Ni boda, ni música en directo: Músicos macedonios protestan por reducción selectiva de restricciones por COVID-19

Músicos protestan frente al edificio del gobierno de la República de Macedonia del Norte en Skopje, el 4 de junio de 2021. Foto de Vasil Buraliev/VBU Music Registry, utilizada con autorización.

Este artículo la publicó originalmente VBU Music Registry. Esta traducción editada se reproduce en Global Voices con su amable autorización.

El 4 de junio, músicos macedonios celebraron una protesta frente al edificio del Gobierno de la República de Macedonia del Norte, para expresar su descontento por la forma «discriminatoria» en que se están relajando las medidas contra el COVID-19 del país. Las estrictas restricciones han impedido a muchos artistas ganarse la vida.

La protesta, organizada por la asociación Muzika Sega! (¡Música Ahora!), bloqueó el tráfico a mediodía en uno de los bulevares más concurridos del centro de la capital macedonia. Los representantes de un segmento descontento de la industria musical local llevaban brazaletes negros para declarar que la música macedonia está «muerta». Con dos minutos de silencio, los manifestantes hicieron un entierro simbólico de la música en vivo como forma de arte. Las nuevas medidas del Gobierno, anunciadas el 2 de junio, permiten tocar música en vivo en las bodas, pero no en otros entornos comerciales, como bares y discotecas.

Trajko Simonovski – Taci en la protesta del 4 de junio de 2021 en Skopje. Foto de Vasil Buraliev/Registro de Música de la UB, utilizada con autorización

Trajko Simonovski – Taci, bajista y presidente de Muzika Sega!, considera que la última flexibilización de las restricciones es «discriminatoria e insultante para la inteligencia de los músicos afectados». Explicó que estos intérpretes han perdido la paciencia y han tomado la calle en señal de protesta tras haber sido «arrojados a la calle» por no poder trabajar.

Según Simonovski, las autoridades solo han aceptado declarativa y parcialmente los pedidos de los músicos. Mientras que a algunos se les permite tocar en bodas, a los artistas que suelen actuar en bares, restaurantes, casas de té y cafés se les sigue impidiendo ejercer su derecho al trabajo, tan estigmatizado hoy en día como los leprosos en el pasado, afirma.

Durante las negociaciones con el Gobierno, Simonovski dijo que acordaron conjuntamente la necesidad de crear un registro de músicos para determinar cuántos se veían afectados por las restricciones a la música en vivo. Dice que después de que Muzika Sega! recopiló esa lista, las autoridades no respondieron.

Los manifestantes se quejaron de que las autoridades no han explicado por qué han permitido la música en directo, primero en espectáculos al aire libre en mayo de 2020, luego en grandes salas de conciertos ese verano, y recientemente en bodas de hasta cien invitados, pero siguen prohibiendo los actos en directo a pequeña escala en discotecas y bares. El nuevo conjunto de medidas del Gobierno, que incluye subvenciones para los músicos sin trabajo, utiliza el término «músicos con licencia», aunque no existe esa categoría legal en Macedonia del Norte, ni una cámara de comercio que emita esas licencias.

John Ilija Apelgren

John Ilija Apelgren en la protesta del 4 de junio de 2021 en Skopje. Foto de Vasil Buraliev/VBU Music Registry, Usada con autorización.

El cantante de jazz John Ilija Apelgren es uno de los directamente afectados:

As an individual, independent artist I can make a living only through live performances. I have been forbidden to do my work without any valid reason, alongside my colleagues who don't sing, but play instruments or are DJing. They too can't exercise their  right to earn a living and feed their families.

Maybe we should have brought our families too, so they can tell the representatives of this white building behind me [the seat of the government] how they have been surviving, during these last 15 months without income. How can [people] pay tuition or rent when they don't have family members who are pensioners or employed in state administration?

Those who forbid us to work seem to have forgotten the musicians who are not employed by state institutions such as the Public Broadcasting Service, the philharmonic, national opera and ballet, or Tanec folk ensemble. Could the gentlemen from this white building try to live 15 months without their salaries? This policy will have long-term consequences. Some of our colleagues have already been selling their instruments.

Como artista individual e independiente, solo puedo ganarme la vida con actuaciones en directo. Me han prohibido hacer mi trabajo sin ninguna razón válida, con mis colegas que no cantan, pero tocan instrumentos o son DJ. Tampoco pueden ejercer su derecho a ganarse la vida y alimentar a su familia.

Quizá deberíamos haber traído también a nuestras familias, para que puedan contar a los representantes de este edificio blanco que está detrás de mí [la sede del Gobierno] cómo han estado sobreviviendo, durante estos últimos 15 meses sin ingresos. ¿Cómo se puede pagar la matrícula o el alquiler si no tienes familiares pensionistas o que trabajen en la administración del Estado?

Los que nos prohíben trabajar parecen haber olvidado a los músicos que no están empleados en instituciones estatales, como el Servicio Público de Radiodifusión, la filarmónica, la ópera y el ballet nacionales o el conjunto folclórico Tanec. ¿Podrían los señores de este edificio blanco intentar vivir 15 meses sin sus sueldo? Esta política tendrá consecuencias a largo plazo. Algunos de nuestros colegas ya han vendido sus instrumentos.

Poco después del inicio de la pandemia, el gobierno de la República de Macedonia del Norte decretó confinamientos, obligó a llevar mascarillas en interiores como (hasta el 3 de junio) en exteriores, y a respetar una distancia de dos metros, y aplicó restricciones a las reuniones, como en otros países.

Sin embargo, las normas establecían excepciones para restaurantes y bares. En estos locales, en interiores y en terrazas, solo los camareros estaban obligados a llevar mascarillas, y el distanciamiento físico era casi imposible de aplicar, ya que podían sentarse hasta cuatro personas en una mesa. Las medidas actualizadas permiten ahora que hasta seis clientes se sienten en la mesa de un restaurante.

Apelgren exigió una explicación de estas decisiones «ilógicas», incluida la discriminación de algunos tipos de músicos:

…како заклучиле дека музичар кој свири во локал е носител на зараза, или претпоставуваат дека вирусот патува по музичките вибрации. Она што е смешно е да луѓе кои брцаат во салата секој со својата вилушка во еден тањир немаат опасност да се заразат седејќи на маса, али ако диџеј таму во ќошот пушта музика тоа е итекако опасно.

¿Cómo han decidido que [solo] un músico que toca en un local es portador de la infección? ¿Suponen que el virus usa las ondas musicales para viajar? No tiene sentido considerar que un grupo de personas que meten todos sus tenedores en la misma ensaladera está a salvo de la infección cuando están sentados en la misma mesa, mientras que el DJ que toca la música desde una esquina se considera un peligro para la salud pública.

En la práctica, permitir la música en directo solo en bodas está provocando una brecha de género en la industria musical. Quienes tocan música folclórica, considerada esencial en esas celebraciones, están en una posición privilegiada, mientras que el resto de las prohibiciones afectan desproporcionadamente a los músicos que tocan rock, hip hop, jazz, blues o música tecno.

Al 6 de junio, el Gobierno de la República de Macedonia del Norte no había emitido una respuesta ni reaccionado a las demandas de los manifestantes.

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