have noticed the recent reduction in acrimonious cyber traffic, but the underlying issues and feelings have not magically disappeared. They have only been driven back underground to smoulder and foment continued bitterness until the next explosion.

Our only hope of treating with this scourge once and for all is to attack it at the root, recognising that it is the result of our histories—our origin, our arrival, our incorporation into the society and our politics.

Las elecciones generales 2020 cambiaron a Trinidad y Tobago y expusieron lo que se puede describir como su punto débil […] y puso al descubierto las tensiones que se han ido gestando entre las etnias, en particular indotrinbagoenses y afrotrinbagoeneses, aunque debajo de la superficie. […]

Todos nos habremos dado cuenta de la reciente reducción de cibertráfico mordaz, pero los problemas y sentimientos subyacentes no han desaparecido mágicamente. Solamente han quedado relegados para avivar y fomentar continua amargura hasta la próxima explosión.

Nuestra única esperanza con este flagelo de una vez por todas es atacarlo de raíz y reconocer que es el resultado de nuestras historias, nuestro origen, nuestra llegada, nuestras incorporación a la sociedad y nuestra política.

En referencia a un simposio titulado «Entender y reconciliar relaciones de raza en Trinidad y Tobago», que la Universidad de las Indias Occidentales transmitió en vivo [19] el 30 de agosto, la presidenta calificó esas iniciativas de un «buen comienzo», pero sugirió [6] que un «programa práctico y sostenible en el marco nacional debe desarrollarse con toda la urgencia»:

A foundation of accurate, historical information is critical and safe spaces need to be created to facilitate the conversations, which ought to be cross-generational. […]

As disturbing as it was to witness the regrettable outpouring of hatred and intransigence over the last six weeks, it has afforded us the opportunity to bring intolerance out of the shadows and deal with it decisively.

Without blaming and shaming, let us at every level—personal, institutional, political, governmental, social—commit to consciously, resolutely and patriotically ridding our society of this divisive affliction.

Una base de información histórica precisa es fundamental y se deben crear espacios seguros para facilitar las conversaciones, que deben darse entre generaciones. […]

Por más perturbador que fue presenciar el lamentable desborde de odio e intransigencia en las últimas seis semanas, nos ha brindado la oportunidad de sacar la intolerancia de las sombras y enfrentarla decididamente.

Sin culpar ni avergonzarnos, a todo nivel —personal, institucional, político, gubernamental, social— comprometámonos a librar de esta aflicción a nuestra sociedad de manera decidida y patriótica.