Captura de pantalla del video de Bloomberg Quick Take [1].
Este artículo fue publicado originalmente [2] por OC Media. Reproducimos una versión editada en virtud de un acuerdo de asociación de contenidos.
El martes 7 de julio, varios miles de personas, entre activistas y partidarios de los derechos homosexuales así como líderes de la oposición, se reunieron frente al Parlamento en Tiflis, capital de Georgia, para protestar por la violenta represión [3] de una Marcha del Orgullo organizada el día antes.
La Marcha del Orgullo, prevista para el lunes 6 de julio, fue suspendida después de que turbas de manifestantes homofóbicos y violentos salieron a la calle tras los llamados de la Iglesia ortodoxa georgiana. Al menos 53 periodistas fueron atacados durante el conflicto. Al parecer, al día siguiente se produjeron ataques similares.
Durante la protesta del martes 7 de julio, que estuvo protegida por la Policía, los miembros de la comunidad homosexual de Georgia y del Orgullo de Tiflis desplegaron banderas del arcoíris junto a una cruz metálica erigida ilegalmente frente al Parlamento el día anterior.
Inicialmente, la Policía aseguró el espacio frente al Parlamento donde se reunieron los activistas en una protesta silenciosa, mientras que los manifestantes homofóbicos se reunieron frente a la iglesia Kashveti, situada frente al Parlamento.
Poco después, esos últimos irrumpieron y asediaron a los manifestantes conta la violencia por tres lados, e intentaron romper repetidamente las líneas policiales. Algunos lanzaron huevos o botellas de plástico llenas de arena, lo que provocó detenciones.
Otra vez, la Policía se abstuvo de utilizar armas antidisturbios, como cañones de agua, que se utilizan con frecuencia contra las manifestaciones antigubernamentales no violentas o menos violentas, incluso durante la pandemia de coronavirus y cuando hace frío.
Tras varias horas, la Policía desalojó el área frente al Parlamento y escoltó a la multitud, y permitió que las turbas de extrema derecha recuperara el espacio. Luego, el grupo arrancó la bandera de la Unión Europea que cuelga frente al Parlamento y le prendieron fuego. Los manifestantes también habían retirado la bandera el día anterior.
El Ministerio de Interior dijo [4] que había detenido a cien personas a lo largo de la noche, y que liberaron a 68 poco después.
A la manifestación contra la violencia acudieron varios grupos de la oposición, como el Partido Libertario Girchi-Más Libertad, Georgia Europea y Lelo.
Alarma de seguridad fuera de la televisora Pirveli
Grupos discriminatorios, como Guram Palavandishvili, que lidera la Sociedad para la Protección de los Derechos de los Niños, se mostraron agresivos con los periodistas durante toda la noche. Palavandishvili es un abierto crítico [5] de los grupos y manifestaciones LGBT. Fue detenido [6] en 2019 durante una protesta similar.
Durante el enfrentamiento, los contramanifestantes atacaron a un equipo de televisión de Formula, y uno intentó cortar un cable para evitar que la emisora transmitiera.
El propio Palavandishvili amenazó a la directora de OC Media, Mariam Nikuradze, y le dijo que «habrá muertos entre ustedes».
Otro hombre no identificado amenazó [7] con «romperle» la cámara de Nikuradze «en la cabeza».
Poco antes de que empezara la manifestación rival, un grupo de hombres atacó al operador de una cámara que trabajaba para Palitranews frente al Parlamento, lo que provocó las primeras detenciones del día.
La televisora privada independiente Pirveli, tres de cuyos periodistas resultaron heridos el lunes, informó de una masiva movilización policial ante sus oficinas en la madrugada del miércoles.
El programa de noticias de Pirveli mencionó informes de los servicios de seguridad georgiano que indicaban que varios grupos planeaban manifestar frente las oficinas del canal.
Pirveli, al igual que Formula y Mtavari, han apoyado los derechos de los homosexuales georgianos y han criticado [8] al Gobierno por su respuesta a los recientes delitos de odio.
La mañana del miércoles 7, el Ministerio de Interior informó de otras cuatro detenciones por obstrucción del trabajo periodístico y violencia colectiva contra empleados de los canales de televisión Pirveli y Mtavari dos días antes. La jornada no tuvo precedentes en cuanto a la magnitud de la violencia ejercida contra los profesionales de los medios de comunicación cuando intentaban cubrir las manifestaciones contra el Orgullo.