Por temor a ley de seguridad nacional, hongkoneses modificaron sus hábitos en medios sociales

Imagen proveniente de The Stand News. Usada con autorización.

La siguiente historia apareció publicada originalmente en el sitio web de The Stand News en chino. Global Voices la tradujo y la publica con autorización en su página en cuatro partes.

La ley de seguridad nacional de Pekín transformó a Hong Kong en una ciudad temerosa.

Desde su promulgación en julio, han arrestado a las personas simplemente por pasar cerca de un sitio donde se llevaron a cabo las protestas. Los comicios para elegir al Consejo Legislativo fueron postergados hasta 2021. La Policía realizó una redada en las oficinas de Apple Daily, periódico a favor de la democracia, y arrestó a su fundador, Jimmy Lai, acusado de colusión con fuerzas extranjeras. Los maestros han sido condenados por expresar comentarios a favor de la democracia en medios sociales.

Entre el 29 de agosto y 1 de septiembre de 2020, The Stand News preguntó a sus lectores en una serie de encuestas en línea cómo manera la ley de seguridad nacional afectó sus vidas. Los resultados de la encuesta, a la que respondieron 2587 personas, se publican en este artículo y vienen acompañados de entrevistas con manifestantes, periodistas, empleados públicos, maestros, entre otros. Quisimos descubrir como lidian con su temor bajo esta draconiana nueva ley.

Según las encuestas, el porcentaje de encuestados que informaron sentir temor «muy intenso» (nivel nueve) y «extremadamente intenso» (nivel 10) aumentó de 23,4 % el 21 de mayo, cuando Pekín anunció la ley de seguridad nacional, a 38,4 % el 30 de junio, cuando publicaron los pormenores de la ley. El 29 de julio el porcentaje se elevó, cuando cuatro estudiantes activistas fueron arrestados por incitar la secesión.

Los encuestados indicaron que las causas de su miedo son: penalización del discurso (96 %), represión de la libertad de prensa (93 %), represión de las manifestaciones y arrestos por las protestas (84 %), extradición a China para ser enjuiciado (77 %), que un conocido los denuncie por «conducta política indebida» (76 %) y vigilancia policial (71 %).

Razones para temer a la ley de seguridad nacional, según encuesta en línea realizada por The Stand News. Imagen proveniente de The Stand News, usada con autorización.

En cuanto a las emociones que provoca la ley de seguridad nacional, los encuestados eligieron: ira (88 %), inquietud (75 %), impotencia (73 %), odio (70 %), desesperación (57 %), ansiedad (51 %), tristeza (50 %), temor (43 %), felicidad (1 %), desahogo (1 %).

La encuesta también preguntó si los lectores adoptaron algún medio de comunicación más seguro, y 69 % respondieron que «sí». Entre las medidas de precaución se incluyen: contar con una red privada virtual (37 %), revisar los contactos en medios sociales (28 %), utilizar herramientas de mensajería encriptada, como Signal (28 %), eliminar los historiales de las conversaciones (23 %), ocultar o eliminar las publicaciones en medios sociales (20 %), utilizar las funciones secretas del chat (12 %), cambiar los nombres de usuario en medios sociales (12 %), abrir nuevas cuentas en medios sociales (8%), utilizar tarjetas SIM para teléfonos móviles anónimas (8 %), y utilizar un teléfono diferente para establecer una comunicación segura (6 %).

Teléfonos fantasmas

Durante el año que duraron las protestas contra la extradición a China entre 2019 y 2020, «Rebecca» (no es su nombre verdadero) proporcionó cupones de alimento y apoyo emocional a más de 50 jóvenes manifestantes a quienes llama «sus niños»

Cuando se conocieron los detalles de la ley de seguridad nacional el 30 de junio, ella se percató que podría meterse en problemas debido a sus acciones pasadas: ofrecer material y apoyo monetario a quienes cometieron los delitos enumerados en la ley se castiga con cinco a 10 años en prisión.

Rebecca aún así se presentó en Causeway Bay al día siguiente para participar en una protesta contra la ley de seguridad nacional. Pero en lugar de vestir de negro, usó un vestido en esa ocasión.

Como miles de otras personas, Rebecca lidia con su temor con pequeñas precauciones. Para evitar el acoso potencial de su familia y amigos, ha limitado su comunicación con ellos. Incluso antes de que promulgaran dicha ley, borraba los mensajes delicados en su teléfono todos los días.

No obstante el 30 de junio, adquirió un «teléfono fantasma» con una tarjeta SIM prepagada. Registró el Apple ID (nombre de usuario) del iPhone con un correo electrónico anónimo. Luego, distribuyó otros iPhones con una configuración similar a una docena de manifestantes que decidieron continuar con su activismo.

Ese mismo día, también transfirió toda su comunicación delicada al teléfono fantasma y envió mensajes a los manifestantes para recordarles que borraran los mensajes regularmente, desactivar las funciones de desbloqueo a través del rostro y la huella digital, habilitar la autenticación de dos factores en todas los aplicativos, habilitar la función autoborrado tras ingresar 10 veces la contraseña de manera incorrecta, entre otras medidas.

Además de implementar medidas de seguridad en las comunicaciones, Rebecca también preparó un plan de contingencia en caso de que la arrestaran: le confió a una amiga su número de identificación y el número de teléfono de un abogado para que se preparara para una fianza. Asimismo, empacó todos los artículos relacionados con la protesta en una caja y solicitó a su amiga que los eliminara en caso de que se confirmara un arresto.

El día de la protesta, ella y su esposo almorzaron en Causeway por lo que conservaron la factura del restaurante en caso de que los arrestaran y necesitasen explicar por qué se encontraban en el área.

Tras regresar a casa, se enteró que varios de sus «niños» fueron arrestados en Times Square. Dado que la Policía acostumbra revisar los teléfonos móviles y las cuentas de medios sociales de los manifestantes que arrestan, Rebecca se retiró de varios grupos de Telegram en los que participaba con los detenidos. Los activistas hongkonoses a menudo desarticulan los grupos de medios sociales tras los arrestos para evitar poner en peligro sus redes de contacto.

Varios administradores de Telegram han sido arrestados por «incitar a participar en asambleas ilícitas» desde que surgieron las protestas contra la extradición a China, en 2019.

Con el tiempo, sus «niños» recuperaron su libertad tras pagar la fianza, luego de permanecer 30 horas detenidos por rehusarse a desbloquear sus teléfonos ante la Policía.

Rebecca ahora vive una vida doble: tanto en los medios sociales como en la vida real, raramente comenta sobre política y los manifestantes. Dondequiera que haya una cámara de vigilancia, ella solo realiza actividades apolíticas, como jugar juegos en línea. Pero en privado, continúa velando por sus «niños».

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