Presunto corte de pelo de muchacha rastafari deja a jamaicanos preguntándose si realmente están emancipados

Los rastafaris suelen decir que la bandera de Etiopia del tiempo de Haile Selassie es un símbolo de su fe. Foto de CJ en Flickr (CC BY 2.0).

Hay algunas dolorosas reliquias de la historia colonial de Jamaica —muchos relacionados con derechos humanos— que a los ciudadanos les gustaría pensar que han quedado atrás. Además de leyes anticuadas de la era colonial que siguen en los libros, hay una batalla contra actitudes anticuadas y discriminatorias, como lo muestra la relación históricamente complicada entre rastafaris y la fuerzas de seguridad de Jamaica.

Pese a los intentos de reparar y curar las heridas de pasadas injusticias, como la disculpa oficial del primer ministro, Andrew Holness, por los infames ataques de personal policial y militar en la comunidad rastafari de Coral Gardens en 1963, los jamaicanos se enfurecieron por otra forma de violencia contra la comunidad, cuando una muchacha afirmó que un policía le había cortado sus rastas en una estación de policía rural. Ocurrió el 22 de julio.

Nzinga King, estudiante de enfermería de 19 años, y su madre, Shirley McIntosh, dijeron que el policía había usado unas tijeras para cortar el pelo de King cuando estaba detenida en la estación de policía Four Paths, en la parroquia sureña de Clarendon. La sentenciaron a diez días de encierro por no usar mascarilla y por mostrar “conducta desordenada” durante un altercado con un policía. Cuatro días después, su madre pagó la multa y King quedó en libertad. Las afirmaciones llegaron pronto a los titulares y generaron una ola de indignación en los medios tradicionales y sociales.

Una indignante Carta al editor en Jamaica Gleaner hizo recordar el incidente de Coral Gardens:

Emancipation and Independence remain a scam, a fleeting illusion, as are constitutional and human rights. Queen Nzinga King, the liberation movement has begun in this another ‘Bad Friday’ Coral Gardens that is unearthed all over again…The curriculum at all educational and training institutions, including the security forces, must include teaching history and human rights.

La emancipación y la independencia siguen siendo una estafa, una fugaz ilusión, pues son derechos constitucionales y humanos. Reina Nzinga King, el movimiento de liberación comenzó en este otro ‘mal vienes’ de Coral Gardens que desenterró todo otra vez… El currículo en todas las instituciones educativas y de capacitación, incluidas las fuerzas de seguridad, deben incluir enseñar historia y derechos humanos.

Asunto bajo investigación

La oficina del comisionado policial respondió rápidamente, ofreció una investigación “justa y transparente”, y lo destacó en un comunicado de prensa el 2 de agosto:

The claims of Human Rights abuses made by the young woman and her mother are viewed by the High Command as very serious in nature and are, therefore, being treated as such. While investigations into the matter are ongoing, it must be stated categorically that the cutting of people’s hair — particularly that of Rastafarians — has NO place in the modern JCF [Jamaica Constabulary Force].

El Alto Comando considera que las afirmaciones de abusos de derechos humanos de la muchacha y su madre son de naturaleza muy seria, y se deben atender en ese sentido. Mientras las investigaciones de la materia están en curso, se debe afirmar categóricamente que cortar el pelo de la gente –sobre todo el de los rastafaris– NO tiene cabida en la fuerza policial de Jamaica.

La Comisión Independiente de Investigaciones (INDECOM), que indaga abusos de la Policía y el Ejército, señaló en una declaración del 3 de agosto:

INDECOM views the allegation, as expressed by the complainant in video footage, as a breach of rights as afforded to all citizens, under the Charter of Fundamental Rights and Freedoms.

Como señaló la demandante en el video, INDECOM considera la acusación como una violación de derechos de todos los ciudadanos, según el Estatuto de Derechos y Libertades Fundamentales.

La oficina del defensor público también está indagando al respecto:

Defensoría pública investiga acusación de que un policía cortó los rastas de una adolescente.
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La defensoría dice que ha iniciado la investigación de una queja de Nzinga King, rastafari de 19 años, a quien una policía le cortó el pelo contra su voluntad.

Medios sociales responden

En Twitter, hubo estallidos de furia y de solidaridad hacia King:

El Departamento de Policía enfrenta creciente presión por una posible demanda tras las afirmaciones de que una policía cortó el pelo a una rastafari de 19 años porque sus rastas presentaban riesgo de suicidio.
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Nuestro corazón está con Nzinga King hoy. Esperamos que el espíritu de la gran reina Nzinga de Angola la acompañe. Jamaica.
Supe que existe el informe de una investigación. Espero sinceramente que el Estado le haya dado consejería a esta muchacha.

Como la noticia del incidente se supo el fin de semana del Día de Emancipación, en Twitter un usuario sugirió que el concept de libertad sigue siendo elusivo:

Lo que la Policía de Jamaica le hizo a Nzinga King es muy vergonzoso y desagradable. No hay ninguna excusa. Pero debemos celebrar el Día de la Emancipación si seguimos atrapados.
?

La activista de la sociedad civil Carol Narcisse expresó:

Ella es Nzinga King, a quien Babilonia cortó los rastas. Sus derechos a la religión, a la libertad de expresión, etc. no significaron nada. Quédate en tu lugar, negro, ¿quién te crees que eres?

Enraizao en el colonialismo

Un grupo rastafari de Clarendon quiere que la policía, cuyo nombre aún no se ha revelado, sea apartada del servicio mientras se investiga el asunto. El líder del grupo, Ras Ivi Tafari, pidió:

How can Jamaica put up Bob Marley’s image to attract foreigners to the country when Rastas in Jamaica are being disenfranchised and disrespected? It looks like some of these police have that old trend in their mind that, when them see Rasta, them must think ‘trim and brutality’.

¿Cómo puede Jamaica poner en valor la imagen de Bob Marley para atraer a los extranjeros al país cuando a los rastas de Jamaica los están privando de sus derechos y se les falta al respeto? Parece que algunos de estos policías tienen en su mente esa vieja tendencia de que, cuando ven a un rasta, deben pensar en «cortes y violencia».

El 5 de agosto, en la víspera del Día de la Independencia de Jamaica, los rastafaris de Montego Bay organizaron una protesta callejera, mientras que Mercia Frazer, la madre de Mario Deane, que murió en 2014 tras una violenta paliza de la Policía, salió para apoyar a los rastafaris. El popular cantante de reggae Chronixx, también rastafari, visitó a King y a su familia tras el incidente. En un video publicado en su página de Instagram, Chronixx opinó que el comportamiento de la mujer policía tiene sus raíces en el colonialismo.

La idea de que se estaban violando los derechos religiosos de King –según se dice, dejó cfrecer su pelo desde la infancia– resonó en la reacción de la ministra de Cultura, Olivia «Babsy» Grange, que señaló que el crecimiento del pelo era una «práctica religiosa sagrada» para la fe rastafari, como parte de su «voto nazarí»:

Grange saluda la investigación del presunto corte de rastas de muchacha.

Para muchos jamaicanos, esto parecía ser un ejemplo más de la vigilancia al cabello negro. A lo largo de los años, ha habido conflictos frecuentes en relación con el pelo natural y los rastas; incluso se ha prohibido a los niños asistir a la escuela por el peinado que eligen, y algunos cibernautas no podían creer que siguiera ocurriendo:

Estamos en 2021. La Policía de Jamaica sigue cortando el pelo de los rastafaris. Hagan que esto tenga sentido.

Kristen Gyles, estudiante de posgrado de la Universidad de las Indias Occidentales, sugirió que esta tendencia ilustraba el rechazo de los jamaicanos a su propia identidad cultural:

The colonialised Jamaican mind is truly a force to be reckoned with. It has parents scolding their children for speaking patois, high schoolers stocking their book-less school bags with cake soap, and schools turning away students for wearing ‘chiney bumps’ [a Bantu knot-inspired hairstyle]. Unfortunately, we are still suffering the lingering effects of our enslavement, which seems to have crippled our sense of identity. This manifests itself in the disdain we have for that which characterises our heritage and culture.

Some time ago I remember overhearing a conversation between two men within a particular corporate space. One boldly told the other that his father told him from early that as his child, there are three types of people he should forget about ever becoming: 1) a thief; 2) a homosexual; and 3) a Rasta.

La mentalidad colonialista jamaicana es una fuerza a tener en cuenta. Hace que los padres regañen a sus hijos por hablar en patois, que los estudiantes de secundaria llenen sus mochilas sin libros con jabón y que las escuelas rechacen a los alumnos por llevar «chiney bumps» [un peinado inspirado en los nudos bantúes]. Desgraciadamente, seguimos sufriendo los efectos persistentes de nuestra esclavitud, que parece haber paralizado nuestro sentido de la identidad. Esto se manifiesta en el desprecio que tenemos por lo que caracteriza nuestra herencia y cultura.

Recuerdo que hace algún tiempo escuché una conversación entre dos hombres en un espacio corporativo particular. Uno le contaba al otro que su padre le había dicho desde pequeño que, siendo su hijo, había tres tipos de personas en las que debía convertirse nunca: 1) ladrón; 2) homosexual; y 3) rastafari.

Mientras tanto, algunos que dicen ser conocidos de King han refutado toda la historia, sostienen que ella misma se había cortado el pelo. Hasta la fecha, no se ha dado mucho crédito a esta versión.

Mientras el país espera los resultados de las investigaciones sobre el asunto, muchos se preguntan si –en palabras del héroe nacional de Jamaica, Marcus Garvey– están totalmente «emancipados de la esclavitud mental».

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