Entre la celebración y la rabia: Haitianos enfrentan aumento de secuestros mortales

Captura de pantalla del video tributo a Evelyne Sincère, publicado el 6 de noviembre en el canal de YouTube de Tele Ginen Screen.

El 29 de octubre, Evelyne Sincère, de 22 años, fue secuestrada después de rendir sus exámenes de fin de año. Su cuerpo fue encontrado el 1 de noviembre en el barrio Delmas 24 en Puerto Príncipe, capital de Haití. Las noticias sobre su muerte causaron gran conmoción en todo el país, suscitaron temores sobre un posible aumento de secuestros con pedido de rescate y resaltaron temores de que el Gobierno no está haciendo lo suficiente para ponerle fin a esto.

Según Naciones Unidas, entre el 1 de enero y el 31 de mayo, Haití experimentó un incremento del 200 % en el número de denuncias de secuestros. Entre los casos denunciados a la Policía haitiana hubo 57 hombres, incluidos 11 menores, y 35 mujeres, entre las que se incluían ocho menores.

Sin embargo, según Laënnec Hurbon, director de investigación de la asociación de investigación multidisciplinar CNRS y profesor de la Universidad Estatal de Haití, las cifras oficiales informadas no muestran la magnitud del problema. En su opinión, Hurbon declara que entre enero y agosto no se registraron menos de 1270 casos de secuestro, lo que supone aproximadamente unos 160 secuestros al mes.

Haitianos reclaman justicia

El 7 de noviembre, diez organizaciones feministas, incluidas Kay fanm, SOFA y Neges Mawon, firmaron una carta conjunta en la que declaraban que el asesinato de Sincère no fue un incidente aislado sino resultado de «una falta de respeto por los derechos humanos» como consecuencia de «la impunidad y la irresponsabilidad de las autoridades estatales».

Los estudiantes del colegio de Sincère, el Lycée Jacques Roumain, tomaron las calles para reclamar justicia, y «denunciar el aumento de actos de secuestro en el país, y la debilidad de las propuestas de las autoridades para garantizar la seguridad de la población».

En Puerto Príncipe se organizaron algunas ceremonias de conmemoración en honor a Sincère, y las redes sociales se han llenado de mensajes de solidaridad.

El expresidente Jocelerme Privert condenó el asesinato de Sincère, condenó el «desborde de inseguridad que siembra dolor en las familias y mata la esperanza en los jóvenes».

El periodista Sindy Ducrepin comenta en Twitter:

Otra víctima. Demasiadas. Más lágrimas. Demasiadas. Los criminales aún en libertad, impunes. Investigaciones policiales [quedan] canceladas. Más recuerdos dolorosos que no desaparecerán nunca. Una sed de justicia sin resolver para siempre.

Uno de los homenajes públicos:

Para honrar su vida, influenciadores haitianos, amigos y seguidores se han reunido en el lugar donde encontraron el cuerpo de Sincère en Delmas. Limpiaron el lugar, pusieron flores, pintaron y le rindieron homenaje.
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Otro homenaje en forma de mural pintado en memoria de Evelyne Sincère:

Évelyne Sincere, vuela alto, hermana.

Muchos otros han expresado su desconcierto en Twitter:

«En Haití, la proliferación de hombres armados, la circulación descontrolada de armas de fuego ilegales y el crecimiento de la inseguridad afecta a todos los aspectos de la vida», explica el portal de noticias digital Ayibopost, que informa que en 2019, el cálculo oficia es que había 80 grupos armados en Haití. También se cree que el gobierno actual ha facilitado las actividades en el país por tener relación con estos grupos armados. El aumento de los secuestros ocurre en un contexto más amplio de crimen, impunidad, inestabilidad política y crisis económica.

En los últimos años, parece que se ha desarrollado una nueva manera de operar de secuestros en Haití, con el que las bandas secuestran autobuses públicos completos. Las víctimas de secuestro son seleccionadas según lo que las bandas puedan exigir como rescate. Generalmente, esta cantidad se calcula en dólares estadounidenses, y pueden llegar hasta los 500 000 dólares y hasta un millón de dólares.

Sin embargo, Laënnec Hurbon afirmó que no todas las víctimas de secuestro son «grandes derrochadores, sino pequeños productores, comerciantes, trabajadores de bancos, obreros, educadores o hijos e hijas de familias pobres» también están en riesgo de ser secuestrados.

Es más, el secuestrador incluso puede formar parte del círculo íntimo de la víctima y no formar parte de una banda, como fue el caso de Evelyne Sincère. Los secuestradores, que incluían al supuesto novio de la víctima, habían pedido un rescate de 100 000 dólares porque creían que su familia era rica. Al final de las negociaciones, acabaron aceptando 15 000 dólares. No queda claro si recibieron el dinero y si Sincère fue ejecutada un día antes de que supuestamente iban a liberarla. Hay tres sospechosos detenidos, uno de los cuales fue entregado a la Policía por Jimmy Cérisier, famoso jefe de una banda.

Algunas organizaciones han denunciado la pasividad de las autoridades del país frente al secuestro en Haití, como New England Human Rights Organization:

Throughout the Port-au-Prince metropolitan zone and in provincial cities, citizens from all social backgrounds are prey to lawless armed bandits, going unmolested and, above all, unpunished.

En todo el área metropolitana de Puerto Príncipe y ciudades provinciales, ciudadanos de todas las clases sociales caen presa de bandidos armados, sin que nadie los moleste y, sobre todo, impunes.

La opinión pública ha criticado a la Policía Nacional de Haití (PNH) por el trato dado al caso de Sincère. Por ejemplo, en Facebook, un usuario acusa a la Policía de mentir y de montar una entrevista a los presuntos asesinos de Sincère. El economista y activista político Jeffsky Poincy denunció en Twitter la falta de respeto de la Policía a los derechos humanos y recalcó el hecho de que la entrevista se organizó sin presencia de los abogados de los sospechosos. Cree que la falta de un debido proceso para los sospechosos es un síntoma de instituciones y estado de derecho inestables.

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