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Biblioteca ucraniana se reinventa para una nueva era

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Library staff pose in front of the Borys Lavrenyov Regional Library for Youth. Photo courtesy of Rubryka and TOL. [1]

El personal posa frente a la Biblioteca Regional para Jóvenes Borys Lavrenyov. Foto cortesía de Rubryka y TOL [2].

Prácticamente todas las ciudades, pueblos y municipios de Ucrania cuentan con una biblioteca pública: son cerca de 15 000 en total para un país de 42 millones de habitantes. Y a pesar de que la mayoría tiene una biblioteca cerca, casi nadie advierte su presencia, especialmente porque acceden cada vez a más recursos en internet. Sin embargo, en la ciudad portuaria de Jersón, al sur de Ucrania, una premiada biblioteca está revirtiendo esa tendencia.

La Biblioteca Regional para Jóvenes Borys Lavrenyov logró dos importantes objetivos: cubrir las necesidades específicas de la comunidad local al convertirse en una plataforma pública, y reubicar a Jersón, ciudad de 290 000 habitantes, en el mapa cultural de Ucrania.

Desde sus orígenes modestos, la biblioteca se transformó en un centro juvenil plenamente operativo, y sigue atrayendo a personas mayores. Actualmente emplea a un equipo de 26 bibliotecarios. Sus visitantes pueden participar de clubes creativos, conocer a escritores de renombre, y recibir apoyo psicológico y legal. La biblioteca ofrece actividades educativas y recreativas a las escuelas para estimular el hábito de la lectura entre el alumnado, y también colabora con las universidades con actividades conjuntas para estudiantes. La cereza del pastel de estas actividades, inusuales para una pequeña biblioteca local, son los eventos culturales regionales de gran escala que organiza la biblioteca, que incluyen una ambiciosa feria de libros.

La biblioteca como espacio público

La mayoría de las bibliotecas de Ucrania solo almacenan libros, y algunas no han actualizado adecuadamente sus colecciones durante años. Por eso no son especialmente populares. A primera vista, la Biblioteca Lavrenyov (o Lavrenyovka, como la llaman afectuosamente su personal y sus visitantes locales) parece igual a todas. Fundada en 1980, se encuentra en un edificio de un solo piso en una zona residencial tranquila y un tanto alejada del centro de Jersón, en medio de edificios de nueve pisos y álamos muy altos. En la entrada, un mural de La noche estrellada de Van Gogh recibe a sus visitantes. Las paredes están cubiertas de pinturas de artistas de Jersón, y luego es casi como un cuento de hadas clásico eslavo: a la derecha, tienes esto (libros), y a la izquierda tienes esto otro (una clase magistral).

La directora de la biblioteca, Viktoria Lobzova, está en una pulcra y acogedora oficina con plantas de interior y un pequeño sillón para las visitas. De las paredes cuelgan fotografías del barrio circundante y, como era de esperarse, hay libros por todas partes. Viktoria explica que la transformación que los alejó de ser un simple depósito de libros se dio orgánica y gradualmente. Empezó en 2006, cuando el personal decidió enfatizar el trabajo con la juventud y propuso la idea de integrar un centro juvenil a las actividades habituales de la biblioteca.

Eso trajo consecuencias muy ventajosas. En 2017, Lavrenyovka obtuvo el tercer lugar [3] en el certamen Biblioteca del Año de la Asociación de Bibliotecas de Ucrania por sus actividades juveniles. Barabooka, portal ucraniano que promueve la lectura entre jóvenes, informa [4] que cada año, Lavrenyovka cubre la demanda de más de 12 000 lectores, una cifra muy saludable si se tiene en cuenta que la biblioteca nacional de Kiev, la capital, alcanza a unas 20 000 personas por año.

¿Qué hace falta para que una biblioteca se convierta en un centro juvenil? Fue todo un desafío organizar esas actividades tan variadas, especialmente porque el programa se amplió sin mayor financiación del Estado. Entre las actividades, hay un club infantil sobre temas relacionados con el arte y las artesanías. La subdirectora de la biblioteca, Tatiana Ihnatova, afirma que Lavrenyovka mantuvo su estructura existente, y cada sector decidió iniciar nuevas actividades según sus propias experiencias, intereses y deseos de trabajar sobre algunos rubros. Así se generaron los clubes, las iniciativas sobre la historia local y las participaciones en festivales, entre otras cosas. También fue clave la comunicación interna constante entre el personal de Lavrenyovka.

“Incluso durante la cuarentena de la pandemia, nos reuníamos varias veces por semana a través de Zoom”, dice Ihnatova.

Todo depende mucho de la proactividad, del entusiasmo y la predisposición del personal de la biblioteca para aprender cosas nuevas. No es nada fácil captar personal voluntario, innovar, adquirir nuevas habilidades (como la creación de contenidos para el sitio web [5] y las redes sociales), todo sin presupuesto adicional. Ihnatova afirma que lo que hace perseverar a todo el equipo es el interés personal y la retroalimentación positiva de sus visitantes.

No obstante, tanto Ihnatova como el resto del equipo reconocen que casi nada de lo que hay en el centro juvenil habría sido posible sin la ayuda del voluntariado. La mayoría son jóvenes entusiastas, “especialmente estudiantes que ganan experiencia y práctica”, asegura Ihnatova.

A pesar de la escasez de fondos, Olha, que se ocupa de las actividades infantiles de la biblioteca, se mantiene optimista: “Nos gusta, y también hay mucha curiosidad e interés. A los niños les encanta; les brillan los ojos. Eso es una gran motivación”.

En la medida en que Lavrenyovka agregaba programaciones, la bibliotecaria Iryna Taradymenko afirma que el personal se apoyaba en ayuda experta externa. Invitaron a profesionales en derecho y psicología del Departamento de Justicia regional de Jersón que trabajan con jóvenes; a la ONG para jóvenes New Generation; a la oficina de servicios psicológicos de la Universidad Estatal de Jersón, que brinda apoyo a estudiantes universitarios; y al organismo estatal Centro para la Creatividad Infantil y Juvenil. También colaboró durante años el cuerpo estudiantil universitario con supervisión de profesionales.

Un público diverso

La biblioteca logró diversificar su oferta lo suficiente como para encontrar público entre estudiantes de escuelas y de universidades de toda la ciudad de Jersón, y no solo de las escuelas cercanas, que es la norma para la mayoría de las bibliotecas.

Hanna Hennadiyivna, maestra de primaria de una escuela que trabaja estrechamente con la biblioteca, afirma que sus estudiantes están felices con las actividades de Lavrenyovka. “Dos veces por mes, visitamos la biblioteca o ellos nos visitan. Hacemos en conjunto labores manuales: Plantar árboles y flores, y aprender algo nuevo sobre esa actividad. Siempre me preguntan cuándo volvemos a la biblioteca”. Hennadiyivna también trabaja con estudiantes con necesidades especiales, como discapacidad motriz, y considera que esa atención y esas actividades resultan invaluables.

La biblioteca colabora estrechamente con las instituciones educativas en la región más amplia, como la Academia Naval, la Facultad de Economía y Leyes, y las universidades de Jersón, cuyo plantel estudiantil acude a la biblioteca para participar de charlas y eventos, como los debates jurídicos.

“Al principio de la cuarentena”, recuerda Ihnatova, “nos llamaron desde la Academia Naval para saber si teníamos algo preparado para hacer vía remota. Parece que los cadetes se aburrían sin nuestras actividades”.

Lavrenyovka llevó a cabo sesiones de capacitación sobre cómo superar y evitar conflictos familiares y escolares. Kateryna Hryhorivna, profesora de secundaria de Jersón, dijo que estos talleres frecuentes habían ayudado a reducir el acoso dentro de las aulas.

Nina Sorokina, directora de la ONG Familia Unida, asegura que las familias suelen visitar Lavrenyovka en busca de clubes y actividades relacionadas con las festividades.

It is very helpful for parents. They relax and communicate, and the children meanwhile have fun. This is a place not only for children, but also for parents. A real community is being created there.

Es un gran apoyo para padres. Se relajan y se comunican, y mientras tanto sus hijos se divierten. No es solo un lugar de entretenimiento infantil, también es para padres. Se está formando una verdadera comunidad.

Aún en situación de pandemia y cuarentena, el personal de la biblioteca no dejó que decayeran los clubes creativos. Por ejemplo, aparecían regularmente en la página web de Lavrenyovka clases virtuales e instrucciones para hacer artesanías dirigidas a visitantes jóvenes.

La biblioteca también cuenta con su mostrador turístico y ofrece paseos por la ciudad, actividad poco habitual, hasta única, para una biblioteca ucraniana. Larysa Baeva, bibliotecóloga y aficionada a la historia local, dirige los paseos una o dos veces por mes, por la modesta suma de 50 jrivnias por persona (cerca de 1,80 dólares estadounidenses). Antes de la pandemia, los paseos atraían grupos de hasta diez personas. Incluso transeúntes casuales se interesaban y solicitaban un paseo para ellos y para visitantes de otras ciudades. “Así que también les organizamos paseos”, dice la subdirectora Ihnatova entre risas.

Tetyana, ciudadana de Jersón que no quiso dar su nombre completo, elogió con entusiasmo la experiencia: “Una excursión muy interesante e instructiva sobre las calles más antiguas y atractivas de nuestra ciudad”. Iryna, otra participante, opinó igual: “Una excursión muy interesante, informativa y maravillosa sobre el pasado de nuestra ciudad. ¡Larysa Baeva, la guía, es inigualable! ¡Los chicos estaban encantados!”.

Vlad Samoilenko, funcionario del Ministerio de Infraestructura, también dirige una ONG de Kiev llamada Urban Crew, que promueve el desarrollo urbano saludable y la inclusión, y recibe con agrado la ampliación de la oferta de actividades de la biblioteca.

“No deberíamos ver las bibliotecas solo como lugares donde nos prestan libros o donde leemos”, afirma. “Hoy en día son espacios públicos. Este tipo de centros modernos son lugares donde convergen, aprenden y trabajan personas de distintas edades, principalmente estudiantes de escuelas, universidades o profesionales”.

Libros itinerantes

Con la convicción de que la lectura crea una generación joven proactiva y pensante, Lavrenyovka pone mucho esfuerzo en la organización de ferias de libros, actividad poco habitual para las bibliotecas del país. Con el apoyo de las autoridades locales, Descube tu libro tiene lugar en un poblado distinto de la región de Jersón cada año, y  Book Nicholas se convirtió en un festival anual de invierno en la ciudad de Jersón que se celebra el fin de semana más próximo al día de San. Nicolás.

Sin embargo, fue un proyecto puntual de Lavrenyovka el que atrajo más atención: el recorrido literario Bookwanderings [‘Libros itinerantes’]. Durante cinco meses en 2019, la biblioteca invitó a escritores contemporáneos de Ucrania a Jersón, con quienes organizó encuentros y presentaciones en la ciudad, y también se trasladaron a varias poblaciones de la región. Así, los niños de zonas más remotas pudieron participar de un evento cultural muy especial.

En total, se llevaron a cabo 29 encuentros con 17 escritores en diez puntos de la región, donde los salones de conferencias estaban repletos de estudiantes. Los intentos anteriores de traer escritores célebres de toda la región se frustraron por falta de fondos, pero esta vez la biblioteca obtuvo un subsidio de 293 315 jrivnias (10 750 dólares estadounidenses) de la Fundación Cultural de Ucrania, organismo gubernamental que promueve la cultura y las artes.

Iryna Kravets es directora de la biblioteca de Velyka Oleksandrivka, una de las ciudades rurales que integran el circuito de los libros itinerantes. Considera que esta iniciativa es muy valiosa para las zonas que suelen estar en la periferia de la vida cultural, y expresa:

We are not so spoiled by cultural entertainment: no exhibitions, no museums, no concerts. And it is very good when people here get the opportunity to communicate live with writers. Of course, there are always those who sit in the back rows and giggle, but so many students had that sparkle in their eyes! For them, those meetings were a breath of fresh air. It would be for the best if this project continues.

El mundo cultural no nos consiente mucho: no hay exposiciones ni museos ni conciertos. Y es bueno que la gente de aquí tenga la oportunidad de interactuar cara a cara con escritores. Claro que siempre están quienes se sientan atrás y echan risillas, ¡pero hay tantos estudiantes que tuvieron esa chispa en los ojos! Esos encuentros fueron como una brisa fresca. Lo mejor sería que este proyecto continuara.

La biblioteca invitó a escritores de toda Ucrania a través de Facebook, donde tienen cuentas activas y se interesan por promocionarse fuera de sus ciudades. Bookwanderings se promovió desde Facebook (la biblioteca ganó unos mil nuevos seguidores), y las actividades se transmitieron en vivo a través de las redes sociales, donde tuvieron más de 17 000 visualizaciones. También lograron captar el interés de los medios locales en sus actividades.

“Honestamente, no creí que los medios apoyarían tanto nuestro proyecto”, dice la bibliotecaria Taradymenko. “Gracias al Bookwanderings, nos dimos a conocer con los periodistas”, y ahora dan entrevistas con frecuencia en otros eventos culturales.

También agrega que muchas de las personas que participaron dicen haberse enterado del Bookwanderings por las redes sociales o por una reseña que les hicieron en la televisión o la radio.

La logística de un evento de tal magnitud no fue fácil, desde coordinar el traslado de escritores hasta buscar un reemplazo cuando alguien se enfermaba una semana antes de su presentación. Hubo que adquirir nuevas habilidades sobre la marcha, y la gestión de crisis se volvió parte de sus rutinas.

Los autores que participan de las actividades de la biblioteca promueven a Lavrenyovka y a Jersón como un polo cultural en sus redes sociales, y en el proceso, cambian la percepción de toda la región. Yaryna Katorozh, escritora de Lviv, participó en el Book Nicholas en 2017 y, desde entonces, volvió dos veces a Jersón, fascinada ante la energía que proyecta Lavrenyovka: “La biblioteca ya tiene un público muy leal”.

But we met some for the first time, which indicates good promotion. I have traveled to many cities in Ukraine and visited many libraries, and my impressions have been varied. So I can say that Lavrenyovka is one of those [places] where you can see that people work hard, creating an increasingly interesting and deeper cultural space in their library.

Pero hay personas a quienes vimos por primera vez, lo que indica que hubo buena promoción. He viajado a muchas ciudades de Ucrania y he visitado muchas bibliotecas, y mis impresiones son diversas. Por eso puedo decir que Lavrenyovka es uno de esos lugares donde ves que la gente trabaja mucho para crear un espacio cultural cada vez más profundo e interesante en su biblioteca.

Nada está garantizado

Hanna Paniuta, bibliotecaria de la ciudad ucraniana central de Poltava, afirma que el enfoque innovador y la oferta diversa de actividades de la Biblioteca Lavrenyov la han hecho muy conocida incluso fuera de la región de Jersón. “En Lavrenyovka, el personal ha creado un espacio cómodo y positivo con una atmósfera acogedora”, asegura.

Pocas bibliotecas logran eso, por diversas razones. Como señala Paniuta, la naturaleza regional de Lavrenyovka se traduce en un mayor presupuesto y un equipo de 40 personas: “En nuestra biblioteca, por ejemplo, solo tenemos cuatro profesionales en Bibliotecología. Celebrar un festival completo por nuestra cuenta está por encima de nuestras posibilidades”.

Aunque son admirables, muchas de las actividades de Lavrenyovka siguen pendiendo de un hilo, dependen de la pasión de una persona o de que continúen recibiendo una subvención para poder continuar, incluso para un programa tan exitoso como el de los libros itinerantes. En Ucrania, los Gobiernos locales financian y mantienen las bibliotecas, e incluso en polos regionales, estas asignaciones suelen ser minúsculas, tan solo 0,4 % de una típica partida presupuestaria local.

Eso resulta en salarios bajos para el personal, entre los más bajos del sector estatal, y en la realidad de que las bibliotecas casi nunca pueden darse el lujo de usar sus fondos para algo más que lo esencial. Para conseguir algún ingreso adicional, las bibliotecas podrían cobrar a por el uso de las computadoras, el acceso a internet o los servicios de fotocopias. En el caso de Lavrenyovka, el dinero adicional se hace con los paseos guiados y los programas infantiles de verano, además de los servicios de impresión y fotocopiado. Todo lo demás es gratuito.

También dependen mucho del voluntariado, y aunque el personal agradece la ayuda, no cualquier profesional puede o desea trabajar gratis aunque apoye con entusiasmo la misión de Lavrenyovka.

Aún con toda la innovación, la cantidad de visitantes fluctúa. Ihnatova explica: “La gente sigue su camino según sus necesidades. Alguien que necesita un libro o necesita trabajar en una computadora. Por eso queremos tener eventos masivos, para atraer a más personas”.

La pandemia cambió los planes de Lavrenyovka y la obligó a profundizar en las oportunidades en línea. El personal tenía que reforzar las publicaciones de contenidos para el disfrute de sus lectores mientras guardaban la distancia social, mantener los clubes funcionando virtualmente o crear presentaciones para estudiantes de escuelas y universidades de manera remota. En septiembre de 2020, la biblioteca también celebró su primer festival virtual, la edición de Descubre tu libro de 2020. Esto conllevó nuevos desafíos y exigió nuevas habilidades al personal, pero a la vez, abrió nuevas oportunidades. El formato virtual permitió alcanzar a gente que, de otra forma, no habría podido ir personalmente hasta Jersón para participar, y para que todos pudieran vivir la experiencia del festival de manera segura desde sus hogares.

Según observó el experto en urbanismo Vlad Samoilenko, para hacer que la gente vuelva a las bibliotecas, estas necesitan desarrollarse y adaptarse a las nuevas realidades. Necesitan cambiar para sobrevivir. Te adaptas o mueres: la evolución también rige para las bibliotecas.

La existencia de Lavrenyovka no es un milagro ni su personal son héroes. Su principio rector ha sido responder a las necesidades de la comunidad. La subdirectora Ihnatova cree que el secreto es prestar atención a lo que dice la gente, a lo que dicen sus colegas, a lo que se dice en las escuelas.

“Cuando escuchas”, dice Ihnatova, “las respuestas sobre qué debemos hacer llegan solas”.

Maryna Smahina es periodista, traductora y novelista ucraniana. Es la principal editora de Rubryka, primer sitio de noticias de Ucrania especializado en periodismo de soluciones. Este artículo se publicó originalmente [2] en Transitions Online. Una versión del artículo apareció originalmente en Rubryka [6]. Reproducido y traducido con autorización.