Represión afecta mes del orgullo en Azerbaiyán

«LGBT» de stockcatalog (CC BY 2.0).

El Mes del Orgullo llegó a su fin, y hay un país que destaca por su pésimo historial de apoyo a la comunidad LGBTQ+. Azerbaiyán ocupa el último lugar en la clasificación más reciente del Mapa Arcoíris de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA) de Europa, precedido por Turquía, Armenia y Rusia que ocupan los puestos 48, 47, 46, respectivamente. La ILGA lleva estudiando a la comunidad LGBTQI+ en 49 países europeos desde 2009 a través de su Mapa e Índice Arcoíris.

El sitio web Meydan TV, página de noticias independiente que cubre Azerbaiyán, preparó un video en respuesta a esta clasificación:

En su informe, la ILGA describe con detalle los tipos de ataques y violaciones de derechos a los que se enfrenta la comunidad en Azerbaiyán. Por los comentarios homofóbicos, discursos de odio, ataques físicos y la falta de asistencia policial, muchos miembros de la comunidad LGBTQI+ no se sienten seguros, protegidos ni libres en Azerbaiyán.

Antes del Mes del Orgullo, hubo varios incidentes violentos contra miembros de la comunidad, según Minority Magazine, plataforma en línea que cubre diversos temas LGBTQI+ en el país. El informe de Minority Magazine cita a una de las víctimas, que fue agredida el 24 de junio, según cuenta el activista y defensor de los derechos LGBTQI+ Vahid Aliyev:

La mujer transgénero, que fue golpeada en un hotel hace unas semanas y luego expulsada de su apartamento enfrentó violencia hoy. Estamos tratando de obtener más información.

Según Aliyev, la víctima era una trabajadora sexual transgénero a quien el personal del hotel agredió por quejarse de un cliente que se negaba a pagarle y era grosero. Tras golpearla, el personal la echó. Cuando acudió a la Policía para presentar su denuncia, también ellos fueron groseros. No es la primera vez que a esta mujer la golpeaba un cliente, según informa Minority Magazine:

On June 8, a trans sex worker was beaten by a client in a hotel room in Chinarli hotel. The victim and her friend complained to the police and went to the Republican Hospital. According to them, doctors refused to accept the victim and sent her to Sabuncu hospital. They faced the same transphobic behaviour at Sabunchu hospital. An emergency worker at Sabunchu Hospital refused to treat the trans woman, hid and did not provide the MRI disc and diagnosis taken at the Neurosurgery Hospital. Only two days after the incident, MRI results were obtained, which show that the victim's skull was injured and dented inward in the forehead part. Lawyer Jala Bayramova said that a complaint had been filed against health workers, but no action had been taken by the relevant agencies.

El 8 de junio, a una trabajadora sexual transgénero la golpeó un cliente en una habitación del hotel Chinarli. La víctima y su amiga denunciaron a la Policía y luego acudieron al Hospital Republicano. Según ellas, los médicos se negaron a aceptar a la víctima y la enviaron al hospital Sabuncu, donde se encontraron con el mismo trato transfóbico. Un trabajador de urgencias del hospital se negó a atender a la mujer, escondió y no entregó el disco de la resonancia magnética ni el diagnóstico tomado en el hospital de neurocirugía. Dos días después del incidente se obtuvieron los resultados de la resonancia magnética, que muestran que el cráneo de la víctima tenía una herida y una hendidura en la parte de la frente. La abogada Jala Bayramova dijo que se había presentado una denuncia contra el personal sanitario, pero que los organismos competentes no habían tomado ninguna medida.

Si bien la homosexualidad es legal en Azerbaiyán, el trabajo sexual es ilegal. En los últimos años, el Gobierno intensificó sus esfuerzos para reprimir a los miembros de la comunidad LGBTQI+. En 2017, la Policía detuvo al menos a 87 personas por ser homosexuales. «Los detenidos fueron torturados y chantajeados, y les dijeron que no podían pasear por las calles céntricas de Bakú», informó Meydan TV. En el momento de las detenciones, el Ministerio de Interior insistió en que las «redadas eran para combatir la prostitución y no contra las minorías sexuales», según un comunicado de prensa publicado por el propio ministerio. Ese mismo año, se suicidaron al menos cuatro miembros de la comunidad.

Un año después, Meydan TV habló con algunos miembros de la comunidad detenidos en 2017:

En 2018, el periódico israelí Haaretz informó que el Gobierno azerbaiyano estaba utilizando el equipo y el sistema de vigilancia de la empresa israelí Verint Systems para identificar la orientación sexual de los ciudadanos a través de Facebook. En una entrevista con el periódico, a un exempleado que viajó a Azerbaiyán para formar al cliente le preguntaron cómo utilizar el sistema para «verificar las inclinaciones sexuales vía Facebook».

En 2019, hubo diversas detenciones LGBTQI+, cuya mayoría eran trabajadoras sexuales transgénero que fueron antes abordadas y luego detenidas, según informan Meydan TV y Minority Magazine.

En marzo de 2021, Minority Magazine informó que un nuevo movimiento autodenominado «Sangre Pura», que se movilizaba a través de Telegram, tenía como objetivo los miembros de la comunidad LGBTQI+ en Azerbaiyán.

En 2014, la comunidad LGBTQI+ de Azerbaiyán se vio sacudida después del suicidio Isa Shakhmarli, de 20 años, presidente de la organización «LGBT Libre». Su última publicación en Facebook decía: «Me voy. Este país, este mundo, no es para mí. Voy a ser feliz. 59 Islam Safarli Str. Dejo la puerta abierta. Díganle a mi madre que la quiero. Todos tienen la culpa de mi muerte. Este mundo no es lo suficientemente fuerte para mis colores. Adiós». Desde la muerte de Shakhmarli, la comunidad LGBTQI+ azerbaiyana eligió el 22 de enero como el día para luchar contra el odio homofóbico.

La reciente oleada de ataques se suma a un periodo ya difícil para los miembros de la comunidad. Las restricciones impuestas por COVID-19 presionaron a una comunidad ya marginada, escribió Gulnur Kazimova para IWPR. Las personas transgénero suelen tener dificultades para encontrar trabajo, lo que les dificulta pagar un alquiler. Las estrictas normas de cuarentena dejaron a las personas LGBTQI+ especialmente vulnerables a la violencia por parte de sus familiares. En junio, al menos una mujer transgénero fue asesinada a puñaladas [advertencia gráfica] en su apartamento, donde la hallaron muerta.

En una declaración publicada en 2019, Freedom House dijo: «Atacar a los ciudadanos más vulnerables del país es una herramienta de los esfuerzos del régimen para mantener el control sobre la sociedad en general». Dos años después, los continuos ataques no han disminuido, lo que hace que la mayoría de los miembros de la comunidad sigan viviendo con miedo. Esto y la falta de apoyo de la sociedad civil en general no hacen más que marginar y deshumanizar a los miembros de la comunidad LGBTQI+. En su último artículo de opinión para OC Media, Vahid Aluyev reflexiona sobre este tema:

Unfortunately, we live in a region where conservative socio-cultural and political understandings contribute to a culture, or perhaps more accurately, a spiral, of silence. It is a region, in which many people remain quiet in the face of extraordinary moral issues when there’s a belief that their opinions or point of views are in the minority. As a result, what is publicly understood to be the prevalent opinion remains entrenched, and the suffering of queer communities continues.

Lamentablemente, vivimos en una región donde las concepciones socioculturales y políticas conservadoras contribuyen a una cultura, o quizás más exactamente, a una espiral, de silencio. Esta es un región en la que muchos callan ante cuestiones morales extraordinarias cuando creen que sus opiniones o puntos de vista son minoritarios. Como resultado, lo que se entiende públicamente como la opinión predominante sigue arraigada, y el sufrimiento de las comunidades gais continúa.

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