Aumenta violencia de género en México. ¿Cómo la perciben los mexicanos?

Imagen inspirada en el rendimiento de protesta liderada por Elina Chauvet en Ciudad de México, en la que se usaron zapatos rojos para representar la ausencia de mujeres. Ilustración: Giovana Fleck/Global Voices.

En México, los feminicidios aumentaron en 137 % entre 2015 y 2020; el Gobierno a seguimiento formal feminicidio como delitos específicos en 2012. El sistema de justicia de México sigue lamentablemente ineficaz, pues solo en 27 % de los homicidios se investigan y solo el 4 % de casos de feminicidio van a juicio.

El asesinato de mujeres por su género es un problema crucial para la salud de la mujer en el país. Global Voices echó un vistazo más profundo para entender cómo se percibe en México la violencia contra la mujer y la respuesta del Gobierno.

Entre el 24 y 26 de junio, llevamos a cabo una encuesta de opinión pública a nivel nacional a 625 mexicanos representativos de género, edad y filiación partidaria de la población nacional. Nuestra investigación confirma que la mayoría de mexicanos están alarmados por la violencia contra la mujer y que muchos siguen insatisfechos con el enfoque del presidente Andrés Manuel López Obrador para resolver estos problemas.

Hicimos dos preguntas, “¿Qué tanto te preocupan los crímenes contra la mujer en México?” y “¿Cómo evaluarías las acciones del gobierno de López Obrador en relación con los crímenes contra la mujer ?”. Descubrimos que la mayoría de encuestados mexicanos, independientemente de su filiación partidaria, género o edad estaban moderada o extremadamente preocupados por los crímenes cometidos contra la mujer en su país.

¿Cuánto te preocupan los crímenes contra la mujer en México?

Las mujeres son apenas ligeramente más propensas a declarar que están preocupadas (83.86 % contra 81.43 %). Los encuestados entre 18 y 24 años fueron los menos preocupados (68,68 % respondió estar «moderadamente» o «extremadamente» preocupado, frente a más del 80 % de los demás grupos de edad).

La preocupación osciló entre el 76,2 % de los partidarios del Partido del Trabajo (PT) y el 88,5 % de los partidarios del Partido Acción Nacional (PAN).

Sin embargo, cuando se les pidió que evaluaran la respuesta dl gobierno de López Obrador a los delitos contra la mujer, los encuestados que se identificaron como miembros del partido MORENA de López Obrador fueron significativamente más propensos a tener opiniones algo positivas o muy positivas (43,37 %) que los que estaban afiliados a otros partidos políticos, Los partidarios del PAN son quienes menos apoyaron, con un 7,5 %. En general, solo el 27,04 % de los encuestados tenía opiniones positivas sobre los esfuerzos de la administración.

¿Cómo evalúas las acciones del gobierno de López Obrador con referencia a los crímenes contra la mujer?

El partido MORENA de López Obrador ha mantenido la mayoría legislativa, a pesar de que la violencia afectó las elecciones de junio con el asesinato de 34 candidatos políticos antes de los comicios. Las candidatas se han convertido cada vez más en víctimas de violencia política. A pesar de que el Gobierno ha reconocido públicamente el problema, su camino para combatir el feminicidio sigue siendo menos claro.

En marzo, en el Día Internacional de la Mujer, más de 20 000 mexicanos se reunieron en Ciudad de México para protestar por el apoyo del presidente López Obrador a Félix Salgado Macedonio. En aquel momento, Salgado era candidato a gobernador del estado de Guerrero, al suroeste de México, pese a la acusación de haber violado a varias mujeres. Ante las críticas por su apoyo a Salgado y su desprecio por los delitos de género, López Obrador desvió las críticas hacia la administración y hacia la «decadencia del neoliberalismo» y otras supuestas causas de la violencia de género.

En febrero, el presidente López Obrador dijo muy poco al feminicidio de Fátima Cecilia, de siete años, y no usó el término feminicidio en su muerte, y más bien culpó a la descomposición social por el aumento de los feminicidios.

Asimismo, los medios idealizaron los casos de feminicidio y violencia doméstica contra mujeres, en lugar de responsabilizar al Gobierno mexicano por su inacción. El brutal asesinato y despellejamiento de Ingrid Escamilla a manos de su pareja en febrero fue publicitado por los medios que se refirieron a su muerte como culpa de Cupido, es decir, del amor. Romantizar el feminicidio y la violencia contra la mujer solo refuerza la cultura machista tóxica en México, según las escritoras feministas mexicanas.

Además, Naciones Unidas Mujeres destaca las dificultades para recopilar datos fiables sobre los feminicidios. México no tiene infraestructura ni herramientas para diferenciar los tipos de violencia contra la mujer, lo que resulta en el subregistro de feminicidios.

Las mujeres de menor nivel socioeconómico siguen siendo desproporcionadamente vulnerables a delitos de género, y los feminicidios son más frecuentes entre las poblaciones indígenas de México. La pandemia solo ha empeorado la situación, y obligado a 23 millones de mujeres a caer en la pobreza. Los índices de violencia doméstica también han aumentado.

Las familias de las víctimas, en particular las madres de las víctimas, han recibido repetidamente de las autoridades la afirmación de que son en parte responsables de la violencia contra mujeres y niñas. Por ejemplo, si la madre de una víctima trabajaba cuando era una niña, entonces no pasaba suficiente tiempo con su hija. Por el contrario, si se quedaba en casa para cuidar de su familia, entonces mimaba a su hija.

A pesar de la preocupación generalizada por los delitos contra la mujer y el descontento con las respuestas del Gobierno, no está muy claro cómo acabar con la violencia..

Las ONG han ayudado a documentar casos de feminicidio y a ofrecer servicios de asesoría a los familiares de las víctimas. En el estado de Chihuahua, cuando se introdujeron los derechos de acusación privada en el marco legal estatal, los abogados pudieron litigar estratégicamente contra los autores de feminicidios, ayudado a dar a conocer estos delitos y a establecer nuevos precedentes legales. La presión internacional y nacional también ha hecho que México aplique políticas, como el aumento de las penas por violencia de género y la adhesión a la Convención sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. En 2020, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley para aumentar las penas por feminicidio.

Sin embargo, la variación de las normas legales para el feminicidio en los 32 estados de México y la frecuente falta de aplicación de las leyes existentes significa que es poco probable que los índices de violencia contra la mujer cambien sin presión adicional

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