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Agresión a mujer en estacionamiento enfurece a jamaicanos y tiene a parlamentario en el limbo

Categorías: Caribe, Jamaica, Derecho, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política

Foto grupal de participantes de taller sobre derechos de la mujer en Portland, Jamaica, 2016. El incidente del estacionamiento es un ejemplo más de la violencia contra la mujer en la isla. Foto de Emma Lewis, utilizada con autorización.

A la luz de preocupaciones y debate público [1] por una reciente ola de feminicidios en Jamaica, el video viral [2] de un incidente violento en un estacionamiento ha echado leña al fuego, sobre todo porque se cree que el hombre a quien se ve golpear repetidamente a una mujer —con los puños y un taburete— es el parlamentario George Wright [3], miembro del gobernante Partido Laborista de Jamaica [4] (JLP) y el primer parlamentario de la circunscripción rural de Central Westmoreland.

Wright y la mujer agredida, Tannisha Singh, presentaron denuncias ante la Policía tras el incidente, ocurrido en la circunscripción occidental el 6 de abril. Luego, Wright se volvió elusivo. La Policía dijo que lo estaban buscando [5] para interrogarlo porque la grabación de la cámara de seguridad parecía contradecir su denuncia. Al final, Wright fue interrogado [6], pero después de que ambas partes acordaron no presentar denuncias, la Policía anunció que el caso estaba “cerrado”.

El 15 de abril, el JLP se reunió con Wright, después de lo cual anunció [7] que ante la «profunda preocupación» sobre las «acusaciones no resueltas», lo retiraría de la comisión parlamentaria del Gobierno y que el partido se reunirá para «determinar los siguientes pasos». El comunicado sigue con la afirmación de que Wright, “no había difundido información alguna sobre el video que circulaba en el dominio público pero reconoció que las acusaciones en su contra eran de naturaleza grave”.

A pesar de esto, Wright no ha admitido [8] que es el hombre del video, y ni él ni Singh han hecho comentarios públicos.

Presiones de la sociedad civil

Desde entonces, cuatro grupos de defensoría —el supervisor de la corrupción Portal de Medición de Responsabilidad de Jamaica [9] (JAMP), Acción de Integridad Nacional [10], y los grupos de derechos humanos Jamaicanos por la Justicia [11]Defendamos Jamaica [12]— han pedido la renuncia de Wright, y señalan que aunque el «video de circuito cerrado de televisión sobre el altercado […] hizo que ambas partes fueran inidentificables», su posición está «en base a las declaraciones oficiales de la Fuerza de Policía de Jamaica [5] (JCF) y del Partido Laborista de Jamaica [7] (JLP)».

Tras reunirse con los líderes del Senado, el recién electo jefe de los cimarrones de Accompong también se expresaron [13] contra la violencia doméstica. Igualmente significativo, la influyente Organización del Sector Privado de Jamaica (PSOJ) emitió una declaración [14] el 16 de abril, en la que instaba a una investigación minuciosa y transparente del asunto, y destacó que no se podía «permitir esconderlo bajo la alfombra».

El 19 de abril, a Wright se le concedió licencia y luego lo relevaron de sus deberes partidarios, aunque un editorial del Jamaica Gleaner cuestionó [15] cuáles eran las bases de la licencia:

The Speaker of the House, Marisa Dalrymple-Philibert, and the Jamaica Labour Party owe Jamaicans something more, and better, than their rude and cynical contortions in the George Wright affair. While what has been done may be nominally on the right side of the law, it hardly accords with accountability and transparency.

La presidenta de la Cámara, Marisa Dalrymple-Philibert, y el Partido Laborista de Jamaica deben a los jamaicanos algo más, y mejor, que sus groseras y cínicas contorsiones en el asunto de George Wright. Aunque lo que se ha hecho puede estar nominalmente en el lado correcto de la ley, difícilmente concuerda con la responsabilidad y la transparencia.

Rabia y críticas han caracterizado la discusión en línea [16] sobre el incidente, que avivó el asunto de la violencia de género.

Por su parte, una sugerencia [17] del abogado de Wright de que el comentario público sobre el asunto podría ser considerado difamatorio fue descartado por los cibernautas jamaicanos:

El abogado Able-Don Foote ha advertido que un coro de comentarios públicos sobre George Wright, parlamentario de Westmoreland Central, podrían ser considerados difamatorios.
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No vamos a desaparecer calladamente en la noche… Shh… Tomen el taburete que se usó para golpear a la mujer y tomen varios asientos.

Síntoma de un asunto mayor

El JAMP afirmó que la legislación sobre el retiro de los parlamentarios debería ser el siguiente paso lógico. Aunque la legislación de destitución se presentó en el Parlamento en 2011 en el periodo del anterior primer ministro, Bruce Golding, quedó a medio camino, pese a una promesa electoral de 2016 del actual primer ministro, Andrew Holness, de revisarla [20].

El 20 de abril en el Parlamento, el primer ministro Holness se declaró «indignado», y expresó su preocupación de que el incidente podría minar la credibilidad del Gobierno en su postura contra la violencia de género:

Como todos los jamaicanos bienintencionados que vieron el video viral que circuló, quedé indignado por la muestra de violencia. Las posteriores declaraciones de que un persona captada en el video es un parlamentario dio una nueva dimensión preocupante al asunto.

Jeanette Calder, coordinadora del JAMP, enfatizó que las mujeres se sentían «expuestas» y «vulnerables»:

La directora ejecutiva de JAMP cuenta lo que cree debería ser el siguiente paso para manejar la situación con George Wright

En ausencia de mecanismos legislativos existentes para el retiro, muchos coincidieron en que Wright debería renunciar:

El primer ministro no puede despedir al parlamentario George Wright. Fue elegido al Parlamento por votantes de Westmoreland Central, y la Constitución de Jamaica no estipula que lo destituyan antes de una elección. Se debe ir si lo condenan de un delito grave, pero parece poco probable. Tiene que renunciar.

Se necesita legislación más sólida

Aunque las parlamentarias jóvenes no dijeron nada, el primer ministro Holness tuiteó el mensaje de la comisión de mujeres del JLP, completo con su etiqueta #NoExcuseForAbuse [27] [no hay excusa para el abuso], de condena a la violencia doméstica «en todas sus formas»:

La comisión femenina del Partido Laborista de Jamaica condena firme y absolutamente la violencia doméstica en todas sus formas e independientemente de sus autores.

La comisión reafirma su compromiso para poner fin a la violencia de género.

La comisión expresó su «apoyo total» a la legislación pendiente, incluidas reformas [30] a la ley de violencia doméstica, la reintroducción del proyecto de ley sobre el acoso sexual, y el trabajo de compromiso con la comunidad a través de la iniciativa Spotlight [31] de Naciones Unidas.

El asunto sigue irritando a ambas cámaras parlamentarias. Una semana después de negar [32] una moción de censura que el partido opositor intentó presentar en la Cámara Baja, la presidenta Marissa Dalrymple-Philibert, transigió [33], pero al menos una jamaicana no se sintió impresionada:

La presidenta de la Cámara de Representantes, Marissa Dalrymple-Philibert, ha permitido la presentación de una moción de la oposición en la que se pide que el diputado de Central Westmoreland, George Wright, confirme o desmienta que es quien aparece en un video viral agrediendo a una mujer, o que sea suspendido.
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Es una mala representante de las mujeres de este país. Demasiado para el partido con MÁS MUJERES en el Parlamento. Todos se hicieron de la vista gorda a la violencia de otra mujer por parte de sus propias colegas (PARTIDO ANTES QUE LA MORAL).

El asunto se debatirá en el Parlamento posteriormente.

¿Politización de la violencia?

Para complicar la cosas hubo un hilo en Twitter en respuesta al comentario de la parlamentaria (y esposa del primer ministro) Juliet Holness de que no se debe ver la violencia de una “manera partidista o específica de un género». Esto no cayó bien en muchos jamaicanos, lo que motivó que borrara parcialmente y reescribiera aspectos de su tuit, que tampoco cayó muy bien:

Jamaica tiene un antiguo problema con la violencia que heredamos de los dias de la esclavitud.

Muchas de nuestras instituciones han perpetuado la violencia inclusivo en nuestro sistema educativo, nuestras prácticas domésticas y algunas de nuestras creencias disciplinarias.
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Hilo.
Toda la violencia importa.
??

La postura de Holness generó duras respuestas de feministas:

Trabajemos en intervenciones institucionalizadas y dejemos el juego de las culpas. Es hora de dejar de verbalizar nuestras reacciones a estos actos de violencia y empecemos a unirnos con planes y acciones que empezarán a sanar y ayudar en estos asuntos que enfrentamos.
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Primer ministro Holness: si realmente quiere desarrollar una perspectiva informada sobre las historias de violencia en Jamaica, hay intelectuales establecidos y reputados en Jamaica que pueden ayudarlo a entender cómo y por qué la violencia está dividida por clases, razas y géneros. Tal vez [podría] invitarlos a pensar en estos asuntos.

Sin embargo, para algunos jamaicanos, el planteamiento de Holness de «toda violencia es importante» tuvo eco. Una carta al director culpaba a las mujeres [40] de la mala crianza de los niños, y otros se preguntaban [41] si las mujeres eran las principales víctimas de la violencia en el país.

Durante un acalorado debate parlamentario el 23 de abril, los senadores opositores acusaron [42] a la comisión de mujeres del JLP de eludir la cuestión [43].

Por su parte, la Policía de Jamaica anunció que este año abrirá [44] otros seis centros de intervención contra la violencia doméstica; actualmente solo hay cuatro. Sin embargo, como el caso se cerró sin presentar cargos, queda por ver si el incidente, y el tema de la violencia de género en general, se convertirá en una maravilla efímera en Jamaica.

Persiste el malestar por el silencio de Wright y la percepción de falta de transparencia:

Si George Wright no golpeó sin piedad a una mujer y le “pegó” con un taburete, ¿por qué no dice públicamente que no fue así?

Por ahora, Wright sigue en la jungla política, y las jamaicanas no quedarán nada tranquilas.