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Entrevista con bloguero que conecta el sueño de Myanmar y Hong Kong por la democracia

Categorías: Asia Oriental, Hong Kong (China), Myanmar (Birmania), Activismo digital, Medios ciudadanos, Política, Protesta, La junta vuelve a asumir el poder en Myanmar. ¿Prevalecerá la democracia?
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Imagen de Yangon.design. De libre circulación.

Ben Crox, moderador de BarCamp [2] de Hong Kong, lleva diez años visitando Myanmar con frecuencia para fomentar las nuevas tecnologías y las habilidades de comunicación de los nuevos medios.

«He hecho muchos amigos, jóvenes y mayores. La mayoría son activos en Facebook, donde publican cosas sobre su vida y noticias sobre Myanmar», me dijo Crox por correo electrónico. Durante la pandemia, empezó a estudiar birmano, lo que le llevó a prestar más atención a las noticias sobre Myanmar.

Y cuando se produjo el golpe de estado militar en Myanmar el 1 de febrero, empezó a publicar en redes sociales y varias plataformas en línea noticias e información sobre las protestas posteriores.

Entrevisté a Cox sobre su iniciativa para mejorar la comunicación entre ambos países y su opinión sobre la situación política en Myanmar. Sus respuestas se han editado para mayor brevedad y claridad.

Oiwan Lam (OL): ¿Por qué sientes la necesidad de hacer llegar noticias e información sobre las protestas de Myanmar a los internautas de Hong Kong?

Ben Crox (BC): Myanmar is not very connected to the world. Even though Hong Kong is a major trade partner with Myanmar, most of my peers in Hong Kong never talk about Myanmar. But in recent years, the country has been a new tourist site for young Hongkongers. For a few, they may also travel to Myanmar for religious retreat or for causes related to humanitarian aid.

The COVID-19 pandemic has hit Myanmar hard and I have been donating to help some of my Myanmar friends. But when the military suddenly takes over, the money wiring channels are blocked. The only thing I can do is to help Myanmar people spread their voice and news.

I believe what has happened in Myanmar would echo in the minds of many Hongkongers, because our rights, our freedom, our hope for the future are also being deprived by similar institutionalized state violence.

The protest scenes in Myanmar look similar to Hong Kong. Many of my Burmese friends are eager to learn from Hong Kong’s protest experience and they have been trying to link with the Milk Tea Alliance, an online network of pro-democracy netizens coming from Taiwan, Hong Kong, Thailand and India.

People from many Asian countries share the dream of establishing a clean and democratic government, with which fair opportunities and variety will be ensured. And I share this dream as well.

Ben Crox (BC): Myanmar no está muy conectado con el mundo. Aunque Hong Kong es un importante socio comercial de Myanmar, la mayoría de mis compañeros de Hong Kong nunca hablan de Myanmar. Pero en los últimos años, se ha convertido en un país turístico para los jóvenes hongkoneses. Algunos viajan a Myanmar para un retiro religioso o por causas de ayuda humanitaria.

La pandemia de COVID-19 ha afectado duramente a Myanmar y he estado haciendo donaciones para ayudar a algunos de mis amigos de allí. Pero cuando los militares tomaron el poder, se bloquearon los canales de envío de dinero. Lo único que puedo hacer es ayudar a la gente de Myanmar a difundir su palabra y sus noticias.

Creo que lo que ha sucedido en Myanmar dejará mella en la mente de muchos hongkoneses, porque también nos están privando de nuestros derechos, nuestra libertad, nuestra esperanza de futuro por una situación similar de violencia estatal institucionalizada.

Las escenas de las protestas de Myanmar se asemejan a las de Hong Kong. Muchos de mis amigos birmanos están deseosos de aprender de las protestas de Hong Kong y han tratado de conectar con Milk Tea Alliance, red de internautas prodemocracia procedentes de Taiwán, Hong Kong, Tailandia e India.

Las personas de muchos países asiáticos c0mparten el sueño de establecer un gobierno limpio y democrático, con el que se garantice la igualdad de oportunidades. Y yo también comparto ese sueño.

OL: El internet en Myanmar se ha visto alterado desde el golpe militar. ¿Cómo consigues las últimas actualizaciones? ¿Cómo te aseguras de que la información es fiable?

BC: The internet in Myanmar has been disrupted, but it has not been completely cut off. The Junta want to keep the foreign factories and facilities running. At the same time, a lot of small businesses also heavily rely on the internet. In the first phase of disruption, only the mobile network was affected, while wifi and some fibre networks were still functioning. We later learnt that the mobile internet has been filtered with some old version of Chinese-style Great Firewall. But that has not stopped people from connecting through VPNs. Recently, the military is trying to set a new norm with a complete shutdown of the internet after midnight from 1 a.m. to 9 a.m. But internet access during office hours has not been compromised yet.

So I can still receive a lot of instant updates from multiple sources. Most are shared on Facebook groups, personal feeds of my connections. Many English-speaking Myanmar netizens, especially those with journalistic background, also use Twitter as a civilian reporting channel.

Myanmar people are well aware of the Junta tactic of spreading disinformation. Quite frequently, they would warn each other against the so-called “psy-war” — the term refers to the psychological effects of disinformation. Most people are willing to take down the news if others have expressed doubts. I have also edited or taken down information on my social media timeline upon getting messages from my Burmese friends. If possible I would share videos that could be verified with other videos taken with different angles on the same spot from different sources. Usually, such verification process only takes a few minutes since many protesters recorded or live-streamed the protest scenes with their smartphones.

BC: La red en Myanmar no está cortada por completo. La junta quiere mantener en funcionamiento las fábricas e instalaciones extranjeras. Al mismo tiempo, muchas pequeñas empresas dependen en gran medida de internet. En la primera fase del corte, solo se vio afectada la red móvil, mientras que las redes inalámbricas y algunas redes de fibra seguían en funcionamiento. Más tarde nos enteramos de que la red móvil había sido filtrada con alguna versión del Gran Cortafuegos chino. Pero eso no ha impedido que la gente se conecte a través de redes virtuales privadas. Ahora mismo, los militares están intentando establecer una nueva norma con el cierre total de internet después de medianoche, desde la una de la madrugada hasta las nueve de la mañana. Pero el acceso a internet en horario de oficina no se ha visto comprometido.

Así que todavía puedo recibir actualizaciones instantáneas de múltiples fuentes. La mayoría se difunden en grupos de Facebook y en las cuentas personales de mis contactos. Muchos internautas de Myanmar de habla inglesa, sobre todo los que tienen formación periodística, también utilizan Twitter como canal de información civil.

Los habitantes de Myanmar conocen bien la táctica de la Junta de difundir desinformación. Con cierta regularidad, se previenen los unos a los otros de la denominada «psiguerra», término que se refiere a los efectos psicológicos de la desinformación. La mayoría están dispuestos a retirar las noticias si se duda de su veracidad. Yo también he editado o eliminado información que he publicado en mis redes sociales tras recibir mensajes de mis amigos birmanos. De ser posible, difundiría vídeos que pudieran verificarse con otros videos tomados desde diferentes ángulos en el mismo lugar y de diferentes fuentes. Por lo general, este proceso de verificación lleva apenas unos minutos, ya que muchos manifestantes grabaron o retransmitieron en directo las escenas de las protestas con sus teléfonos.

OL: En los últimos días, el gobierno militar de Myanmar ha abierto fuego y ha matado a más de 50 manifestantes [3]. ¿Qué opinas de la situación? ¿Crees que las protestas continuarán?

BC: Bloodshed happens every day. Some stringent sources have estimated over 50 martyrs, while hearsay said the figure was double. Videos and photos circulating online have proven that the military crackdown was extremely bloody and brutal. However, such a bloody crackdown is not new in the history of Myanmar and people are not backing off.

I still remember in January 2017, one day right after I landed in Yangon, Ko Ni, a prominent Muslim lawyer and an advocate of constitutional reform, was fatally shot outside the airport. A few of my friends were close to Ko Ni and were hit by the loss of a dear friend and a great leader. But they live with the pain and take it as drive for their continuous fight for a better future. They were not ruined in 2017 and now their ire is turning into fire.

In addition, Myanmar Generation Z is fearless and they have full support from the older generation. The junta cannot stop them and now the younger generation is joining them. The solidarity among protesters is invincible.

BC: El derramamiento de sangre se produce todos los días. Algunas fuentes rigurosas han calculado más de 50 mártires, mientras que los rumores afirmaban que la cifra era el doble. Los videos y las fotos que circulan por internet demuestran que la represión militar fue extremadamente brutal y sangrienta. Sin embargo, una represión tan sangrienta no es algo nuevo en la historia de Myanmar y la gente no se echará atrás.

Todavía recuerdo que en enero de 2017, justo un día después de aterrizar en Rangún, Ko Ni, destacado abogado musulmán y defensor de la reforma constitucional, recibió un disparo mortal a la salida del aeropuerto. Algunos de mis amigos eran cercanos a Ko Ni y se vieron afectados por la pérdida de un querido amigo y un líder formidable. Pero viven con dolor y lo toman como impulso para continuar con su lucha por un futuro mejor. No se hundieron en 2017 y ahora su ira es su fuego.

Además, la Generación Z de Myanmar no tiene miedo y cuenta con todo el apoyo de la anterior generación. La Junta no puede detenerlos y ahora la generación más joven se une a la causa. La solidaridad entre los manifestantes es invencible.

OL: Has participado en varias rondas de debate sobre las protestas de Myanmar en plataformas sociales como Clubhouse. ¿Qué se ha conseguido con este diálogo transfronterizo?

BC: During the discussion I tried to help people from outside of Myanmar to better understand the country’s situation. I shared with them what I had learnt from my friends and my working experience in Myanmar and tried to explain the historical and political context of the protests. I also explained the relationship between the protests in Hong Kong, Thailand and Myanmar, in particular on how Myanmar protesters were eager to be connected with the Milk Tea Alliance and other pro-democracy movements in Asia.

I believe that Hongkongers can help Myanmar’s protesters and bring more international media attention to the situation in Myanmar. While a huge amount of visual images about the military coup and people’s protests have been circulating on Twitter and Facebook, the stories behind the images need to be told and explained. Hongkongers can play a good role in distributing and bridging the information.

BC: Durante el debate intenté ayudar a la gente de fuera de Myanmar a entender mejor la situación del país. Compartí con ellos lo que había aprendido de mis amigos y de mi experiencia laboral en Myanmar e intenté explicar el contexto histórico y político de las protestas. También expliqué la relación entre las protestas en Hong Kong, Tailandia y Myanmar, en particular sobre cómo los manifestantes de Myanmar estaban ansiosos por unirse a la Milk Tea Alliance y otros movimientos prodemocráticos de Asia.

Creo que los hongkoneses pueden ayudar a los habitantes de Myanmar y hacer que los medios internacionales presten más atención a la situación de este país. Aunque en Twitter y Facebook circulan gran cantidad de imágenes visuales sobre el golpe militar y las protestas populares, es necesario contar y explicar las historias que hay detrás de esas imágenes. Los hongkoneses pueden desempeñar un papel clave al distribuir y dar a conocer esa información.

OL: Has prestado mucha atención a las protestas de Hong Kong, Tailandia y Myanmar. ¿Cómo comparas el movimiento prodemocrático en esos países? ¿Se observa alguna interacción entre los manifestantes y los activistas prodemocráticos de las tres regiones? ¿Aportarán estas interacciones cambios positivos en Asia?

BC: Protests in Hong Kong, in Thailand and in Myanmar are quite different as the three regions have different political systems, but protesters from the three regions share common goals. Exchanges among activists could help reflect on the inadequacy of local protests and develop a wider horizon in understanding the significance of the pro-democracy movement in Asia.

For example, the divide between pro-independence and moderate democrats in the Hong Kong protest movement has destroyed the internal communication of strategies and tactics within the movement to the extent that no one could bargain or negotiate with the government. The pro-democracy sector in Myanmar used to have a lot of racial conflicts. But now more than 90 percent of people are united against the coup, that's their advantage.

I believe that protesters in Asia can learn, inspire and support each other in future struggles for democracy. The democracy movement against authoritarian regimes in Asia is up and evolving, a new generation of activists has shown their determination and capability. The future is on their side.

BC: Las protestas en Hong Kong, Tailandia y Myanmar son bastante difíciles, ya que las tres regiones tienen sistemas políticos distintos, pero los manifestantes comparten objetivos comunes. Los intercambios entre activistas podrían ayudar a reflexionar sobre la insuficiencia de protestas locales y a desarrollar una visión más amplia para comprender la importancia del movimiento prodemocrático en Asia.

Por ejemplo, la división entre los independentistas y los demócratas moderados en el movimiento de protesta de Hong Kong ha destruido la comunicación interna de estrategias y técnicas en el movimiento, hasta el punto que nadie puede negociar con el Gobierno. El sector prodemocrático de Myanmar tenía muchos conflictos raciales. Pero ahora más del 90 % de la gente está unida contra el golpe de estado, esa es su ventaja.

Creo que los manifestantes de Asia pueden aprender, inspirarse y apoyarse mutuamente en futuras luchas por la democracia. El movimiento democrático contra los regímenes autoritarios en Asia está en alza y evoluciona, una nueva generación de activistas ha demostrado su determinación y capacidad. El futuro está de su parte.