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Creadores de contenidos árabes usan redes sociales para hablar de sexo, sexualidad y salud reproductiva

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Egipto, Líbano, Marruecos, Palestina, Activismo digital, Educación, Juventud, Medios ciudadanos, Mujer y género, Salud, Panorama de las redes sociales

Captura de pantalla [1] de una publicación de Instagram de Niswa, una de muchas popuestas e medios sociales de eliminar el desconocimiento sexual.

En los últimos años, dado que los planes de estudios de educación sexual siguen siendo inalcanzables en la mayoría de los países árabes, varias mujeres árabes han asumido la tarea de brindar alternativas, con información relacionada con el sexo a través de las redes sociales a una juventud cada vez más curiosa.

Hasta ahora, Túnez [2] sigue siendo el único país árabe con un plan de estudios de educación sexual, introducido a través de un programa piloto [3] en el sistema escolar público en 2020. Líbano y Marruecos han tenido debates en torno a la inclusión de la educación sexual, y Líbano llegó a presentar un plan de estudios en 1995. Años más tarde, fue retirado tras las crecientes críticas de instituciones religiosas y políticas.

En el resto del mundo árabe, la educación sexual se circunscribe a los límites conservadores de las clases de religión y biología, se limitan a temas cuidadosamente seleccionados como la pubertad, el sistema reproductivo y las enfermedades de transmisión sexual. Mientras tanto, las conversaciones sobre la sexualidad, la fertilidad, el abuso sexual y el sexo seguro, o conceptos como el consentimiento y la diversidad de género se reducen a susurros entre los estudiantes en los pasillos de las escuelas, a menudo basados en contenidos en línea poco científicos o pornográficos, cuando no quedan completamente silenciados.

Hoy en día, organizaciones de la sociedad civil [4] y educadores independientes están llenando este vacío. Las redes sociales, que en su día ayudaron a millones de personas a romper los tabúes políticos en la región, están creando el espacio para educar a los jóvenes, realizar debates y romper el estigma en torno al sexo.

‘Trauma persistente’

Una de estas iniciativas es Niswa [5] («mujeres» en árabe), popular página de Instagram fundada por la saudita Zainab Alradhi. En respuestas por correo electrónico a Global Voices, Zainab dijo que inició Niswa por su propia experiencia de niña.

I grew up — like most girls in my generation — lacking body literacy. I had limited information about my body, menstrual cycle, and what it meant to be born in a female’s body.

Crecí -como la mayoría de las chicas de mi generación- sin conocimientos sobre el cuerpo. Tenía poca información sobre mi cuerpo, mi ciclo menstrual y lo que significaba nacer en un cuerpo de mujer.

Cuando leyó el libro «Cómo tomar las riendas de tu fertilidad [6]» recién pudo encontrar el vocabulario y la pasión para conectar con una parte importante de ella, de su cuerpo. A partir de entonces, se convirtió en educadora del conocimiento de la fertilidad. A través de su sitio web [7] y su página [5] de Instagram, que tiene casi 56 000 seguidores, ofrece cursos que enseñan salud reproductiva e imparten conocimiento de la fertilidad como un método de control de la natalidad, y también como herramienta de autoconocimiento.

‘Dañar a los protegidos’

Mauj («olas» en árabe) está dirigida por mujeres de Líbano, Arabia Saudí y Egipto. Creada hace menos de un año, la página de Instagram [8], centrada en el bienestar sexual y reproductivo, cuenta ya con más de 50 000 seguidores.

Mauj cree firmemente [9] en la importancia de incorporar la educación sexual en los programas escolares, incluidos debates sobre consentimiento, placer y orgasmo femenino. Según explicaron a Global Voices por correo electrónico, aunque la vida sexual de una persona suele ser asunto de muchas personas en las sociedades árabes, esto rara vez se traduce en un apoyo a la educación sexual, debido a la estructura patriarcal dominante en las sociedades árabes y a lo que se considera «inapropiado» o «socialmente inaceptable». Las consecuencias pueden ser graves.

If we continue to avoid these conversations and to treat sexual education like a taboo, we are, in fact, only harming those that we are trying to protect. We are doing girls a huge disservice by keeping them in the dark for too long, it leaves them unprepared for their relationships and can even make them more vulnerable to abuse.

Si seguimos evitando estas conversaciones y tratando la educación sexual como un tabú, en realidad solamente estamos perjudicando a quienes intentamos proteger. Estamos haciendo un gran daño a las niñas al mantenerlas en la oscuridad tanto tiempo, las deja sin preparación para sus relaciones y hasta puede volverlas más vulnerables a los abusos.

Nociones preconcebidas

Safa Tamish, de la organización palestina Muntada al Jensaneya (Foro de Sexualidad), en Haifa, dijo que había observado diversas opiniones con respecto a la educación sexual para niños y adolescentes. El rechazo a estos planes de estudio, dijo a Global Voices, suele provenir de nociones preconcebidas, como que «la educación sexual es importada de Occidente» o que «difundirá la inmoralidad y el desapego a los valores locales».

Para enfrentar esto, Muntada al Jensaneya desarrolló un enfoque centrado en las experiencias personales y la reflexión, en lugar de dar lecciones o charlas unilaterales. Safa explica que respetan las mentes y los valores de las personas, y que fomentan el pensamiento crítico y el debate. Si se enfrentan al escepticismo, los educadores sacan a relucir preguntas básicas que los niños hacen a sus padres, lo que hace que la discusión sea más cercana a los padres: «¿De dónde vengo?», «¿Cómo llega un niño a la barriga de su madre?», o preguntas de adolescentes confundidos sobre la diferencia entre menstruación y masturbación. Esto suele provocar un cambio en la actitud de la gente, que se muestra dispuesta a entablar conversaciones.

Captura de pantalla de la serie [10] «¿Por qué el animal?», de Muntada Al Jensaneya, cuyo objetivo es ayudar a los adultos a responder «de forma lógica, comprensible y sin avergonzarse» las preguntas sobre sexualidad de los niños, que suelen surgir de su observación de los animales que les rodean.

Los jóvenes siguen siendo el principal público objetivo de estas plataformas. Según el equipo de Mauj, la virginidad y el himen son los temas más consultados por su comunidad en línea, que consideran es el resultado de las normas sociales predominantes en torno a la virginidad de las mujeres en el mundo árabe. La curiosidad por el placer sexual, ya sea en solitario o en pareja, los mitos en torno al himen y la masturbación, el miedo al sexo, la imagen corporal [11] (en concreto, la forma, el tamaño y el color de la vulva) y las menstruaciones irregulares son también preguntas frecuentes. Las publicaciones que reciben más atención y reacciones tienden a ser las que desmienten los mitos [12], que desafían lo que el equipo de Mauj denomina «guiones culturales» y expectativas sobre lo que significa ser y comportarse como una mujer árabe.

Normalizar el lenguaje en torno a la sexualidad

Cuando hablan de sexo, sexualidad y órganos reproductores, los árabes suelen usar términos ingleses o la jerga de la calle [4]. Por eso, organizaciones de derechos civiles, educadores y activistas se centran en difundir, y a veces introducir, el vocabulario árabe necesario.

Aunque algunos pueden presumir de una carencia en el vocabulario necesario para hablar de sus cuerpos y su salud en árabe, algunos de los términos comúnmente usados también pueden perpetuar los estigmas en torno a los cuerpos o la sexualidad. Por ejemplo, el autoplacer o la masturbación se traducen en árabe como «hábito secreto», mientras que la corona vaginal o el himen se denominan membranas de virginidad, lo que proyecta la asociación de roles tan enfatizada que tiene en la cultura árabe. Por eso, el equipo de Mauj se ha preocupado de usar la terminología correcta en sus contenidos, en inglés y en árabe.

Zainab de Niswa dijo a Global Voices que había encontrado 30 palabras diferentes para describir la vulva en árabe, pero este vocabulario y los eufemismos asociados no bastan para crear conciencia. Por eso, inició una serie llamada «reclama tu término [13]«, para indicar el vocabulario correcto y fomentar su uso.

Limitaciones de medios sociales

Aunque Instagram ha sido el principal canal por el que Mauj y Niswa se relacionan con sus comunidades en línea de forma accesible y con un estilo de «entretenimiento educativo», como lo llama Zainab, la plataforma tiene sus defectos. Para Mauj, no es un espacio suficientemente seguro para las mujeres. El equipo lo explica:

We do our best to moderate engagement on the posts, but it is not a private setting — like a secret Facebook group — which would've allowed women to talk as openly as they wish.

Hacemos todo lo posible por moderar la participación en las publicaciones, pero no se trata de un entorno privado, como un grupo secreto de Facebook, que hubiera permitido a las mujeres hablar tan abiertamente como quisieran.

Zainab del grupo Niswa dice que su contenido de Instagram también enfrenta censura, lo que hace que sea una salida poco sostenible a largo plazo. A ella y a otros de su ámbito les han advertido que que sus cuentas o publicaciones pueden ser eliminadas por «violar las directrices de la comunidad», especialmente después de difundir imágenes educativas de fluido cervical/moco, que no son imágenes sexuales. También ha notado menos participación con las publicaciones que incluyen palabras como sexo y orgasmo.

Por su parte, Safa, de Muntada al Jensaneya, con más de 30 000 seguidores en Facebook [14], dice que las redes sociales permiten a su organización mantenerse al día de las novedades para difundir los derechos sexuales y reproductivos. Sin embargo, el foro sigue dedicado a talleres presenciales y a formar educadores, especialistas y activistas palestinos y árabes. Safa explica que esto es crucial para crear una transformación tangible en las sociedades árabes en su conjunto.