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Balas, sangre y muerte: Historia no contada de acontecimientos en peaje de Lekki en Nigeria (segunda parte)

Categorías: África Subsahariana, Nigeria, Derechos humanos, Guerra y conflicto, Juventud, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Protesta, Protestas #EndSARS, movimiento juvenil para acabar con la violencia policial en Nigeria

Víctimas del tiroteo del 20 de octubre en la purta del peaje de Lekki, Lagos, Nigeria. Imagen de Premium Times, usada con autorización.

Nota del editor: Tras días de extensos reportajes, Premium Times (PT) puede pintar un cuadro más claro de lo que ocurrió en la estación de peaje de Lekki en Lagos, Nigeria, el 20 de octubre. Este artículo de Nicholas Ibekwe [1] se publicó originalmente en PT [2], y la reproducimos a través de un acuerdo de colaboración. Lee la primera parte [3].

En octubre, durante 10 días hubo en Nigeria protestas masivas en todo el país contra la violencia policial.

El 20 de octubre, se produjo un tiroteo en la estación de peaje de Lekki, en Lagos, donde los manifestantes se habían reunido como parte del movimiento masivo juvenil que pedía la disolución de la Brigada Especial Antirrobo (SARS), unidad táctica de la Policía nigeriana, cuyos miembros fueron acusados de crímenes como extorsión, violación, secuestro, tortura y ejecuciones extrajudiciales.

Estampida en Lekki

Los lugareños informaron que cuando comenzó el tiroteo, se produjo una estampida. Dijeron que algunos manifestantes corrieron hacia su comunidad para cubrirse de las balas voladoras.

El reportero del PT Ibekwe habló con una madre que le mostró los moretones en la rodilla de su hija, que afirmó se hizo durante la estampida.

Dijeron que algunos manifestantes corrieron hacia la laguna en medio del pánico que se produjo. Agboola Kapko, pescador de la comunidad, explicó cómo rescató a algunos manifestantes que corrieron hacia la laguna.

I dey for that side [points] before dey start to shoot. Many people run enter water. I can’t leave them like that to die so I help many people comot for inside water and they come safe. I carry many people go another way, go put dem and they follow that way go.

Yo estaba en ese lado [puntos] antes de que empezaran los disparos. Muchos corrieron hacia el agua [canal]. No podía dejar que se ahogaran, así que tuve que ayudar a la mayor cantidad de gente a salir del agua para ponerse a salvo. Llevé a muchos a otro lugar, los mantuvimos y salieron de ese camino

La esposa de Kakpo le mostró a Ibekwe su mano herida e hinchada. Dijo que se hirió cuando cayó al huir de los disparos.

‘Sin rasguño de sangre’

Durante una entrevista en CNN [4] el 26 de octubre, el gobernador del estado de Lagos, Babajide Olusola Sanwo-Olu, dijo que cuando visitó el peaje, no encontró un «rasguño de sangre». Sin embargo, las pruebas verificadas de video y fotos, y testimonios y declaraciones de las víctimas, contradicen la afirmación del gobernador.

En una foto que circula por internet, se muestra a un joven con una camiseta sobre una camiseta de Versace, con la cabeza en un charco de sangre. Los testigos dijeron que la Policía le disparó al hombre en la cabeza. Los policías llegaron después de que los soldados abandonaron el lugar.

Las herramientas de verificación de fotos y las búsquedas inversas de Google y Bing y la búsqueda de imágenes de TinEye indicaron que la foto no había aparecido anteriormente en ningún otro lugar en línea.

En un video, se vio a los manifestantes atando con un cinturón un torniquete [5] a la pierna ensangrentada de una víctima. El hombre no identificado se retorcía de dolor. Le habían disparado en la pierna. En otro video, un hombre ensangrentado yacía sin vida, con la bandera nigeriana en la mano mientras un hombre intentaba revivirlo.

Las imágenes publicadas en Twitter de la desolación en la autopista de peaje de Lekki la mañana después del ataque indicaban que un hombre tenía una gran mancha de sangre en la escena del tiroteo.

Este video es del 21 de octubre, un día después de la masacre de Lekki. Un testigo ocular camina alrededor del peaje de Lekki, muestra manchas de sangre de las víctimas.

NUNCA OLVIDAREMOS.
Descansen en paz.

Las víctimas cuentan sus historias

Nicholas Okpe

Foto de Nicholas Okpe en la UCI del hospital. Le dispararon en el peaje de Lekki. Imagen de Premium Times, usada con autorización.

Nicholas Okpe fue un activo manifestante y voluntario durante las manifestaciones de cuando le dispararon en la estación de peaje de Lekki el 20 de octubre.

Cuando el Ibekwe, reportero del PT, visitó a Okpe en la unidad de emergencia del hospital Grandville en Ajah, apenas podía sentarse y tenía un parche en el lado derecho del pecho donde una bala le atravesó. Un tubo debajo de su caja torácica derecha drenaba sangre y pus en un recipiente en el suelo. La bala aún estaba alojada en el pecho de Okpe, esperando revisión.

Ikemefuna, doctora que atiende a Okpe, dijo que estaba en estado crítico cuando lo admitieron y que tenía suerte de estar vivo. «Está mejorando. Ya no está con oxígeno. Dios, qué bien que [la bala] le haya dado en la derecha. Empujó su pulmón a un lado. Todavía necesita más revisión», dijo.

Okpe dijo a PT que su caso era tan crítico que tres hospitales lo rechazaron antes de que Grandville aceptara tratarlo. Todo ha sido traumático.

«Tengo mucho dolor. Siempre tengo dolor. Cada vez que grito me dan calmantes y se van. Cuando [el efecto de] ese analgésico pase, el dolor volverá. Me pesa mucho la cabeza con estos dolores», dijo.

Okpe también dijo que vio a los soldados apuntar a las cámaras de ciercuito cerrado en la puerta del peaje antes de le dispararan.

Centro de traumatología de Grandville, Ajah, Lagos, Nigeria. Imagen de Premium Times, usada con autorización.

Raymond Simon

Raymond Simon, instrumentista de la iglesia, no era un manifestante en la puerta del peaje de Lekki, pero por querer ayudar puso su vida en riesgo. Simon le dijo a PT que estaba en un ensayo esa noche y que regresaba a casa en su motocicleta cuando decidió llevar a algunos heridos del tiroteo a los hospitales.

Al regresar al lugar de los hechos después de un tercer viaje desde el cercano hospital Reddington, fue emboscado por policías en la estación de peaje, donde lo atacaron con saña.

Un policía trató de dispararle, pero un compañero lo empujó. Simon dijo que otro policía con una bayoneta pegada a su rifle tenía como objetivo apuñalarlo en el cuello, pero rápidamente movió la cabeza y la hoja le dio en la barbilla.

«Después de ser apuñalado, me secuestraron junto a un cadáver. Nos estaban llevando por la zona y sospecho que buscaban dónde abandonar el cadáver. Cuando llegaron a la zona de Ilasan [comunidad residencial en Lekki, Lagos], me empujaron al suelo. Tenía las manos atadas a la espalda», dijo.


Dijo que los policías lo llevaron con la otra persona, presumablemente muerta. Luego pudo llegar a un hospital donde lo atendieron y dieron de alta.

Dijo que robaron su motocicleta durante el ataque.

Abandonado por el Gobierno de Lagos

El Gobierno nigeriano afirma que los manifestantes que resultaron heridos serían atendidos gratuitamente [15], pero PT habló con varios manifestantes heridos cuyas relatos contradicen esta afirmación.

PT habló con el manifestante Divine Bassey, que dijo que quedó con la mano derecha herida cuando una bala la perforó mientras estaba en la estación de peaje de Lekki, pero que no recibió atención médica formal por la lesión.

Y PT también habló con el manifestante Patrick Ukala, que recibió un disparo en el brazo derecho durante el tiroteo en la puerta del peaje de Lekki. Ukala dijo a PT que la bala sigue alojada en su brazo, que espera una radiografía que le ha sido difícil de conseguir por falta de equipo en el hospital de Grandville, donde originalmente lo antendieron.

Las víctimas dijeron que el Gobierno estatal no ha dado ni un centavo para sus tratamientos.

Y cuando el reportero Ibekwe visitó a Okpe en el Centro de Trauma de Grandville, se reunió con un equipo del Ministerio de Salud del estado de Lagos, que vino con su equipo de medios para entrevistar a las víctimas. Okpe dijo que fue la última vez que vio a un funcionario del Gobierno.

«Desde el día en que viste a esas personas [funcionarios del Ministerio de Salud de Lagos] ya no han venido, ni han hablado con el médico. Finalmente, el doctor nos pidió que nos fuéramos».

Okpe fue dado de alta con la bala aún alojada en su pecho. Tampoco lo han operado para extraer la bala de su brazo.

Cuando contactamos al Centro de Trauma de Grandville para comentar, la doctora Adebayo, que trabaja en el hospital, confirmó que todas las víctimas del tiroteo del peaje de Lekki habían sido dadas de alta.

«Enviamos a algunos que necesitan consultas adicionales con especialistas. No operamos [a Okpe] aquí. Probablemente, lo operarán donde vaya [a continuación]», dijo.

Hospitales señalan intimidación del Gobierno

Algunos propietarios de hospitales en Lagos se quejaron a PT de que el Ministerio de Salud del estado de Lagos estaba utilizando su Agencia de Supervisión y Acreditación de Instalaciones Sanitarias (HEFAMAA), organización responsable de registrar las instalaciones sanitarias en el estado, para intimidarlos.

Dijeron que HEFAMAA envió un cuestionario en línea [16] para solicitar detalles de los manifestantes heridos en la protesta atendidos en sus instalaciones, medida que dijeron podría usarse para obligarlos a dar información que podría violar la confidencialidad médico-paciente.

También dijeron que estaban muy preocupados por la sección del formulario que solicitaba sus números de registro.

Cuando se les pidió que hicieran comentarios el miércoles 28 de octubre, el portavoz del Ministerio de Salud de Lagos, Tunbosun Ogunbanwo, hizo preguntas por mensaje de texto, pero al 31 de octubre, cuando se publicó este artículo, no habían respondido.