Este artículo se publicó originalmente en Petchary. A continuación, una versión editada.
La miel es un valioso producto e increíble fuente de alimento con probadas propiedades bactericidas y ayuda a conciliar el sueño, sin mencionar sus cualidades de calmante y reconstituyente en casos de resfrío o. gripe. Además, ha logrado que la apicultura se vuelva más popular en Jamaica en los últimos años.
Una mayor capacitación en apicultura ha empoderado sobre todo a las mujeres, a quienes ofrece una fuente alternativa de ingresos durante la pandemia y les permite desarrollar habilidades que les servirán más allá de la pandemia. Ciertamente, la presidencia de la Sociedad Apicultora de Westmoreland, en la bahía de Bluefields, la costa suroeste de Jamaica, está ahora a cargo de una mujer. Ante la amenaza de las especies por el impacto del paso del hombre y la necesidad cada vez mayor de proteger a estos importantes polinizadores, el conocimiento de las abejas ha aumentado con observación directa y en línea por seminarios como este, organizado por el Museo de Historia Nacional de Jamaica (NHMJ).
Esta renovación del interés es muy oportuna, en el contexto de la larga historia de Jamaica con la apicultura y de las amenazas constantes a sus poblaciones de abejas. Se estima que hay unas 69 especies de abejas en Jamaica, la colección de zoología del NHMJ tiene aproximadamente 500 especímenes de 40 de esas especies.
Curiosamente, hay un número cada vez mayor de apicultores en áreas rurales y urbanas. Adrian Watson, joven emprendedor del centro de la ciudad que se ha capacitado como apicultor durante años, cría las famosas abejas melíferas europeas (Apis mellifera), pero Jamaica tiene muchas más abejas solitarias, que son importantes polinizadoras. El apiario de Watson, Honai Beez Apiary, planea un proyecto de polinización que incluye una colmena urbana, con el objetivo de capacitar a nuevos apicultores y dar a conocer la importancia de las abejas en las escuelas, el sector privado y más. Watson espera capacitar a jóvenes aún no formados para que se dediquen a la apicultura. Además está desarrollando colmenas sustentables hechas de bambú.
Con mucha experiencia en campañas a favor del medioambiente y en contra del cambio climático, Watson también lucha por más espacios verdes en los lotes vacíos de Kingston, capital de Jamaica, donde vive. Estos son los lugares que ha escogido para las actividades de apicultura urbana que son tan necesarias para la sustentabilidad ambiental a largo plazo. Una colmena promedio alberga a 30 000 abejas.
Las abejas melíferas son tan variadas como interesantes. Sus coloración varía del negro predominante, el marrón tostado y hasta el amarillo, según la especie. La abeja negra europea, por ejemplo, es conocida por su irritabilidad, mientras que la abeja amarilla de Nueva Zelanda por ser muy dócil. Cada especie tiene diferentes características —fecundidad, recolección de néctar, longevidad— y un buen apicultor intentará criar cada una con un objetivo en mente.
Si se tiene en cuenta que una abeja reina puede aparearse hasta con una docena de zánganos, es lógico que puedan surgir diferentes combinaciones de colores. Esta es una de las razones por las que las abejas negras son menos comunes que las marrones en Jamaica. De cualquier manera, son criaturas fascinantes y su polinización las hace cruciales para nuestra supervivencia. Aquí podemos ver algunas de las abejas jamaicanas más comunes en acción.
Expertos apicultores de la zona explican que las abejas usan el agua para controlar la humedad y la temperatura, y también para diluir la miel para su consumo y el de sus larvas. Llevan el agua hasta sus colmenas, ya que deben mantener la temperatura y la humedad con precisión por el bienestar de la colonia. Es por eso que a veces se ven abejas aleteando en la entrada de la colmena: la evaporación baja la temperatura de sus ocupantes.
Los abejorros carpinteros hembra suelen ser de color negro y disfrutan las flores del árbol de moringa.
Esta particular abeja nativa, retratada mientras busca alimento en una flor de campanilla en una playa de Parotee, St. Elizabeth, es probable que sea del género Centris.
A pocos días del Día Mundial de las Abejas 2021, cada vez más personas de Jamaica —y del resto de las islas del Caribe que, como Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, son de las más afectadas por la crisis climática— están comenzando a entender lo cruciales que son las abejas para el ambiente y la sustentabilidad a largo plazo.