El 25 de julio, el equipo de voleibol femenino de Turquía, conocido como » Sultanas de la Red», venció a China 3–0 durante un partido olímpico en Tokio. Fue una victoria digna de celebrar: China ha ganado previamente seis medallas olímpicas en voleibol femenino, incluidas tres de oro. Pero mientras muchos elogiaron al equipo turco, cuyo próximo partido será contra Italia, otros enfrentan una reacción violenta por criticar a las jugadoras por su supuesta decencia.
İhsan Şenocak, fundador del asociación religiosa turca Centro de Investigación Intelectual y Científica (IFAM, por su nombre en inglés), se ha vuelto viral tras criticar la decencia de las jugadoras. El tuit en el que critica al equipo y discute el lugar de la mujer en el islam, provocó una reacción violenta en línea y revitalizó las discusiones sobre los derechos de las mujeres y el secularismo en Turquía.
İSLAMIN KIZI!
Sen OYUN ALANLARININ değil, imanın, iffetin, ahlakın, hayanın, edebin SUTANISIN; SEN «burnunu göstermekten utanan» ANALARIN EVLADISIN. Ekranlara ve sakallı ağabeylerinin popüler kültürün kurbanlarına «sultan» demesine aldanmayasın! Umudumuz da, duamız da SENSİN!— İhsan Şenocak (@ihsansenocak) July 25, 2021
¡Las hijas del islam! Ustedes no son las sultanas de las canchas de juego. Son sultanas de la fe, la castidad, la moral, el recato y la decencia. Son las hijas que se avergüenzan de mostrar la nariz. No se dejen engañar ni convertir en presas de las pantallas y de la cultura popular de los hermanos barbudos que las llaman sultanas. Son nuestra esperanza y nuestra oración.
La respuesta a este tuitt entre los usuarios turcos de Twitter fue abrumadora:
Apaçık cehalet ve yobazlığı, farklı görüş zannediyorlar. Değil… pic.twitter.com/7h7658bftU
— can gurses (@canitti) July 25, 2021
¡Las hijas del islam! Ustedes no son las sultanas de las canchas de juego. Son sultanas de la fe, la castidad, la moral, el recato y la decencia. Son las hijas que se avergüenzan de mostrar la nariz. No se dejen engañar ni convertir en presas de las pantallas y de la cultura popular de los hermanos barbudos que las llaman sultanas. Son nuestra esperanza y nuestra oración.
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Piensan que la ignorancia abierta y la intolerancia se trata de tener una visión diferente. Pero no es así.
İki resim arasındaki medeniyet farkını buraya bırakıyorum :) #FileninSultanları ❤️ pic.twitter.com/pCWeJdfx1M
— Periyodik Neşriyat ♚ (@ugur_yumuk_) July 25, 2021
¡Las hijas del islam! Ustedes no son las sultanas de las canchas de juego. Son sultanas de la fe, la castidad, la moral, el recato y la decencia. Son las hijas que se avergüenzan de mostrar la nariz. No se dejen engañar ni convertir en presas de las pantallas y de la cultura popular de los hermanos barbudos que las llaman sultanas. Son nuestra esperanza y nuestra oración.
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Dejo aquí la diferencia cultural entre estas dos imágenes.
❤️
KADIN voleybol takımımız! İslamın Kızları filan diye git doğrudan bir konuş istersen @ihsansenocak, bak bakalım kafaya kaç smaç yiyeceksin? Bu arada, kimsin ki sen? O da ayrı mesele. pic.twitter.com/H9j8K7w7yP
— Banu Guven (@banuguven) July 26, 2021
¡Nuestro equipo de voleibol femenino! ¿Por qué no te preguntas a ti mismo, Ihsan Senocak sobre las hijas del Islam? ¿Veamos cuántos golpes te meterás en la cabeza? Por cierto, ¿quién crees que eres? Esa es una pregunta completamente diferente.
Las reacciones al tuitt de Şenocak llevaron al usuario a publicar otro tuit en el que afirmaba «que no había nada ofensivo» en su tuit anterior y que era «simplemente un llamado sobre lo que una mujer debería y no debería ser en el islam».
En 2019, Şenocak pronunció un sermón en el que, según se informa, dijo, «hijas, esposas, que usan pantalones, van a la universidad, y se arreglan las cejas, terminarán en el infierno».
Esta no es la primera vez que las sultanas están bajo el escrutinio de conservadores, predominantemente masculinos. En enero de 2020, Birol Şahin, miembro del Partido Nacional del Pueblo (MHP), fue retirado de las filas del partido después de acusar a las integrantes del equipo de indecentes. Después de la victoria contra Alemania que aseguró al equipo el derecho a asistir a los Juegos Olímpicos, Şahin dijo «Al desafiar la orden de Dios de cubrir las líneas de su cuerpo, se visten de manera indecente, se exponen y se alegran porque van a Tokio».
La división entre conservadores y laicos acérrimos de Turquía es un punto de tensión constante. En 2014, el presidente Erdogan acusó a las feministas de no entender la maternidad. En una cumbre de Estambul, el presidente habría dicho: «Algunas personas pueden entender esto, pero otras no. No se puede explicar esto a las feministas porque no aceptan el concepto de maternidad».
En junio del 2021, el gobierno del oficialista Partido Justicia y Desarrollo, se retiró de la Convención de Estambul, doctrina que protege a las mujeres del abuso doméstico y la agresión sexual. En un artículo para Al-Monito, la periodista Pinar Tremblay acusó a los conservadores de afirmar que defienden la feminidad, pero también de convertir a las mujeres en trofeos.
The state’s patriarchal Islamist ideology has made women’s bodies vulnerable. In its logic, women are the property of men. Each political conflict is seen as a battle. When the battle is over, the winner can have the loot, including the women and girls. For example, after the July 15 attempted coup, pro-AKP social media posts claimed that the “wives of putschists are our trophies.” During the referendum of 2017, an employee of Istanbul Municipality posted on social media that it was war, and when those who oppose the presidential system lose the referendum, “we can have their daughters and wives.»
La ideología islamista patriarcal del Estado ha hecho vulnerables los cuerpos de las mujeres. En su lógica, las mujeres son propiedad de los hombres. Cada conflicto político se ve como una batalla. Cuando termina la batalla, el ganador puede quedarse con el botín, incluidas mujeres y niñas. Por ejemplo, después del intento de golpe del 15 de julio, las publicaciones en las redes sociales a favor del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) afirmaron que las “esposas de los golpistas son nuestros trofeos”. Durante el referéndum de 2017, un empleado de la Municipalidad de Estambul publicó en las redes sociales que era una guerra, y cuando los que se oponen al sistema presidencial pierdan el referéndum, “podremos tener a sus hijas y esposas«.