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Casi cien activistas kurdos fueron detenidos por fuerzas de seguridad iraníes en 2021

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Irán, Derechos humanos, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Protesta

Fotografías de la Red de Derechos Humanos de Kurdistán que muestra a algunos de los activistas detenidos. Utilizada con autorización.

Con la llegada de 2021, la República Islámica de Irán inició el más reciente capítulo de represión contra su población kurda, con una ola de arrestos arbitrarios de activistas de la sociedad civil kurdos.

Según [1] informes, desde principios de 2021, al menos 91 ciudadanos kurdos, como activistas de derechos humanos, ambientalistas y artistas, han sido detenidos. Dicho en otras palabras, «han desaparecido a manos de las fuerzas de seguridad» en distintas ciudades, desde Teherán hasta Sanandaj, capital de provincia iraní del Kurdistán.

Una carta conjunta iniciada por la asociación suiza Derechos Humanos del Kurdistán-Ginebra [2] (KMMK-G en inglés) publicada el 3 de febrero, afirmaba que algunos habían sido liberado pero que quedaban otros 89 entre rejas. Al menos 40 han sido sometidos a desaparición forzosa.

Más de 50 activistas kurdos han exigido [3] al Estado de Irán que libere inmediatamente a los detenidos.

El Estado iraní lleva mucho tiempo persiguiendo a su minoría kurda. Un informe de 2008 de Amnistía Internacional mencionaba ejemplos de «discriminación religiosa y cultural contra los 12 millones de kurdos que se calcula viven en Irán y que constituyen alrededor del 15 % de la población».

Global Voices entrevistó a Taimoor Aliassi, cofundador y director ejecutivo de la asociación KMMK-G [4], para entender qué impulsa esta vez la represión del régimen.

La entrevista ha sido editada para mayor brevedad y claridad.

Global Voices (GV): ¿Cuáles son los motivos de las recientes detenciones? 

Taimoor Aliassi (TA): Before answering this question, it's necessary to note that the causes and scale of repression and violence in Iran against Kurdish people and other minoritiesare inherent to the inception of the Islamic Republic.

In August 1979, Ayatollah Khomeini, Iran’s then supreme leader, declared a holy war against Kurdish people and framed the Kurds as anti-Islam and anti-revolutionary because they simply were in favour of establishing a secular and democratic state in Iran. Since then, the Kurds have been stigmatized, marginalized and excluded from any participation in public life and perceived, and treated, as a hostile group by the Iranian state and its media.

Answering your question, since the beginning of January, along with the recent coordinated crackdown and mass arrests of Kurdish citizens, we are also witnessing a campaign of intense stigmatization [5], demonization, and criminalization of Kurdish citizens by Iranian media (Seda va Sima and Fars News). The Islamic Republic of Iran’s system of government heavily relies on violence and the spread of fear.

Given the internal political, economic, socio-cultural, environmental, and health crisis facing the regime and its incapacity to solve the Iranian challenges, we believe that the regime is fearing to lose control over its people, and the best way to show that it’s still on the reign and to keep on top, is the intensification of violence and repression, especially in the ethnic and marginalized territories. As such, since January, 16 Baluchi citizens were executed and five Ahwazi-Arabs prisoners are at imminent risk of executions.

Taimoor Aliassi (TA): Antes de contestar, es necesario señalar que las causas y la magnitud de la represión y la violencia en Irán contra el pueblo kurdo y otras minorías son inherentes al inicio de la República Islámica.

En agosto de 1979, el Ayatollah Khomeini, entonces líder supremo iraní, declaró una guerra santa contra los kurdos y los califícó de antiislámicos y antirrevolucionarios por el simple hecho de que estaban a favor de establecer un estado laico y democrático en Irán. Desde entonces, el Estado y los medios iraníes han estigmatizado, marginado y excluido a los kurdos de cualquier participación en la vida pública, y los percibe y trata como un grupo hostil.

Para responder a la pregunta, desde principios de enero, junto con la reciente represión coordinada y los arrestos masivos de kurdos, hemos sido testigos cómo los medios (Seda va Sima y Fars News) han desplegado de una campaña de estigmatización intensa [5], demonizado y criminalizado a los kurdos. En gran parte, el sistema de gobierno de la República Islámica de Irán se basa en la violencia y la propagación del miedo.

Dadas la crisis política, económica, sociocultural, ambiental y sanitaria interna a la que se enfrenta el régimen y su incapacidad para resolver los problemas iraníes, creemos que teme perder el control sobre su gente, y la mejor manera de demostrar que sigue reinando y de mantenerse en la cima es intensificar la violencia y la represión, especialmente en los territorios étnicos y marginados. Por eso, desde enero, 16 ciudadanos baluchíes han sido ejecutados y cinco presos ahwazi-árabes corren el riesgo inminente de ser ejecutados.

GV: ¿Existen vínculos organizativos entre las personas detenidas? Por ejemplo, ¿estaban involucradas en un proyecto común?

TA: The detainees are members of civil society and they include students, environmentalists, cultural activists, musicians, and academics. For instance, five of the female detainees are all members of a Kurdish female musical group from the city of Kermanshah called “Gelaris”.

TA: Los detenidos son miembros de la sociedad civil y, entre ellos hay estudiantes, ambientalistas, activistas culturales, músicos y académicos. Por ejemplo, cinco detenidas integran de «Gelaris», grupo musical kurdo de la ciudad de Kermanshah.

GV: ¿Tienes información sobre los detenidos y sobre los cargos? ¿Han podido contactar con sus familias o abogados? 

TA: The fate and whereabouts of 51 of the detainees are yet unknown. During the arrests, the houses of 31 detainees were searched and the belongings of five of them were confiscated by security forces. Five others were victims of physical assaults during their arrests.

Families of the 51 persons subjected to enforced disappearances have been subjected to continuous threats by the Revolutionary Guard when they seek information about their loved ones, and are told to avoid any communications with the media and UN agencies. They are also told that the detainees are not allowed to have access to a lawyer during investigations, which increases the risks of extracting confessions under torture. The families are extremely concerned about the fates and whereabouts of their loved ones and the Iranian authorities have refused to provide information about the detainees.

Such state measures constitute a clear violation of Article 14 of the International Covenant on Civil and Political Rights (ICCPR [6]) to which Iran is a party, as they severely limit access to lawyers and legal defense. Beatings, ill-treatment, torture, incommunicado detentions, enforced disappearances, and arbitrary arrests of the detainees are all infringements, not only of the ICCPR, but also the Iranian law.

TA: Se desconoce todavía el destino y el paradero de 51 detenidos. Durante los arrestos, los domicilios de 31 detenidos fueron registrados y los enseres de cinco de ellos quedaron incautados por las fuerzas de seguridad. Cinco han sufrido agresiones físicas durante las detenciones.

La Guardia Revolucionaria somete a amenazas continuas a las familias de las 51 personas desaparecidas forzadamente cuando buscan información sobre sus seres queridos, y se les dice que eviten cualquier comunicación con los medios y las agencias de Naciones Unidas. También se les dice que no está permitido el acceso a los abogados durante los interrogatorios, lo que incrementa el riesgo de obtener confesiones bajo tortura. Las familias están muy preocupadas por el destino y el paradero de sus seres queridos y las autoridades iraníes se han negado a proporcionar información sobre ellos.

Estas medidas del Estado constituyen una clara violación del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos [7] suscrito también por Irán, pues el acceso a abogados y a defensa legal se ven gravemente limitados. Las golpizas, los maltratos, la tortura, las detenciones sin posibilidad de comunicación, las desapariciones forzadas y las detenciones arbitrarias de los detenidos son todas ellas infracciones, del pacto y de la legislación iraní.

GV: Un grupo de activistas políticos y civiles kurdos redactó una declaración de protesta contra esta oleada de detenciones masivas. ¿Se han unido a esta protesta otros activistas iraníes no kurdos?

TA: Currently, we have initiated and published on February 3 a joint statement, supported by 36 civil societies and human rights organizations including Amnesty International and Human Rights Watch (HRW), calling for the international community's urgent attention to the ongoing wave of arbitrary arrests, incommunicado detention, and enforced disappearances by the Iranian authorities, targeting scores of people from Iran’s disadvantaged Kurdish minority.

According to this joint letter, few detainees have been released, but “89 individuals remain detained, at least 40 have are being subjected to enforced disappearance.”

TA: Actualmente, el 3 de febrero iniciamos y publicamos una declaración conjunta, respaldada por 36 sociedades civiles y organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional y el Observatorio de Derechos Humanos, en la que se pide la atención urgente de la comunidad internacional a la actual oleada de detenciones arbitrarias y en régimen de incomunicación, y desapariciones forzadas a manos de las autoridades iraníes que tienen como objetivo a decenas de personas de la desfavorecida minoría kurda de Irán.

Según esta carta conjunta, pocos detenidos han sido liberado, pero «otros 89 siguen entre rejas, al menos 40 han sido sometidos a desapariciones forzosas».

GV: En tu opinión, ¿qué impacto pueden tener esas organizaciones internacionales en esta situación?  

TA: We hope that pressure from the UN, EU, and the international community pushes the Iranian authorities to stop their campaign of demonizing and intensified repression against Iranian ethnic and religious minorities, as well all Iranian citizens.

TA: Esperamos que la presión de Naciones Unidas, la Unión Europea y de la comunidad internacional haga que las autoridades iraníes detengan su campaña de demonización e intensa represión contra las minorías étnicas y religiosas iraníes, y contra todos los ciudadanos iraníes.

GV: La minoría kurda lleva décadas sufriendo presiones y persecuciones. En 2020, cientos de kurdos fueron detenidos. ¿Hay alguna diferencia entre esta oleada de arrestos con las anteriores? 

TA: Since 2020, we have observed a new pattern of persecution and the executions of Kurdish political prisoners in Iran by squad firing, group executions and disappearances of the prisoners and their bodies, and denial of the last visitation of the family before execution. This pattern was common in the 1980s.

The secret execution and enforced disappearances of Mr. Hedayat Abdollahpour [8], a Kurdish political prisoner, on 11 May 2020, in a military base in Oshnavieh, West Azerbaijan Province by squad firing, despite the UN human rights experts’ multiple calls and concerns raised with the Iranian authorities, as well as the group execution of Mr. Saber Sheikh Abdullah [9] and Diako Rasulzadek, exemplifies this new pattern [10] of executions of prisoners belonging to ethnic groups and others in Iran.

The recent crackdown on Kurdish civil society activists indicates this new pattern of persecution and cycle of violence against members of ethnic-religious groups in particular, and in Iran in general. This requires a tougher position from United Nations and Western countries on Iran and the question of  respect for human rights and minority rights in Iran needs to be a main part of EU-Iran new round of negotiations.

TA: Desde 2020, hemos observado un nuevo patrón de persecución y de ejecuciones de presos políticos kurdos en Irán mediante fusilamiento, ejecuciones en grupo y desapariciones de presos y sus cuerpos, así como la negación de la última visita de la familia antes de la ejecución. Este patrón era habitual en la década de 1980.

La ejecución secreta por fusilamiento y la desaparición forzada del preso político kurdo Hedayat Abdollahpour [11] el 11 de mayo de 2020, en una base militar en Oshanavieh, provincia de Azerbaiyán Occidental, a pesar de múltiples llamados de los expertos en derechos humanos de Naciones Unidas y de las preocupaciones planteadas a las autoridades iraníes, adem´s de la ejecución en grupo de Saber Sheikh Abdullah [9] y de Diako Rasulzadek, ejemplifican este nuevo patrón [10] de ejecución de presos de  grupos étnicos y otros en Irán.

La reciente represión de los activistas kurdos de la sociedad civil indica este nuevo patrón de persecución y ciclo de violencia contra miembros de algunos grupos étnico-religiosos en particular y en Irán en general. Esto requiere una posición más firme de Naciones Unidas y de los países occidentales con respecto a Irán, y el respeto de los derechos humanos y los derechos de las minorías en Irán debe ser una parte principal de la nueva ronda de negociaciones entre la Unión Europea e Irán.