Barbados declara intención de reconocer uniones homosexuales y retirar a Isabel II como jefa de Estado
Bajo el mandato de la primera ministra, Mia Mottley, Barbados se ha ganado la reputación de ser uno de los estados caribeños más progresistas.
La gestión de Mottley se ha pronunciado en nombre del país sobre el cambio climático y sus efectos en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), se ha comprometido a hacer más equitativo y adecuado el sistema educativo, y a introducir un programa de visas —dado el impacto negativo que ha supuesto la pandemia del COVID-19 en la economía de esta isla dependiente del turismo— con el que los trabajadores podrán vivir y trabajar a distancia hasta un año desde Barbados.
Ahora, Barbados puede estar preparada para convertirse en el primer estado miembro de la Comunidad del Caribe (CARICOM) en reconocer las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Islas Caimán, miembro asociado de la comunidad, ya promulgó el 4 de septiembre de 2020 una ley que legaliza este tipo de uniones.
La nación insular también planea poner punto final a su condición de reino de la Commonwealth, por el cual la jefa de Estado de la monarquía británica funciona de igual modo como jefa de Estado del país soberano.
‘Es momento de acabar con la discriminación’
Al decir que «ya era hora de acabar con la discriminación en todas sus formas», la Gobernadora General de Barbados, Dame Sandra Mason, dio la noticia el 15 de septiembre en la inauguración de la nueva legislatura del país.
Si bien Barbados reconocerá las uniones civiles entre personas del mismo sexo, Dame Sandra afirmó que el asunto del matrimonio homosexual será sometido a referéndum público y que el Gobierno «lo aceptaría y se guiaría por el voto del pueblo»:
My government will do the right thing, understanding that this too will attract controversy. Equally, it is our hope that with the passage of time, the changes we now propose will be part of the fabric of our country’s record of law, human rights and social justice.
Mi gobierno hará lo correcto, pues entendemos que esto también acarreará polémica. Igualmente, esperamos que con el paso del tiempo, los cambios que ahora proponemos formen parte del tejido histórico de nuestro país en materia de derecho, derechos humanos y justicia social.
Barbados es una sociedad conservadora. Sin embargo, la gobernadora general señaló que se aprobaron otras leyes —consideradas polémicas en ese momento— porque era lo correcto. Los ejemplos que utilizó fueron aprobar el voto femenino, garantizar a toda la ciudadanía la gratuidad de la educación secundaria, y poner fin a los arriesgados abortos clandestinos mediante la Ley Médica de Interrupción del Embarazo.
No obstante, barbadenses como la artista Annalee Davis dieron la impresión de que se impulsó la medida principalmente por motivos económicos y por presión de la comunidad internacional. La isla ha ido descubriendo que sus antecedentes históricos en derechos humanos quedaron por debajo de los parámetros por su actitud hacia la homosexualidad y las relaciones entre personas del mismo sexo, lo que repercute negativamente en asuntos de financiamiento y otras inversiones extranjeras. Sin embargo, e independientemente de la motivación que tuviera el país, Davis creyó que aún así era motivo de celebración.
Está por verse cómo actuará la opinión pública al respecto una vez que se lleve a cabo el referéndum, aunque muchos esperan que los organismos religiosos se manifiesten en su contra. Un senador opositor ya acusó al Gobierno de intentar «escabullirse» de [aprobar] la legislación, de la cual afirmó que «[no] habla de la moral de este país», y un usuario en Instagram insinuó que la medida abogaba por «perseguir el turismo gay». En enero, un obispo de Barbados dejó en claro que la Iglesia anglicana no bendeciría las uniones entre personas del mismo sexo y no sólo en Barbados, sino en toda la región.
Todo esto a pesar de que los tribunales de varios territorios regionales han dictado sentencias de que la sodomía —todavía presente en los libros de derecho en muchos países caribeños, incluido Barbados— es inconstitucional.
Barbados celebró su primer desfile del Orgullo Gay en 2018.
‘Es momento de olvidar el pasado colonial’
Otro asunto polémico sobre el que gira el país es la destitución de la reina Isabel II como jefa de Estado. Barbados, excolonia británica, logró su independencia en 1966, pero mantuvo conexión con Gran Bretaña dada su condición de terreno de la Mancomunidad de Naciones.
Desde 2020, nueve territorios de la CARICOM —Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada, Jamaica, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, y San Vicente y las Granadinas— todavía reconocen a la soberana como jefa de Estado.
Durante mucho tiempo hubo cierta presión por «erradicar todo vestigio del colonialismo y la supremacía blanca» de la sociedad barbadense. La gobernadora general ha establecido una fecha de cuándo ocurrirá:
Barbados to become republic, remove Queen Elizabeth as head of state by November 2021 when nation marks 55th anniversary of independence, announces Dame Sandra Mason, Governor General and the Queen's domestic rep, in outlining upcoming priorities of @miaamormottley admin. pic.twitter.com/M5YIAWXrsV
— Jovan Johnson (@jovanthony) September 15, 2020
Para que Barbados se convierta en república, retiren a la reina Isabel como jefa de Estado en noviembre de 2021, cuando el país cumpla 55 años de Independencia, anuncia Dame Sandra Mason, gobernadora general y representante local del la reina, al definir las próximas prioridades al definir las próximas prioridades del gobierno de Mia Mottley.
En su explicación sobre la decisión, Dame Mason citó al primer ministro de Barbados, Errol Barrow, que «advirtió sobre holgazanear en los temas coloniales», mensaje que la gobernadora general dijo que es tan importante ahora como lo era cuando la isla obtuvo su independencia:
The time has come to fully leave our colonial past behind. Barbadians want a Barbadian head of state. This is the ultimate statement of confidence in who we are and what we are capable of achieving.
Ha llegado el momento de dejar atrás por completo nuestro pasado colonial. Los barbadenses quieren un jefe de Estado. Esta es la máxima declaración de confianza en quiénes somos y en lo que somos capaces de lograr.
En cuanto el cambio sea una realidad, Barbados se convertirá en república, lo que significa que el poder está en manos de los ciudadanos a través de sus representantes electos y que un presidente será jefe de Estado, no un monarca. No se espera que esta decisión sea sometida a referéndum.