En Camboya, portal de Internet podría intensificar vigilancia y censura

Sala de informática en comuna en Camboya. Foto de PAHNA KIM (Kim MeY), pubilcada por Panoramio en Wikipedia (licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported).

El 16 de febrero, el primer ministro de Camboya, Hun Sen, firmó el subdecreto sobre el establecimiento de un Portal Nacional de Internet, entre preocupaciones planteadas por varios interesados sobre su posible impacto adverso en el comercio electrónico y los derechos humanos.

El subdrecreto se redactó en julio de 2020 y se debatió con los operadores de telecomunicaciones en agosto. Proponía el desvío del tráfico de internet hacia un único portal para facilitar la recaudación fiscal y mejorar los servicios. En diciembre de 2020, la Coalición Asiática de Internet expresó su preocupación por el hecho de que algunas disposiciones del subdecreto pudieran utilizarse para bloquear automáticamente los contenidos en línea.

Cuarenta y cinco grupos de la sociedad civil publicaron una declaración emitida tras la firma del subdecreto, en la que advertían que podría originar una intensificación de la vigilancia y a violaciones de la privacidad. Citaron el artículo 6 del subdecreto, que autoriza el bloqueo de conexiones o contenido en línea que se consideren que «afectan a la seguridad, los ingresos nacionales, el orden social, la dignidad, la cultura, las tradiciones y las costumbres». La declaración afirma:

…government surveillance cultivates an environment of fear, creating incentives for self-censorship and directly undermining the ability of journalists and human rights defenders to undertake their work.

This highly subjective and undefined list of reasons for censoring content gives the RGC [Royal Government of Cambodia] broad powers to police and censor online content, with the NIG providing unfettered access to and control over all data exchanges in the country.

…la vigilancia del Gobierno fomenta un ambiente de miedo, crea incentivos para la autocensura y socava directamente la capacidad de periodistas y defensores de derechos humanos para llevar a cabo su labor.

Esta lista, altamente subjetiva e indefinida, de razones para censurar contenidos concede al Real Gobierno de Camboya amplios poderes para vigilar y censurar los contenidos en línea, la norma da acceso y control sin restricciones a todos los intercambios de datos en el país.

Además, varios grupos temen que el subdecreto pueda afectar al comercio electrónico por las disposiciones adicionales impuestas a las compañías tecnológicas:

We are concerned that this sub-decree will become an obstacle for technology companies and become a reason for investors to not invest in, or even leave, Cambodia’s online sector.

Nos preocupa que este subdecreto se convierta en un obstáculo para las compañías tecnológicas y en una razón para que los inversionistas no inviertan en el sector en línea de Camboya, y que hasta lo abandonen.

Chak Sopheap, directora ejecutiva del Centro Camboyano de Derechos Humanos, señaló que la ley se aprobó en un momento en que se acusa al Gobierno de silenciar a los críticos en línea y perseguir a los líderes de la oposición.

La aprobación del subdecreto es una gran preocupación para el futuro de los derechos humanos fundamentales en Camboya. Esta norma, que solo puede controlar el Real Gobierno de Camboya, facilita vigilancia masiva, interceptación y censura de comunicaciones digitales y recopilación de datos personales, lo que supone una amenaza fundamental para el derecho a la intimidad de las personas y pone en peligro su capacidad de ejercer la libertad de expresión e información, entre otras cosas. […] En los últimos años, también el marco legal de Camboya se ha vuelto cada vez más restrictivo de las libertades digitales, garantiza poderes siempre más intrusivos al Gobierno para controlar las actividades en línea. Por ello, el subdecreto suscita la preocupación de que se convierta en otro instrumento del Gobierno para controlar y vigilar el flujo de información en el país.
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El momento en que se produce este subdecreto es especialmente preocupante, ya que en los últimos años ha habido un gran aumento del número de ciudadanos amenazados, acosados e incluso perseguidos por su uso de internet y por ejercer su derecho a la libertad de expresión en plataformas en línea.

El Observatorio de Derechos Humanos relacionó el subdecreto a las políticas draconianas impuestas por el gobierno de Hun Sen durante la pandemia:

Cambodia’s National Internet Gateway is the missing tool in the government’s toolbox for online repression. It’s no coincidence that after shutting down critical media across the country, the Hun Sen government has now turned its attention to online critics, just in time for the nationally organized commune elections due in 2022.

El Portal Nacional de Internet de Camboya es la herramienta que faltaba en la caja de herramientas del Gobierno para la represión en línea. No es casualidad que tras cerrar los medios críticos en todo el país, el gobierno de Hun Sen ha dirigido su atención a los críticos en línea, justo a tiempo para las elecciones comunales organizadas a nivel nacional que se celebrarán en 2022.

El Ministerio de Correos y Telecomunicaciones insistió en que el subdecreto era necesario para controlar el «desordenado» panorama de internet en el país. Además, calificó las declaraciones de los grupos de derechos humanos de «infundadas, políticamente motivadas, falsas y contradictorias con los objetivos expresados en el subdecreto».

Asimismo, el Ministerio negó que el Gobierno pretendiera instalar un cortafuego de internet como en China, o que fuera a recopilar arbitrariamente los datos personales de los usuarios de internet. Más bien, añadió el Ministerio, el subdecreto beneficiaría a los camboyanos:

It will also help prevent illegal cross-border network links, including online gambling, cyber threats, pornography and online fraud.

Además, contribuirá a evitar los enlaces transfronterizos ilegales en la red, incluidos los juegos de azar en línea, las ciberamenazas, la pornografía y el fraude en línea.

En mayo de 2020, Camboya contaba con 14.8 millones de abonados a servicios de internet, según un informe del regulador de telecomunicaciones camboyano.

En mayo de 2018, el Gobierno camboyano adoptó la Prakas (proclamación) interministerial sobre control de páginas web y redes sociales, que amplió la vigilancia de internet con la orden a varios organismos gubernamentales de bloquearan los sitios web que albergaran contenidos considerados «de incitación, quebrantamiento de la solidaridad, discriminación y creación deliberada de disturbios que socavaran la seguridad nacional, el interés público y el orden social».

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