Libertad de expresión de argelinos se ve afectada por leyes sobre medios aprobadas con bajo del COVID-19

Captura de pantalla del canal de YouTube de France24 que muestra imágenes de las manifestaciones de Hirak en Argelia.

Argelia está sumida en la agitación desde principios de 2019. Hirak, movimiento popular de protesta callejera contra el Gobierno, reunió apoyo masivo en los diferentes segmentos étnicos y sociales de la sociedad y aún continúa. A esto, el Gobierno ha respondido con leyes y medidas que limitan la libertad de expresión, y a menudo lo ha justificado por la necesidad de luchar contra la pandemia.

El movimiento Hirak comenzó en febrero de 2019, pocos días después de que el presidente Abdelaziz Boutefikla, en el poder desde 1999, anunció que se presentaría a un quinto mandato. El pueblo de Argelia reaccionó con las mayores manifestaciones callejeras pacíficas desde el final de la guerra civil argelina en 2002. Finalmente, Butefikla reconoció su derrota y renunció el 2 de abril de 2019.

Sin embargo, su renuncia no llegó con los cambios que esperaban la mayoría de argelinos. Por eso, siguieron protestando pacíficamente todos los viernes en todo el país para presionar por cambios políticos significativos y el fin de la corrupción a gran escala.

Como explica esta cuenta de Twitter que sigue el movimiento Hirak, lo que está en juego es la mentalidad del Gobierno, que se considera que usa varios argumentos, como la pandemia, para justificar su control de la sociedad:

Argelia: Analistas dicen que el Gobierno quiere enterrar las protestas con un virus.

El Gobierno argelino está aprovechando la enfermedad de COVID-19 para intentar enterrar de una vez por todas el movimiento popular que ya lleva un año, hasta su reciente suspensión, y evitar que se repita.
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La junta militar oligárquica de Argelia usa la cobertura de COVID-19 para reprimir el levantamiento popular. La reivindicación central del Hirak de un estado civil y no militar está diseñada para luchar contra esta precisa mentalidad y su inherente represión.

Las autoridades acabaron respondiendo al movimiento con la celebración de elecciones presidenciales en diciembre de 2020, que ganó Abdelmajid Tebboune. Sin embargo, la votación fue boicoteada en gran medida, lo que refleja la poca confianza de una parte importante de la población en su candidatura, ya que muchos argelinos no lo veían muy diferente de sus predecesores.

Ciertamente, aunque Tebboune expresó inicialmente su apoyo al movimiento Hirak, acabó cambiando de opinión y apoyó la aprobación de leyes que restringían la libertad de expresión digital en Argelia. Y así, las protestas continuaron.

Primeros cambios en la legislación durante la pandemia

El primer cambio significativo se produjo en abril de 2020. El Parlamento y el Senado argelinos aprobaron reformas al Código Penal que introdujeron penas más severas en el contexto de situaciones peculiares, incluidas las épocas de pandemia. Village de la justice [Aldea de la justicia], publicación en línea creada por expertos jurídicos, lo explica en su artículo:

Le nouveau Code pénal prévoit ainsi une peine d’un à trois ans de prison, et une amende pouvant aller jusqu’à 300 000 dinars algériens (1900 euros) à l’encontre de « toute personne jugée coupable de propagation de fausses informations » Les peines peuvent être plus lourdes, de trois à cinq ans de prison « si ces actes sont commis durant les périodes de confinement sanitaire ou d’une catastrophe naturelle, biologique ou technologique ou de toute autre catastrophe.

El nuevo Código Penal incluye penas de uno a tres años de prisión y una multa de hasta 300 000 dinares argelinos [2261 dólares] contra «cualquier persona declarada culpable de difundir información falsa». Las penas pueden ser más severas, de tres a cinco años de prisión, «si estos actos se cometen durante periodos de confinamiento sanitario o de una catástrofe natural, biológica o tecnológica o de cualquier otro tipo».

Legislación más coerciva en la nueva presidencia

En Argelia, los medios estatales están sometidos a un estricto control y censura, y ofrecen información que las autoridades deben aprobar previamente. En ese contexto, las plataformas independientes, como mediosprivados, redes sociales, televisión satelital y otros medios en el extranjero, representan la principal fuente de información alternativa.

En entrevista telefónica con Global Voices, El Kadi Ihsane, propietario de varios medios independientes, explica el contexto general:

Le système a depuis huit ans extrêmement réglementé les moyens de financements des médias, au point de les mettre en péril. Aujourd’hui, nous traversons une période critique, il n’y a aucun modèle qui est capable de fournir une information de qualité par manque de moyen car ces restrictions ne permettent pas de garantir un modèle économique viable et de se projeter, on est dans une précarité totale.

Durante los últimos ocho años, el sistema ha regulado extremadamente cómo se financian los medios, hasta el punto de ponerlos en peligro. Hoy en día, estamos atravesando un periodo crítico, no hay un modelo que pueda dar información de calidad por falta de recursos, porque estas restricciones no nos permiten garantizar un modelo económico viable y proyectarnos, estamos en una precariedad total. .

Posteriormente, la penetración de internet aumentó un 12 % entre 2019 y 2020, y alcanzó a más del 52 % de la población.

Tras las modificaciones de abril de 2020 del código penal, el gobierno de Tebboune adoptó en diciembre de 2020 el primer decreto de su historia que regula los medios electrónicos. El decreto presenta nuevas restricciones para el funcionamiento de los medios digitales en Argelia y refleja la mentalidad del gobierno, como explica el ministro de Comunicación en este artículo:

Ce décret, premier du genre en Algérie, constitue l'une des priorités du plan d’action du secteur dans le cadre de l'intérêt accordé par le Président de la République à la généralisation du numérique et au contrôle de la presse électronique qui renferme des avantages et des inconvénients principalement liés à la mauvaise utilisation de ce type de médias modernes pour porter atteinte aux individus et aux institutions en diffusant des rumeurs, des fake news et des  vidéos truquées.

Este decreto, el primero de este tipo en Argelia, es una de las prioridades del plan de acción del sector, en el marco del interés concedido por el presidente de la República a la generalización de los medios digitales y al control de la prensa electrónica, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes, principalmente relacionados con el mal uso de medios modernos para perjudicar a las personas e instituciones mediante la difusión de rumores, noticias falsas y videos falsos..

Entre los cambios introducidos por este decreto, los medios argelinos están obligados a registrarse en un dominio de internet .dz, en un claro intento de controlar su contenido, dadas las estrictas leyes de censura en Argelia. Es más, la mayoría de los sitios de la oposición, si no todos, se registran fuera de Argelia para preservar la seguridad de sus colaboradores, que a menudo usan apodos para protegerse y a sus familias del acoso del Estado.

Periodistas y blogueros pagan un alto precio

Mientras que las autoridades argelinas liberaron a varios presos políticos el 18 de febrero de 2021 para evitar nuevas manifestaciones masivas con motivo del segundo aniversario del movimiento Hirak, las voces más abiertas que defienden y encarnan la libertad de expresión han pagado un alto precio por atreverse a reclamar sus derechos.

Un ejemplo de ello es Walid Kechida, creador de la página de Facebook llamada «Hirak Memes«, con casi 15 000 miembros, en la que muestra imágenes humorísticas de crítica al Gobierno y apoya al movimiento Hirak. Fue detenido el 27 de abril de 2020 acusado de «ofender al presidente», delito que se menciona en las enmiendas de abril del Código Penal en el contexto de las publicaciones en línea. Finalmente fue liberado el 31 de enero de 2021, tras nueve meses en prisión.

Del mismo modo, Khaled Drareni, uno de los periodistas que más se ha expresado durante el movimiento Hirak , fue liberado el 19 de febrero, después de casi un año en la cárcel por presunta «incitación a las reuniones sin armas».

Por su parte, Amira D., estudiante y activista que no quiso dar su nombre completo, declaró a Global Voices:

Ces deux jeunes qui ont réussi à mettre à genoux un système juste avec un stylos et un téléphone, sont le visage de la jeunesse algérienne, ils nous ressemblent, dans la diversité qu’est notre jeunesse. Le système à travers la justice veut nous faire peur.

Estos dos jóvenes que lograron poner de rodillas a un sistema con un bolígrafo y un teléfono son el rostro de la juventud argelina, se parecen a nosotros, en la diversidad que es nuestra juventud. El sistema a través de la justicia quiere asustarnos.


Este artículo forma parte de una serie de entradas que examinan la interferencia con los derechos digitales en el marco de los bloqueos y más allá durante la pandemia de COVID-19 en nueve países africanos: Uganda, Zimbabue, Mozambique, Argelia, Nigeria, Namibia, Túnez, Tanzania y Etiopía. El proyecto está financiado por el Fondo de Derechos Digitales de África de la Colaboración en Políticas Internacionales de Tecnologías de la Información y la Comunicación para África Oriental y del Sur (CIPESA).

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