Jamaica y Trinidad y Tobago: Dos ejemplos de cómo los países más pequeños respondieron al COVID-19

Ilustración de la COVID-19 del artista digital Yuri Samoilov en Flickr (CC BY 2.0).

Trinidad y Tobago y Jamaica son los únicos dos países angloparlantes que figuran en el índice interactivo de desempeño contra el coronavirus, que analiza cómo 98 países con datos disponibles al público han controlado la pandemia hasta el momento luego de alcanzar los cien casos confirmados de COVID-19.

Investigadores del Instituto Lowy en Australia, que se describe como «laboratorio de ideas sobre política internacional independiente e imparcial», intentó analizar las diferentes respuestas de los países a la pandemia. Trinidad y Tobago quedó en el puesto 28, mientras que Jamaica está en el puesto 31 de la lista.

El estudio clasifica a los países en varias categorías (región, sistema político, tamaño de la población y desarrollo económico), y determinó si existían variaciones significativas en el manejo de la pandemia por parte de los países. Los resultados demostraron que «ningún tipo de país emergió como ganador absoluto en el periodo analizado», aunque los «países más pequeños (con menos de 10 millones de habitantes) resultaron ser más ágiles que la mayoría de los países más poblados».

Curiosamente, los niveles de desarrollo económico o las diferencias en los sistemas políticos entre los países influyeron en menor medida en los resultados, aunque los países con «poblaciones menos numerosas, sociedades cohesionadas e instituciones competentes» resultaron tener una ventaja competitiva en la gestión de la pandemia.

Cómo fue el estudio

El planteamiento se centró en seis criterios de medición durante las 36 semanas posteriores al centésimo caso confirmado de COVID-19 de cada país, hasta el 9 de enero de 2021: casos confirmados, muertes confirmadas, casos confirmados por millón de habitantes, muertes confirmadas por millón de habitantes, casos confirmados como proporción de las pruebas y pruebas por cada mil habitantes.

A partir de allí, los investigadores calcularon cada dos semanas el promedio móvil de cifras diarias para cada uno de los indicadores, seguido de un promedio entre todos los indicadores por país en cada periodo, para así obtener un puntaje del cero (peor desempeño) al cien (mejor desempeño).

Cómo le fue a las Américas

En la región, que incluye el Caribe, la propagación del virus se aceleró en la segunda ola de la pandemia, y se convirtió en la región más afectada: una significativa parte de los datos estadísticos estaría determinada por la gran cantidad de casos de COVID-19 en países como Estados Unidos o Brasil.

Sin embargo, incluso ahora el número de casos en Jamaica ha estado aumentando de forma constante y recientemente, Santa Lucía (no incluida en el estudio) declaró un estado de emergencia nacional a partir del 3 de febrero. La población de Santa Lucía es de poco más que de 180 000 habitantes, y para el 3 de febrero, el país había registrado 757 casos activos y 1479 casos totales, con 16 muertes por COVID-19.

¿El poder económico ofreció alguna ventaja?

Curiosamente, los datos demostraron que mientras que los países con un ingreso mayor por habitante tenían más recursos a su disposición y hasta ahora se desempeñaron en promedio mejor que los países en desarrollo, dejaron de llevar la delantera a finales de 2020, a medida que la segunda ola llegaba y que el tráfico aéreo aumentaba la tasa de contagios.

Mientras tanto, la mayor parte del hemisferio sur pudo sobrellevar bastante bien el brote inicial de COVID-19, lo que los investigadores atribuyen a un mayor tiempo de preparación y «una mayor noción de urgencia […] para implementar medidas de prevención luego de que se conoció la escala y gravedad de la crisis mundial».

Al principio, Jamaica puso en cuarentena a comunidades enteras e impuso restricciones para viajar contra países como Reino Unido, que tenían tasas altas de contagios. El Caribe es un destino popular de invierno tanto para europeos y norteamericanos, y muchos territorios en la región implementaron prohibiciones de viaje similares en un intento de mantener el virus a raya.

Por otra parte, Trinidad y Tobago puso un freno a la llegada de cruceros, y el 16 de marzo del 2020 cerró sus fronteras definitivamente. Aunque el país ha estado otorgando permisos de viaje a ciudadanos repatriados, casi un año después las fronteras continúan cerradas de manera oficial. Recientemente el Gobierno anunció que los permisos serían obligatorios para entrar y para salir del país.

Los investigadores de Lowy dedujeron que las medidas «poco sofisticadas» como estas, incluso los confinamientos a gran escala, «pueden haber creado más igualdad de oportunidades entre países desarrollados y en desarrollo en cuanto al control de el COVID-19″.

Sin embargo, observaron que la «distribución desigual de las primeras vacunas contra el COVID-19 podría darles a los países más ricos una ventaja decisiva en las gestiones para recuperarse de la crisis, mientras que los países más pobres seguirían en la lucha contra la pandemia durante más tiempo». Esta es una de las razones por las que la Comunidad del Caribe (CARICOM) ha convocado una cumbre mundial para tratar una distribución más equitativa.

Comparación entre Jamaica y Trinidad y Tobago

Es interesante cómo se comparan las dos naciones caribeñas, teniendo en cuenta su ubicación en dos extremos del archipiélago (Jamaica al norte y Trinidad y Tobago al sur). El gráfico interactivo, que permite a los usuarios comparar hasta cinco países particulares en un solo gráfico, lo volvió una tarea fácil:

Captura de pantalla comparando la respuesta contra el COVID-19 entre Jamaica y Trinidad and Tobago, extraído del índice interactivo de desempeño contra el coronavirus del Instituto Lowy.

La metodología del estudio observó que menos casos y muertes reportadas, tanto en total como por cápita, indican una mejor respuesta al virus. Un número mayor de pruebas de COVID-19 realizadas por cápita también ofrece un panorama más preciso de la magnitud de la pandemia a nivel nacional, mientras que una tasa más baja de pruebas positivas en COVID-19 claramente implica un mayor control de los contagios.

Desde el 3 de febrero de 2021, Jamaica realizó 170 045 pruebas de COVID-19 (aproximadamente un 5,6 %) entre una población de cerca tres millones de habitantes, mientras que Trinidad y Tobago, con una población estimada de unos 1.4 millones de habitantes, realizó 85 910 (aproximadamente un 6,1 %). De las pruebas de COVID-19 de Jamaica, 16 250 (9,5 %) dieron positivo, mientras que Trinidad y Tobago registró 7586 positivos (8,8 %).

Wikipedia recopiló los datos de países de todo el mundo aquí, desde donde pueden supervisarse el desempeño de todos los Estados miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM).

Actualización: al 9 de febrero, Jamaica registró el mayor número hasta ahora de casos de COVID-19 en un periodo de 24 horas, con 403 casos positivos de 1935 pruebas realizadas.

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