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Decreto sobre noticias falsas entra en vigencia en Malasia, en medio de continua preocupación sobre estado de emergencia COVID-19

Categorías: Asia Oriental, Malasia, Censura, Derecho, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, COVID-19, GV Advox
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Carteles de activistas durante una protesta cerca del Parlamento para exigir la derogación del decreto sobre noticias falsas. Foto de la página de Facebook del Centro de Periodismo Independiente.

El 12 de marzo, entró en vigor el decreto de emergencia [2] (Poderes Esenciales) (nro. 2) de Malasia, que tipifica como delito la publicación de noticias falsas relacionadas con el COVID-19.

El gobierno del partido Perikatan Nasional (PN) declaró el estado de emergencia [3] el 12 de enero para contener el aumento de casos de COVID-19. Sin embargo, los críticos creen que el PN pretendía utilizarlo para mantenerse en el poder ya que también suspendió las sesiones parlamentares y prohibió las elecciones. Además los activistas advirtieron que la declaración podría llevar a la supresión de la libertad de expresión, ya que permitía a las autoridades detener a ciudadanos e internautas que estuvieran «interfiriendo» en la aplicación de los protocolos sanitarios.

Se presentaron varias peticiones en los tribunales que cuestionaban la constitucionalidad de la declaración. En medio de estas preocupaciones, el PN publicó el decreto que criminaliza las noticias falsas.

Según el decreto, son noticias falsas todas las noticias, informaciones, datos o informes, total o parcialmente falsos, relacionados con el COVID-19 o la proclamación del estado de emergencia, ya sea en forma de reportajes, imágenes o grabaciones de audio o cualquier otra forma que pueda sugerir palabras o ideas.

Quienes infrinjan la ordenanza enfrentan una pena de tres años de prisión o una multa de 100 000 ringgit (24 000 dólares estadounidenses).

El decreto permite a la Policía acceder a los datos informáticos, incluidas contraseñas y códigos de encriptación. Es aplicable a todas las nacionalidades, aunque el delito se cometa fuera de Malasia.

Malasia aprobó [4] una ley contra noticias falsas antes de las elecciones generales de 2018, pero fue derogada por el anterior gobierno de Pakatan Harapan. La ordenanza del PN reintroduce ciertos aspectos de esa ley.

Una de las semejanzas entre las dos medidas es la definición imprecisa de lo que constituye una noticia falsa. Por eso, el Centro de Periodismo Independiente ha advertido [5] que el decreto podría ser objeto de abuso por parte de las autoridades:

We anticipate further surveillances and invasions of our privacy, arbitrary censorships of critical and dissenting media reports, and thus, attacks on media freedom, and disproportionate crackdowns on legitimate speech such as dissent and misinformation.

Prevemos más vigilancias e invasiones de nuestra privacidad, censuras arbitrarias de informes de medios críticos y disidentes y, de este modo, ataques a la libertad de los medios, y represión exagerada de la expresión legítima como la disidencia y la desinformación.

Zaid Malek, coordinador de Abogados por la Libertad, recordó al Gobierno que el estado de emergencia no es una licencia para crear leyes de forma arbitraria. Además, el grupo señaló que la «declaración de emergencia» no está definida en el decreto. Asimismo, es preocupante [6] que los poderes adicionales de la Policía socaven la privacidad de los ciudadanos:

In addition to trampling on the rights to free speech, this Ordinance entirely disregards the right to privacy by allowing enforcement authorities to search any electronic device that they deem “necessary” to complete their investigation.

Además de reprimir el derecho a la libre expresión, este decreto ignora por completo el derecho a la privacidad pues permite a las autoridades policiales registrar cualquier dispositivo electrónico que consideren «necesario» para completar su investigación.

El grupo de derechos humanos Aliran afirmó [7] que las «leyes existentes podrían gestionar fácilmente cualquier intento de crear alertas o disturbios públicos». Además dijo que el decreto amenaza con crear más divisiones en la sociedad:

To frighten people with such punitive legislation would only create a disconnect between the government and the people. It would muzzle the people while those in government would live in a cocoon.

Atemorizar a las personas con una legislación tan punitiva solo crearía una desconexión entre el Gobierno y el pueblo. Silenciaría a las personas mientras que quienes estén en el Gobierno vivirían en una burbuja.

El grupo de tareas Instituto para la Democracia y Asuntos Económicos se tomó [8] las primeras críticas de que la declaración del estado de emergencia pretende silenciar la disidencia:

This ordinance strengthens the perception that the state of emergency we are currently in is a smokescreen to curb any form of criticism towards the government of the day. It should be acknowledged that many have provided constructive criticism precisely because they are concerned about the state of the nation and genuinely want improvements.

Este decreto refuerza la percepción de que el estado de emergencia en el que nos encontramos es una cortina de humo para frenar cualquier forma de crítica hacia el gobierno de turno.  Hay que reconocer que muchos han hecho críticas constructivas precisamente porque están preocupados por el estado de la nación y desean realmente que haya mejoras.

El diputado por Selayang, William Leong Jee Keen, tiene un consejo [9] para el Gobierno:

The government ought to counter fake news by providing full and complete disclosures supported by scientific evidence on these matters.

Reassurance does not come by burying the truth in the form of heavy and disproportionate punishment for disseminating information.

El Gobierno debería contrarrestar las noticias falsas con información plena y completa respaldada por pruebas científicas sobre estas cuestiones.

La tranquilidad no se consigue enterrando la verdad con castigos fuertes y desproporcionados por la difusión de información.

Gerakan Media Merdeka instó [10] a las autoridad a «luchar contra las noticias falsas con hechos, no con decretos».

We have consistently supported any form of fact checking initiatives, particularly in the current times [of] the pandemic which have seen confusion that arises from sharing of inaccurate information.

Siempre hemos respaldado cualquier forma de iniciativas de comprobación de hechos, sobre todo en los tiempos actuales [de] pandemia que han visto la confusión que surge de difundir información inexacta.

El 14 de marzo, un grupo de manifestantes que representaba a miembros del Grupo de Libertad de Expresión organizó [11] una manifestación relámpago cerca del Parlamento para exigir la derogación del decreto.

Hoy, las organizaciones de la sociedad civil centradas en la libertad de expresión han organizado una protesta pacífica en Jalan Parlimen contra la publicación en el boletín oficial y la entrada en vigor del Decreto de Emergencia (Poderes Esenciales) (nro. 2). Aquí su declaración.

El ministro de Comunicación y Multimedia, Datuk Saifuddin Abdullah, aseguró [14] a los críticos que el decreto no llevará a la censura.

We will make sure that the action taken is on fake news, not criticism. In matters of democracy, it is possible to criticise but if it involves fake news, then no matter who spreads it, anyone can be hit (receive action).”

Nos aseguraremos de que las medidas que se tomen sean sobre noticias falsas, no sobre críticas. En cuestiones de democracia, se puede criticar, pero si se trata de noticias falsas, no importa quién las difunda, cualquiera puede ser golpeado (recibir acciones)».

Además, dijo que el decreto era una medida temporal [15] ya que puede ser derogado una vez que el Parlamento reanude sus sesiones y seis meses después de que se haya levantado la declaración del estado de emergencia.