CARICOM se resiente por desaire de comunidad internacional en instalación de nuevo primer ministro de Haití

Claude Joseph, que entonces era ministro de Asuntos Exteriores y Culto de Haití, en reunión virtual extraordinaria del Consejo Permanente, 20 de mayo de 2020. Se ve retrato del expresidente Jovenel Moïse al fondo. Joseph ha dejado de ser primer ministro interino, lo que ha permitido a Ariel Henry jurar su cargo. Foto de OEA en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0).

Desde que asesinaron al presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio, su ex primer ministro interino, Claude Joseph, ha sido el líder de facto del país. Fue Joseph quien confirmó la muerte de Moïse y asumió una posición de liderazgo en un momento en que no estaba claro quién estaba al mando. Sin embargo, dos días antes de su asesinato, Moïse había nombrado a Ariel Henry como su séptimo primer ministro. Henry aún no había jurado su cargo cuando Moïse fue asesinado, pero en un anuncio del 20 de julio, fue presentado como nuevo primer ministro del país después de que Joseph confirmara que dejaría el cargo.

La medida se produce tras la presión que ejercieron el 17 de julio algunos diplomáticos internacionales -el autodenominado Grupo Central- para que Henry, como primer ministro «designado», forme un «gobierno consensuado e inclusivo». El grupo está formado por representantes de Brasil y Canadá, Francia, Alemania, España y otros miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas. Un llamado que no cayó bien en la Comunidad del Caribe (CARICOM), que Haití integra.

Al día siguiente, el 18 de julio, el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, dijo en su página de Facebook

This is not just about a snub for Joseph. The real snub and outright INSULT is the absence of even a mention (far less recognition in any form) of CARICOM. Haiti is a full MEMBER of CARICOM, its largest member, and this lack of recognition and involvement combined is an insult to all of us, coming from those who designate themselves the ‘Core Group’.

No se trata solo de un desaire para Joseph. El verdadero desaire y el insulto absoluto es que no haya mención (y mucho menos reconocimiento de cualquier forma) de CARICOM. Haití es MIEMBRO de pleno derecho de CARICOM, su mayor miembro, y esta falta de reconocimiento y participación combinada es un insulto para todos que viven de quienes se designan como «Grupo Central».

Continuó:

By our own actions of kowtowing and genuflecting to those who see us as unworthy and irrelevant, we have continuously contributed to our own demise.

We are either a respectable CARICOM or we are fawning vassals deserving of such disrespect.

I maintain, to my colleagues and brothers and sisters, that we might be small but ought never to accept being insignificant and inconsequential.

Con nuestras propias acciones de doblegamiento y genuflexión ante quienes nos consideran indignos e irrelevantes, hemos contribuido continuamente a nuestra propia desaparición.

O somos una CARICOM respetable o somos vasallos aduladores que merecen esa falta de respeto.

Ante mis colegas y hermanos, sostengo que podemos ser pequeños pero nunca debemos aceptar ser insignificantes ni inconsecuentes.

Otros líderes caribeños, como Gaston Browne, de Antigua y Barbuda, actual presidente de CARICOM, consideraron que se debía «tomar la iniciativa con el apoyo de la comunidad internacional para ayudar al pueblo haitiano a encontrar una solución autóctona».

La posición de CARICOM tuvo eco en los editoriales periodísticos y en las plataformas de las redes sociales. Tanto el periódico Trinidad Express como el diplomático regional sir Ronald Sanders sugirieron que CARICOM es una de las pocas organizaciones externas que suscitan confianza en el pueblo haitiano. El escritor y profesor universitario Amilcar Sanatan señaló en Facebook:

CARICOM has been monitoring the situation and we will see the extent to which the regional bloc can help, if that help is wanted at this time. What we don't want is further instability and more political violence.

CARICOM ha estado supervisando la situación y veremos hasta qué punto el bloque regional puede ayudar, si es que se quiere esa ayuda en este momento. Lo que no queremos es más inestabilidad y más violencia política.

Se cree que antes del asesinato de Moïse, CARICOM, preocupada por el malestar social y la inestabilidad política en Haití, había esperado mediar. Según el periodista regional Wesley Gibbings, aunque la dinámica entre ambos ha sido incómoda, «[la] credibilidad de CARICOM al atender el problema de un miembro de la familia no se puede ignorar en la elaboración de una resolución, aunque sea temporal». Continuó:

[…] while the prime minister is quite right about the ‘Core Group’s’ disrespect it is not entirely accurate to give the impression of Haiti’s wholesome engagement of the Caricom agenda. That country has absolutely not been a reliable ally on the troublesome question of Venezuela, among other foreign policy dilemmas [and] Haiti is also a ‘de jure’ but not ‘de facto’ participant in the CSME [CARICOM Single Market and Economy], and its nationals continue to require visas to enter a majority of Caricom countries […]

[…] aunque el primer ministro tiene mucha razón sobre la falta de respeto del «Grupo Central», no es del todo exacto dar la impresión de que Haití se compromete totalmente con la agenda de CARICOM. Ese país no ha sido un aliado fiable en la problemática cuestión de Venezuela, entre otros dilemas de política exterior [y] Haití es también un participante de jure pero no de facto en el CSME [Mercado y Economía Únicos de CARICOM], y sus ciudadanos siguen necesitando visas para entrar en la mayoría de los países de CARICOM […].

Tras la muerte de Moïse, la situación es aún más compleja. Aparte del hecho de que los haitianos en el extranjero tienen dificultades para separar la realidad de la ficción en lo que respecta al asesinato, el hecho es que la presidencia de Moïse fue tumultuosa, plagada de acusaciones de corrupción, descontento social y peticiones de renuncia. La agitación política del país hizo que Moïse gobernara por decreto durante más de un año antes de su muerte; Haití aún no ha celebrado elecciones legislativas.

En Facebook, la escritora jamaicana Annie Paul citó un extracto de un artículo de opinión publicado en The Haitian Times, en el que Garry Pierre-Pierre relacionaba el sistema de castas profundamente arraigado en Haití con sus problemas políticos, económicos y sociales. Mientras tanto, la oposición haitiana parece considerar a Henry como una continuación del tenso legado de Moïse, lo califica de marioneta de la comunidad internacional, aunque el propio Henry ha estado impulsando un programa de unidad.

El funeral de Estado de Jovenel Moïse se celebró el 23 de julio. Su esposa Martine, que resultó herida en el atentado y fue trasladada por vía aérea a Florida para recibir atención médica, ha regresado a casa para asistir al funeral. El asesinato está en investigación.

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