Continúa la cruzada contra los medios del partido Sueño Georgiano

Manifestantes contra el Orgullo amenazan a un reportero de OC Media. Foto de Mariam Nikuradze, OC Media. Utilizada con autorización.

Este artículo se publicó originalmente en OC Media. Se reproduce una versión editada se reproduce acá en virtud de un acuerdo para compartir contenido.

Desde el 5 de julio en Georgia, los periodistas independientes siguen enfrentando acoso y agresiones de los funcionarios del Gobierno, cuando se canceló una marcha del Orgullo en Tiflis tras los violentos disturbios de los grupos contra el Orgullo. El enfrentamiento más reciente es el de la reportera Ema Gogokhia, del canal de televisión independiente Mtavari, y la ministra de Cultura de Georgia, Tea Tsulukiani.

El 22 de julio, en la ceremonia de inauguración de un teatro municipal, Tsulukiani, que también es viceprimera ministra de Georgia, arrebató un micrófono de las manos de Gogokhia. Dijo que ella era la periodista, no Gogokhia, y dijo: «La señora Ema ya no es periodista, soy yo… el micrófono es mío». La ministra se negó a devolver el micrófono a la periodista y hasta pidió al público que la aplaudiera, según informa Civil.ge.

La ceremonia de inauguración fue organizada por la Fundación Cartu, fundada por Bidzina Ivanishvili, ex primer ministro de Georgia y fundador del partido gobernante Sueño Georgiano. A Tsulukiani se le conoce como una de los más antiguos aliados de Ivanishvili. Tras tomar el micrófono, la ministra se burló públicamente de Gogokhia.

Este episodio se produce pocas semanas después de que agredieron a 53 periodistas mientras cubrían la «Marcha por la Dignidad», el 5 de julio. Uno de los periodistas, Aleksandre Lashkarava, camarógrafo de Formula TV, que fue duramente golpeado durante los disturbios y murió en su casa varios días después. Horas después de la muerte de Lashkarava, las autoridades georgianas insinuaron infundadamente que podía haber muerto por una sobredosis de drogas, y no por la grave lesión en la cabeza que sufrió durante la paliza.

A pesar de numerosas críticas locales e internacionales, el partido Sueño Georgiano ha insistido en que la Policía hizo todo lo posible para defender a los periodistas.

Mensajes confusos

El alcalde de Tiflis, Kakha Kaladze, es actualmente la figura pública más popular del Gobierno de Georgia, según una reciente encuesta del Instituto Republicano Internacional. Kaladze se sumó a la retórica contra los medios.

En un discurso pronunciado el 20 de julio sobre su campaña de reelección como alcalde, Kaladze se refirió a los recientes actos de violencia. «Todos aquellos que el 5 de julio no perdonaron, golpearon y ejercieron la violencia, dañaron el progreso del país y nuestro futuro», dijo en referencia a los manifestantes contra el Orgullo.

Sin embargo, mientras condenaba la violencia, Kaladze también se refirió a los noticiarios de televisión georgiana como «violencia psicológica» que, a su juicio, era «igual de mala» que la violencia física de la turba homofóbica.

«Las autoridades georgianas deberían condenar de forma clara e inequívocamente los ataques a los miembros de la prensa. Enviar mensajes contradictorios suele poner a los periodistas en riesgo adicional», declaró Gulnoza Said a OC Media, coordinadora del programa de Europa y Asia Central del Comité para la Protección de los Periodistas.

«Las autoridades georgianas deben investigar las agresiones contra cada periodista y llevar a todos los autores ante la justicia», añadió. «Esperamos que se realice una investigación exhaustiva, transparente y rápida sobre la muerte de Aleksandre Lashkarava. La comunidad internacional está observando muy de cerca».

Hasta el momento, 28 personas han sido acusadas por presunta participación en los disturbios del 5 de julio, 24  por agredir a periodistas. Ningún organizador de la manifestación ha sido acusado, ni siquiera quienes fueron filmados llamando a la violencia.

«Deber constitucional»

Tras el funeral de Aleksandre Lashkarava, numerosos medios georgianos –como las televisoras Pirveli, Formula y Mtavari– exigieron la renuncia del primer ministro georgiano, Irakli Gharibashvili, y organizaron protestas contra el partido gobernante Sueño Georgiano, en las calle y dentro del Parlamento.

Durante las sesiones de preguntas y respuestas del primer ministro georgiano con los medios, los periodistas le han preguntado repetidamente: «¿Cuándo piensa renunciar?».

Nino Zuriashvili, periodista georgiano y director del proyecto de investigación Studio Monitori, admitió que el hecho de que los periodistas pidan la renuncia del Gobierno es realmente extraordinario, pero que no son tiempos ordinarios. Zuriashvili dijo a OC Media:

Knock at any newsroom today in Georgia and you’ll find one or two journalists with bruised faces or injured hands or legs. These wounds have not healed yet. I do believe that if not for July 5, Lekso [Aleksandre Lashkarava] would have been alive today.

Llama hoy a cualquier redacción de Georgia y encontrarás a uno o dos periodistas con la cara magullada o las manos o las piernas heridas. Estas heridas aún no han cicatrizado. Creo que si no fuera por el 5 de julio, Lekso [Aleksandre Lashkarava] estaría vivo.

En respuesta a las crecientes peticiones de renuncia del Gobierno por parte de los grupos de medios, los dirigentes de Sueño Georgiano han rechazado las afirmaciones de que gestionaron mal la seguridad pública durante la protesta, y también han iniciado un boicot a varias de las principales cadenas de noticias.

La oficina del primer ministro se negó a permitir que los periodistas de Mtavari, Formula y Pirveli cubrieran la visita de Gharibashvili el 17 de julio a las tropas georgianas y sus familias en un proyecto de viviendas militares en Tiflis, con el motivo de que los habían «cruzado la línea» y participado en política en lugar de dar a conocer las noticias.

Al día siguiente, a muchos periodistas que dijeron haber recibido acreditación para informar en el Parlamento, se les impidió entrar al lugar durante una audiencia parlamentaria. El Gobierno canceló la audiencia y culpó a la oposición.

El 20 de julio, Tornike Rizhvadze, presidente de la República Autónoma de Adjara (Georgia), exigió que los periodistas «se comportaran» si querían volver a tener acceso a las reuniones de su gabinete.

En declaraciones a OC Media, el veterano periodista Nino Zuriashvili señaló que las autoridades disponen de medios más que suficientes para responder las críticas, aunque las consideran injustas. Es más, Zuriashvili es de los primeros en admitir que los medios georgianos están polarizados y politizados.

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