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Apoyo a testigos: Primer paso para poner fin a la impunidad de crímenes de guerra en Bosnia y Herzegovina

Categorías: Europa Central y del Este, Bosnia y Herzegovina, Derecho, Derechos humanos, Guerra y conflicto, Historia, Medios ciudadanos, Mujer y género
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Foto de Pete Muller del Proyecto My Body A War Zone, usada con autorización.

Esta historia de Alec Anderson y Chiara Zardoni se publicó originalmente en Balkan Diskurs, [2] proyecto de Centro de Investigación Posconflicto [3] (PCRC). Global Voices reproduce una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenido.

“The truth is that victims want to talk about it. They are desperate to get it off of their chests. But there are only a few that are willing to listen to the voices of the victims”  — Presentation of the International PSVI Protocol in Bosnia and Herzegovina, Post-Conflict Research Center [4]

“La verdad es que las víctimas quieren hablar al respecto. Están desesperadas por sacárselos del pecho. Pero son pocos quienes están dispuestos a escuchar las voces de las víctimas”  — Presentación del Protocolo Internacional PSVI en Bosnia y Herzegovina, Centro de Investigación Posconflicto [4]

Las organizaciones internacionales han instado a Bosnia y Herzegovina a «poner fin a la impunidad» de los autores de la violencia sexual desenfrenada que tuvo lugar entre 1992 y 1995 durante la Guerra de Bosnia [5].

Lo que se suele pasar por alto es el precursor más importante para poner fin a la impunidad: un entorno seguro en el que los sobrevivientes puedan testificar, sin intimidación, retraumatización severa ni amenazas de daño físico. La protección decidida de los testigos y el apoyo psicológico de alta calidad y fácilmente disponible son cruciales para poner fin a la cultura de impunidad.

Las mujeres y hombres valientes que se presentan para identificar a los perpetradores de violencia sexual relacionada con el conflicto a menudo lo hacen a pesar de los tremendos obstáculos. Para algunos sobrevivientes en Bosnia y Herzegovina, los horrores que experimentaron durante la guerra están tan estigmatizados que ni siquiera se sienten cómodos de contarles a sus familias [6] lo que sucedió. Además, muchos sobrevivientes en Bosnia y Herzegovina viven en la misma comunidad que quienes perpetraron crímenes de guerra en su contra. Estos factores hacen que la protección de identidad sea vital para los sobrevivientes que se presentan y testifican, para protegerlos de un mayor ostracismo, y también de daños físicos inmediatos. Marija, sobreviviente que optó por no [7] recibir la protección ofrecida por el sistema de justicia, fue atacada en la carretera poco después de que terminó la sentencia de prisión de su violador.

No se puede ignorar el costo psicológico

Sin embargo, si bien el potencial daño físico puede ser la amenaza más visible que enfrentan los sobrevivientes que testifican, no se puede ignorar el inmenso costo psicológico que el proceso judicial tiene sobre estos hombres y mujeres. Antes, con demasiada frecuencia, a los sobrevivientes se les interrogaba «de formas que son humillantes y legalmente irrelevantes [8]«, proceso degradante que desalienta a los sobrevivientes a denunciar. Esto se suma al hecho de que contar las propias agresiones ya presenta un riesgo inherente de traumatización y angustia, más razones por las que el apoyo psicológico cercano es tan importante.

Esto apunta a la necesidad de que los tribunales hagan que el proceso de testificar sea lo más seguro y libre de estrés posible. Sin estas garantías, los sobrevivientes pueden dudar en exponerse a posibles daños físicos o psicológicos, lo que contribuye a un círculo vicioso que refuerza la impunidad de los perpetradores y silencia aún más a sus víctimas. Dicho esto, el sistema judicial de Bosnia y Herzegovina ha tenido enormes mejoras en la protección y el apoyo de testigos en los últimos años.

En 2008, el Gobierno nacional adoptó por primera vez la Estrategia Nacional para el Procesamiento de Crímenes de Guerra [9]. Su objetivo principal era procesar todos los casos de delitos de guerra para 2023,  aunque también declaró que los tribunales nacionales debían tener como objetivo que los casos más «complejos» se completaran para 2015. En 2015, cuando aún no se había completado el juicio de estos casos «complejos», se presentó al Gobierno nacional una estrategia revisada para su aprobación. Después de cinco años, en 2020, el Consejo de Ministros del país adoptó esta estrategia revisada [10], aunque su implementación aún no ha dado resultados.

Según el informe [11] de 2010 de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa sobre «Protección y apoyo de testigos en juicios por crímenes  de guerra nacionales en Bosnia y Herzegovina», las medidas de protección se vuelven aún más importantes cuando se tratan casos de violencia sexual debido al estigma asociado a los sobrevivientes y el riesgo de retraumatización. Por esta razón, la Corte Europea de Derechos Humanos, en Doorson vs. Países Bajos, afirmó que «un juicio justo también requiere que en los casos apropiados, los derechos de la defensa estén equilibrados con los de los testigos o víctimas llamados a declarar». En conclusión, las leyes nacionales, la Constitución de Bosnia y Herzegovina, los convenios internacionales y las recomendaciones del Consejo de Europa, establecen la obligación de Bosnia y Herzegovina de garantizar la protección y el apoyo a los sobrevivientes de violencia sexual relacionada con conflictos.

Obligación de proteger a los sobrevivientes

Algunas medidas incluyen reubicación y transporte vigilado, asignación de seudónimos, testimonio detrás de pantallas o con técnicas de alteración de voz e imagen, y testimonio en sesiones cerradas. Además, debido a las disposiciones legales antes mencionadas, Bosnia y Herzegovina también tiene la obligación de proteger a los sobrevivientes de la retraumatización durante el proceso de justicia penal y brindarles apoyo psicológico.

Lamentablemente, según el análisis realizado por la OSCE en 2010, la Corte de Bosnia y Herzegovina fue la única institución que brindó apoyo psicológico eficaz a los sobrevivientes, mientras que los tribunales y las fiscalías a nivel de entidad carecían de las estructuras necesarias para prestar dicho servicio en ese momento. La presencia de la Sección de Apoyo a Testigos [12], a través de la cual el Tribunal de Bosnia y Herzegovina ayuda a los supervivientes, ilustra el progreso del tribunal. En realidad, esta unidad está integrada por psicólogos profesionales y trabajadores sociales que proveen servicios como asesoría telefónica las 24 horas del día, un modesto apoyo económico para cubrir los gastos básicos, explicación del proceso testimonial y análisis de posibles riesgos y beneficios psicológicos. Además, están presentes en la sala del tribunal para comunicar el nivel de estrés de los testigos a los jueces.

Un informe [13] de la OSCE de 2017 destacó una mayor sensibilidad de los jueces y fiscales a las necesidades de los sobrevivientes. Sin embargo, a pesar de que han pasado varios años desde la adopción de la estrategia [9]la Misión de la OSCE detectó graves violaciones a las medidas de protección de testigos y una falta de oficiales dedicados al apoyo de testigos en varias fiscalías y tribunales de las entidades. Adicionalmente, como se subraya en otro análisis [14] reciente de la OSCE, no se han observado mejoras con respecto al fortalecimiento de la capacidad de los centros de bienestar social, que deberían brindar apoyo psicológico a las víctimas debido a la «Protección de Testigos Amenazados y Vulnerables».

Desafíos para las estructuras de apoyo efectivas

Aunque se han producido varias mejoras, muchos desafíos siguen socavando la implementación efectiva y generalizada de las medidas de protección y apoyo. La falta de sensibilidad que persiste en los profesionales del derecho, la falta de infraestructuras a nivel de entidad y las deficiencias en las leyes nacionales vigentes son factores responsables de la fragmentada implementación de las medidas de apoyo y protección. No obstante, a pesar de los problemas relacionados con el sistema judicial de Bosnia y Herzegovina, las organizaciones de la sociedad civil siempre han desempeñado un papel clave al brindar apoyo a los sobrevivientes de violencia sexual relacionada con conflictos cuandono hay acción de las autoridades.

La publicidad internacional en torno a los crímenes de guerra sexuales violentos cometidos contra mujeres en Bosnia llevó a lo que Elissa Helms, experta en estudios de género y de Europa Central, denominó un “auge boom de los organismos no gubernamentales (ONG) [15]”. Si bien las organizaciones de la sociedad civil no tienen la capacidad de proteger a los testigos en los tribunales, la OSCE [11] señala que los testigos y los fiscales a menudo dependen de estas ONG para brindar apoyo psicosocial, ya sea formalmente a través de un memorando de entendimiento o de manera informal y no regulada. Si bien hay varias organizaciones profesionales en las que confían las fiscalías de todo el país, persisten las preocupaciones sobre algunas organizaciones más pequeñas que pueden no emplear psicólogos bien capacitados.

Entre estas organizaciones de confianza se encuentran Medica Zenica [16] con sede en Zenica, Snaga Žene [17] y Viva Žene [18], ambas con sede en Tuzla, y Udružene Žene [19] con sede en Banja Luka. Dado el elevado número de supervivientes de violencia sexual relacionada con conflictos que viven en Bosnia, los servicios prestados por estas organizaciones son indispensables. Por ejemplo, desde su creación en 1993, Medica Zenica ha brindado ayuda psicológica a más de 28 000 personas, sobrevivientes de violaciones en tiempos de guerra y en tiempos de paz. Sin embargo, sus contribuciones para apoyar a los testigos van más allá del asesoramiento directo; Medica Zenica también capacita a la Policía, los trabajadores sociales y los miembros del Poder Judicial sobre cómo interactuar con los testigos de manera sensible y sobre la importancia de proteger a estas mujeres del daño físico y la estigmatización punitiva.

La importancia de continuar el arco positivo de la última década hacia una mayor protección de testigos y más apoyo psicológico a los sobrevivientes que se presentan en Bosnia no puede subestimarse. Un sistema que permite que los testigos sean intimidados y retraumatizados desalienta a muchos otros sobrevivientes de violencia sexual en conflictos a presentarse y contar sus experiencias, lo que permite que más perpetradores de crímenes de guerra disfruten de impunidad garantizada. Además, dado que durante siglos la atroz violencia sexual durante la guerra fue excusada y pasada por alto como el «botín de guerra», es imperativo que las autoridades locales e internacionales en Bosnia y Herzegovina establezcan un precedente legal y social que aliente, en lugar de silenciar, a los sobrevivientes que se presentan a testificar contra sus autores. Por eso, la protección y el apoyo de testigos es el primer paso para poner fin a la impunidad.

 Este artículo es parte de la serie “Progresos y desafíos en el abordaje de la violencia sexual relacionada con los conflictos”, que destaca la experiencia de sobrevivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos en Bosnia y Herzegovina y en el extranjero.