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Arte callejero muestra el clamor de los colombianos cansados de la violencia, corrupción y pobreza

Categorías: Colombia, Medios ciudadanos, Política, Protesta, Pueblos indígenas

Arte callejero en Popayán, Colombia, 5 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.

Desde el 28 de abril, miles de colombianos han llenado las calles como parte de una huelga a nivel nacional. Una nación que estaba inactiva se levantó para protestar contra una reforma tributaria [1] y una reforma de salud [2] propuesta por el presidente Iván Duque. Ya antes había habido protestas, pero las actuales parecen estar más cohesionadas y constantes que las anteriores.

Indígenas misak marchan en Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo.

Los manifestantes sostienen que los proyectos de ley que el Gobierno quería aprobar afectaban desproporcionadamente afectaba a las clases media y baja, pero mantenía impuestos bajos para las clases más altas. La propuesta tenía el objetivo de imponer tributos a productos básicos en un país severamente impactado por la pobreza, la pandemia, y un 14.2 % de tasa de desempleo [3] a fines de marzo.

Estudiantes, trabajadores, jubilados, jóvenes, niños, agricultores, afrocolombianos e indígenas se han unido a este clamor en un país donde el poder está cada vez más concentrado [4] en menos de la presidencia durante la gestión del COVID-1. Según Transparencia Internacional [5]. Colombia se ubica en el lugar 92 de 182 países [6] en el índice de percepción de corrupción de la organización.

En todo Colombia, se han pintado fachadas de edificios, empresas e instituciones con mensajes de rabia, esperanza y tristeza, mientras algunas comunidades realizó vigilias [7] por los heridos, muertos, maltratados y desaparecidos en estas protestas.

El 3 de mayo, el presidente Duque retiró la propuesta de ley. Pero las protestas continuaron porque las reformas tributaria y de salud desencadenaron un clamor en una sociedad cansada de violencia que han atravesado durante presidencia de derecho de Duque, en el poder desde 2018. Las protestas aumentaron a medida que las cuando las denuncias de violencia policial se dispararon.

Indígenas misak marchan en Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo.

Los pedidos de las protestas son claros: retiro de la reforma tributaria y de salud, desarticulación de la unidad de policía antidisturbios «Esmad» y renuncia de Duque.

Durante el mandato de Duque, han matado a cientos de líderes sociales, líderes indígenas [8] y exmiembros de la guerrilla en una contexto de incertidumbre e impunidad a pesar de los llamados de la justicia [9] en un pedido de 2019 de parlamentarios europeos [10], que están preocupados por la violencia perpetrada contra defensores de derechos y la difícil implementación del acuerdo de paz [11] de 2016 entre el anterior gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia, conocidas como FARC [12].

Padres e hijos marchan en Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.

Colombia registró una terrible cuenta de 126 masacres [13] entre 2020 y el 3 de mayo de 2021. Pero la violencia a manos del Estado, la guerrilla y las fuerzas paramilitares continúan en el país y mostraron un lado inhumano durante la actual huelga. La ONG Indepa [14] colombiana informó de 31 muertos, 87 desaparecidos, 1220 heridos, 18 víctimas de heridas en los ojos y seis casos de violencia sexual contra mujeres.

Los medios convencionales colombianos [15] estigmatizaron las protestas con sobreexposición de imágenes de vandalismo sin mostrar las expresiones de manifestaciones múltiples, masivas y pacificas que unieron a jóvenes, adultos, niños, agricultores, afrocolombianos e indígenas en las calles de Colombia. Al 8 de mayo, la huelga continuaba. La mayoría de los manifestantes quieren una huelga indefinida hasta que se cumplan sus demandas.

Las fotos a continuación se tomaron el 5 y 6 de mayo en Popayán, capital del departamento de Cauca, en el suroeste del país. Cauca es el epicentro de la violencia contra campesinos, afrocolombianos, activistas y líderes indígenas. Además, durante la huelga, la Policía ha dejado a varios estudiantes heridos [16] en Popayán.

Manifestación en Popayán, Colombia, 7 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.

La imagen de abajo se refiere a la percepción general de algunos medios convencionales y políticos que equiparan a los manifestantes con vándalos.

Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.

El dibujo de la izquierda habla a los colombianos que se sienten injustamente usados por eu Gobierno. La ilustración de la derecha señala al espectador el creciente número de desaparecidos en Colombia en los últimos años y durante las manifestaciones.

Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.

La imagen con yeso de abajo es una oscura caricatura del escudo del Ejército de Colombia [17], que originalmente muestra las palabras «Patria, Honor, Lealtad». Las han reemplazada con «Plomo, Horror, Traición». Según recientes investigaciones de la justicia, el Ejército ejecutó extrajudicialmente a más de 6000 civiles [18] entre 2002 y 2008, los presentó falsamente como combatientes insurgentes durante el conflicto interno de Colombia.

Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.

La ilustración siguiente se refiere al Escuadrón Móvil Antidisturbios, conocido por su acrónimo ESMAD, unidad de la policía antidisturbios de Colombia. Los han acusado de asesinato y violencia sexual [19].

Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.

En otra ilustración sobre violencia estatal, el artista revisa la pregunta de si la Policía trabaja para los ciudadanos.

Popayán, Colombia, 6 de mayo de 2021. Foto de Fernanda Sánchez Jaramillo, usada con autorización.