El 13 de julio de 2021 en Afganistán, mataron al aclamado reportero gráfico indio Danish Siddiqui. Estaba en un misión en un convoy de las fuerzas de seguridad afganas y, según los informes, informaba del enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y el Talibán cerca de un cruce fronterizo con Pakistán. La muerte de Danish abrió una serie de emociones expresadas a través de fraternidades, desde respetuosos tributos a comentarios críticos de sus detractores.
El legado de Danish Siddiqui
Danish tenía una excelente carrera en periodismo, trabajó en televisión y con prestigiosas agencias de noticias de todo el mundo. Su lente captó una serie de sucesos e hizo que las historias cobraran vida por medio de vívidas fotografías. Desde conflictos políticas a innumerables luchas del pueblo, Danish inyectó un mundo de profundidad a su trabajo.
En su cuenta de Twiter, Danish publicó varias fotos que capturaban la misión de rescate de las fuerzas afganas en Kandahar.
THREAD.
Afghan Special Forces, the elite fighters are on various frontlines across the country. I tagged along with these young men for some missions. Here is what happened in Kandahar today while they were on a rescue mission after spending the whole night on a combat mission. pic.twitter.com/HMTbOOtDqN— Danish Siddiqui (@dansiddiqui) July 13, 2021
HILO:
Fuerzas especiales afganas, los combatientes de élite están en varios frentes en el país. Le seguí la pista a estos jóvenes en algunas misiones. Esto es lo que ocurrió hoy en Kandahar cuando estaban en una misión de rescate después de pasar toda la noche en una misión de combate.
I could feel the tension in the air as ASF were expecting an imminent attack from the Taliban. There was sporadic machine gun fire but all hell broke loose as the Humvees reached the extraction point. pic.twitter.com/TqnnqiuTUr
— Danish Siddiqui (@dansiddiqui) July 13, 2021
El objetivo era rescatar a un policía herido atrapado por insurgentes talibanes en las afueras de la ciudad de Kandahar las últimas 18 horas. El distrito en particular está en disputa entre el Gobierno y el Talibán.
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Podía sentir la tensión en el aire mientras las fuerzas de seguridad afganas esperaban un inminente ataque del Talibán. Hubo esporádico fuego de ametralladora, pero se desató el infierno cuando las camionetas llegaron al punto de extracción.
En 2018 ganó el premio Pulitzer en la categoría de fotografía, junto con otros colegas por documentar al estado de la comunidad rohinyá en Myanmar. Fue un hito en su carrera. El documental fue significativo de muchas maneras: ganó el Pulitzer, y también abrió una ventana que aumentó la visibilidad de la lucha de la comunidad rohinyá y su vida en campos de refugiados.
El acercamiento de Siddiqui a la fotografía fue temprano, con una cámara prestada en blanco y negro en un viaje escolar al Himalaya. Después de sus estudios de pregrado en Jamila Milia Islamia, una de las universidades más prestigiosas de Delhi, siguió con un máster en Comunicación de Masas del Centro de Investigación de la Comunicación en el mismo centro de estudios. Siguió encantado con la fotografía a lo largo de sus estudios, y luego en su carrera en televisión.
El ángulo humano siempre fue grande en sus historias con fotos. Su perfil en Wider Image of Reuters dice: “Aunque me gusta cubrir noticias —desde empresas a política a deportes— lo que más disfruto es capturar el lado humano de una noticia de último minuto”.
Ya fueran las emociones en la cara de quienes veían una película de Bollywood en el cine Maratha de Bombay o las desalentadoras penurias de la comunidad rohinyá, la esencia ‘humana’ sin duda hablaba alto y fuerte en el trabajo de Siddiqui.
Su última misión en Afganistán lo llevó a un lugar donde la vida pende de un delicado hilo. La cuenta de Twitter de Siddiqui revela que no era ajeno a los peligros que conlleva ser reportero gráfico que trabaja con los militares. Sin embargo, esas dificultades no influyeron en las los fascinantes reportajes fotográficos que produjo.
En línea lo recuerdan
Desde su muerte, los medios sociales se han visto inundados con obituarios y tributos a su trabajo, desde diplomáticos a colegas periodistas. En toda India, sus colegas le hicieron altares temporales con cámaras para rendir tributo al reportero gráfico fallecido.
La activista india Naina Raathore tuiteó:
Tribute to Danish Siddiqui
Trivandrum, Martyrs column, Palayam. #DanishSiddiqui pic.twitter.com/RS9RtNlOXP
— Naina R. #MakeIslamophobiaACrime?✊ (@NainaRaathore) July 17, 2021
Tributo a Danish Siddiqui.
Trivandrum, columna de los mártires, Palayam.
Farid Mamundzay, embajador de Afganistán en India, tuiteo:
Deeply disturbed by the sad news of the killing of a friend, Danish Seddiqi in Kandahar last night. The Indian Journalist & winner of Pulitzer Prize was embedded with Afghan security forces. I met him 2 weeks ago before his departure to Kabul. Condolences to his family & Reuters. pic.twitter.com/sGlsKHHein
— Farid Mamundzay फरीद मामुन्दजई فرید ماموندزی (@FMamundzay) July 16, 2021
Conmocionado por la triste noticia de la muerte de un amigo, Danish Seddiqi, en Kandahar anoche. El periodista indio ganador del premio Pulitzer trabajó con las fuerzas de seguridad afganas. Lo conocí hace dos semanas antes de partir a Kabul. Condolencias a su familia y a Reuters
Hasta después de muerto lo trolean
Una voz que ha quedado notoriamente en silencio es la oficina del primer ministro de India. El destacado periodista Karan Thapar preguntó en un editorial en Hindustan Times: «Si el mundo sintió la necesidad de lamentar su muerte, ¿cómo es que su propio primer ministro no [dice nada]?».
De otro lado, se ha criticado a los llamados miembros de los medios Lutyen, conocidos por sus inclinaciones de izquierda, por no criticar las ideologías estadounidenses que supuestamente llevaron a un aumento de la violencia en Afganistán.
Ni muerto Danish se ha librado de la suciedad de los troles, algunos hasta cruzaron los límites de la compasión humana y celebraron su muerte, mientras otros cuestionaron a quienes lamentaron su muerte.
El periodista François Gautier, que vive en India y trabajó como corresponsal de varios diarios franceses, tuiteó:
#DanishSiddiqui death tragic, but he always put his Muslim identity before journalistic impartiality. His pro-Rohingya, anti-Hindu, hatred of @narendramodi well known. Lets not be hypocrites: whole media mourning him, but did they mourn 2 Hindu sadhus brutally murdered ?
— François Gautier (@fgautier26) July 16, 2021
Trágica muerte de Danish Siddiqui, pero siempre puso su identidad musulmana antes que su imparcialidad periodística. Su postura a favor de los rohinyá, contra los hindúes, su odio a Narendra Modi son bien conocidos. No seamos hipócritas: todos los medios lamentan su muerte, ¿pero lamentaron la muerte de dos sadhus hindués asesinados brutalmente?
El usuario «For a cleaner Coimbatore…சுத்தமிகு கோவைக்காக» preguntó:
So why is Danish being trolled ? Why is there an eruption of joy for someone s death ? Is that because he showed pics of your dismal attempt in covid and your heroes killing people and delhi or is it just because he is a muslim OR both ?? This is shameless , to say the least.
— For a cleaner Coimbatore…சுத்தமிகு கோவைக்காக ! (@CoimbatoreOf) July 18, 2021
¿Por qué trolean a Danish? ¿Por qué hay una erupción de alegría por la muerte de alguien? ¿Es porque mostró fotos de tu deplorable intento en el COVID y a tus héroes que matan gente y a Delhi o es porque es musulmán O ambos? Son sinvergüenzas, por decir lo menos.
Desde muertes selectivas a amenazas que los dejan en un peligroso estado de perturbación mental y temor por su vida, los periodistas en Afganistán enfrentan grandes peligros. La muerte de Danish Siddiqui en el fuego cruzado entre las fuerzas afganas y el Talibán es solo una de las muchas tragedias en la gran red de un asunto complejo con que lucha el país.